Ciudad

Una horita más

Los dueños de bares y restaurantes de Rosario piden cerrar a la medianoche

Desde la Cámara Gastronómica dijeron "apoyar los controles y el cumplimiento de protocolos sanitarios", pero igual cuestionaron las clausuras que se hicieron durante el fin de semana pasado


El fin de semana pasado la Municipalidad, a través de de la Dirección General de Inspección de Industrias, Comercios y Servicios y la Guardia Urbana Municipal, clausuró de manera preventiva a nueve bares de la ciudad por incumplimientos en protocolos sanitarios. En ese marco, desde la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario (Aehgar) emitieron un comunicado donde manifiestan que apoyan el control y cumplimiento de protocolos, pero advierten un prejuzgamiento y plantean interrogantes ante las clausuras. Además, piden extender una hora más el cierre de locales gastronómicos: ahora, están cerrando a las 23.

En principio, desde Aehgar apoyan el control y cumplimiento de los protocolos “que fueron coordinados en conjunto con la Municipalidad de Rosario”. Pero, aclaran que “las actas de comprobación, que han sido labradas en los bares y restaurantes en las últimas semanas, tienen un juzgamiento pendiente, por lo cual no se presumen culpables hasta tanto sean debidamente juzgadas”.

“El número de actas realizadas frente al porcentaje total de establecimientos de la ciudad es ínfimo, representa un 1 por ciento de los 1.300 bares y restaurantes de la ciudad”, señalaron.

Ante ello, requieren la “unificación de criterios en los procedimientos de fiscalización, aclaración de las dudas e interrogantes y conocimiento del rubro para quienes vayan a realizar la tarea de control”.

“No defendemos a quienes no cumplen con las medidas dispuestas en el protocolo, pero tampoco defendemos el prejuzgamiento y la discrecionalidad presumiendo culpables a quienes se les labró un acta. Por ejemplo, por incumplimiento de 5 a 10 minutos en el horario de cierre”, señalaron desde Aehgar en un comunicado.

Por otro lado, manifestaron que “les preocupa la gran cantidad de clientes identificados por la aplicación de las medidas de trazabilidad con domicilio o teléfono fuera del gran Rosario, por lo que solicitan que se extremen los controles para que esto no suceda”.

“En estos casos el gastronómico no tiene poder de policía y desconoce si el comensal ha cumplimentado o no con los días de aislamiento dispuestos”, advirtieron.

Asimismo, en el comunicado cuestionaron el horario de corte, ya que consideran que es una arbitrariedad que se podría omitir. “Solicitamos la extensión de una hora en el horario de cierre, de la misma forma que lo dispuso la ciudad de Santa Fe, más acorde a nuestra costumbre”, sostuvieron.

Además, señalan que “quedan muchos interrogantes”, en torno a los controles. Advierten que “la actividad gastronómica requiere de, al menos, una hora y media adicional -luego de retirado el último comensal- para dar cumplimiento a todas las tareas operativas posteriores propias de la actividad; también acerca de la capacidad versus distanciamiento; y sobre qué hacer con el mobiliario inhabilitado para su uso, ya que hay inspectores que imponen anularlos y otros retirarlos”.

“Estamos en emergencia, hemos tenido que lamentar el cierre de numerosos locales con una perspectiva de gran incertidumbre y pérdida de empleo. Hoy, muchos no saben si a pesar de la apertura con las exiguas ventas y la suma de cargas impositivas, alquileres y deudas acumuladas podrán continuar”, señala el comunicado.

Desde la entidad que núclea a hoteleros y gastronómicos agradecieron “la posibilidad que nos dio nuestra ciudad y el esfuerzo que ha hecho toda la sociedad; a la Municipalidad de Rosario y a sus autoridades, encabezada por el Intendente  Pablo Javkin, para al fin poder llevar adelante la actividad gastronómica, el esparcimiento cuidando las medidas de prevención y salud”.

A su vez, destacan que desde el sector gastronómico “se asume un gran esfuerzo capacitando al personal, adecuando los nuevos protocolos de limpieza y desinfección, invirtiendo en los elementos de protección personal, derribando hábitos adquiridos tanto del personal como de los proveedores, midiendo cada paso desde el ingreso de la mercadería hasta su llegada a la mesa”.

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