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Narcotráfico

Los Monos, ahora al sur

Sin previo aviso, Guille Cantero y Ema Chamorro fueron trasladados anteanoche desde la cárcel de Ezeiza: el primero al penal de Rawson y el otro a Neuquén. No se explicaron los motivos ni quién autorizó la espectacular movida.


Ariel Máximo “Guille” Cantero y Emanuel “Ema” Chamorro, sindicados líderes de la narcobanda rosarina “Los Monos”, fueron trasladados otra vez de penal y de ciudad. Fue anteanoche, sin previo aviso, y en medio de un fuerte operativo de seguridad que partieron dos fuertes caravanas desde la cárcel de Ezeiza. Una de ellas llevaba al Guille al Instituto de Seguridad y Resocialización (Unidad 6) conocido como el Penal de Rawson, una cárcel de máxima seguridad ubicada en 9 de Julio 397, Rawson, provincia del Chubut, que cobró notoriedad el 15 de agosto de 1972 con la fuga masiva y posterior masacre de presos políticos.

La otra caravana, que llevaba al Ema, partió hacia la Unidad 9. de Neuquén, conocida como Prisión Regional de Sur.

Los abogados de los internos se enteraron del traslado ayer a la tarde, cuando uno de los acusados logró enviar un mensaje a su familia.

Habían llegado al penal de Ezeiza el miércoles a la mañana desde la cárcel santafesina de Piñero. Fue un movimiento que tomó por “sorpresa” a los defensores. Desde el Servicio Penitenciario Provincial argumentaron en ese momento haber actuado con celeridad antes rumores de una fuga. Lo cierto es que el martes a la noche consiguieron la orden de una jueza local que autorizó la mudanza de Ariel Máximo Cantero y Emanuel Chamorro y los penitenciarios montaron una espectacular caravana policial que partió a la madrugada y llegó pasadas las seis del miércoles a la puerta de la prisión bonaerense, donde debieron esperar casi cinco horas para completar el ingreso. Es que desde Ezeiza no había autorizado el traslado de los reclusos y tampoco los querían allí. Pero con los detenidos en la puerta no encontraron muchas opciones, hasta ayer.

Mientras los medios nacionales televisaban las horas de espera y daban por sentado un frustrado plan de fuga de los cabecillas de Los Monos, en Rosario los rumores de evasión llevaban tres semanas, casi lo mismo que los pedidos de traslado a un penal federal tras el primer procesamiento por venta de estupefacientes que afrontan líderes del clan.

Uno de los abogados de los detenidos, Carlos Varela, explicó que le llamaba la atención el traslado porque el juez que los procesó como cabecillas de una banda de traficantes de droga, Marcelo Bailaque, había sido tajante y había ordenado que sean recluidos en el penal de Ezeiza. Es que tanto Cantero como Chamorro tienen causas penales en la justicia provincial, una por asociación ilícita y otra por homicidio, por lo que es necesaria su comparencia ante magistrados del fuero local, algo que se verá difícil.

Además, tienen una causa federal, también en Tribunales locales. A fines de diciembre Cantero, Chamorro y 20 personas más fueron procesadas por tráfico de drogas por el juez Marcelo Bailaque. La investigación estableció que ellos eran los cabecillas de una banda que funcionaba desde el interior de la cárcel de Piñero, a través de dos teléfonos fijos que llegaban a las celdas. Y en el exterior se valían de se sus mujeres para realizar las diferentes transacciones.

En ese marco, y con feria judicial en medio, las primeras semanas de enero estuvieron marcadas por innumerables advertencias por parte del Servicio Penitenciario Provincial sobre rumores de fuga, que comenzaron con un llamado anónimo al 911 y siguieron con la aparición de drones y hasta una balacera nocturna en los perímetros de la penitenciaría.

Pero al unísono, los abogados de los detenidos –que a raíz de esas advertencias fueron aislados en “buzones”– denunciaron una “puesta en escena” por parte de las autoridades penitenciarias para “sacarse de encima” a los internos.

Según dijo en ese momento el titular del Servicio Penitenciario Provincial, Pablo Cococcioni, los rumores sobre la fuga comenzaron el último día del año con un anónimo: “Nos transmitieron un llamado desde el 911 el 31 de diciembre, indicando que una persona de manera anónima denunciaba que se estaría planeando una fuga masiva de la banda de Los Monos de la cárcel”, dijo. En el audio, que circuló después por portales de noticias y es investigado por la fiscal Karina Bartocchi, se escucha una voz femenina advertir a una operadora policial: “Buenas tardes. Yo llamaba para dar información de una fuga que se va a dar en la cárcel de Piñero, cuyo cabecilla es padre Cantero. Hay 12 teléfonos. Doce celulares hay”, dice la voz mientras menciona otros cuatro apellidos y cuelga el teléfono.

Cuando ya estaba concretado el traslado a Ezeiza, los abogados defensores salieron al cruce de la forma en que se realizó el traslado. “No hubo aviso previo, no fuimos notificados de ninguna autorización judicial. Me levanté con esta novedad sorpresiva”, aseguró Fausto Yrure quien también se refirió a los rumores de fuga: “Esas denuncias son inverosímiles. Además, el director del Servicio Penitenciario de la provincia decía que no tenía pruebas para vincular a Cantero con esa fuga, pero que para él era un llamado de atención. Es imposible que alguien se escape de esa cárcel sin connivencia del Servicio Penitenciario”.

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