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análisis político

“Los días contados” regresa a la pantalla local

“Los Días Contados”, el programa que conduce el periodista Pablo Feldman, regresa a la pantalla local para ofrecer un repaso de la realidad junto a invitados especiales en un año que estará marcado por las elecciones de medio término.


Vuelve el análisis político a la televisión rosarina. Desde este lunes, a las 14.30, el periodista Pablo Feldman regresa a la pantalla de Canal 5 con Los Días Contados, el ciclo que conduce desde hace casi una década.

“La idea es abrir la cabeza, generar instancias de reflexión, tratar de que más que contar lo que pasa –que de eso se ocupan los noticieros– explicar por qué pasa lo que pasa”, dijo Feldman en diálogo con El Ciudadano.

El envío local saldrá al aire de lunes a viernes de 14.30 a 15, al término del programa de juegos ¿En qué mano está? que conduce Leandro “El Chino” Leunis desde Buenos Aires.

La producción de Los Días Contados buscará, contó Pablo Feldman, que todas las voces estén presentes para “entrevistar a todos, poder discutir y debatir con todos y naturalmente no resignar absolutamente nada en cuanto a los pensamientos”, dijo. Y a modo de anticipo de lo que se viene para el 2017 aventuró: “Será un año caracterizado por las elecciones donde naturalmente el gobierno nacional tiene mucho en juego y creo que eso se notará. Se tensarán y extremarán posiciones y habrá que estar ahí para contarlo”.

—En la ciudad no existen otros programas como el tuyo y eso se nota en las expectativas que genera tu regreso. ¿Cómo será el nuevo ciclo?

—No sé si para bien o para mal pero no habrá demasiados cambios. La gente sabe con lo que se encontrará y esa es la idea. Si bien es una coyuntura diferente del país, el año pasado ya hicimos un ciclo con un nuevo gobierno en cada uno de los estamentos del Estado que marcó un grado de adhesión en algún sector de los televidentes y evidentemente en otros no. Pero el periodismo que hacemos nosotros genera este tipo de situaciones. Como siempre, estamos con la idea de poder entrevistar a todos, poder discutir y debatir con todos y naturalmente no resignar absolutamente nada en cuanto a los pensamientos.

—¿Cuál será la dinámica del programa?

—Habrá una apertura con un tema del día, un sumario y una editorial; además un invitado con quien pretendo generar instancias de reflexión. No serán reportajes que persigan necesariamente la coyuntura porque no es un programa de noticias sino de análisis. Pero naturalmente hay situaciones que imponen una visión de momento. La idea es abrir la cabeza, generar instancias de reflexión, tratar que más que contar lo que pasa –que de eso se ocupan los noticieros– tratar de explicar por qué pasa lo que pasa. Contextualizar lo que va ocurriendo tanto en el país como en la ciudad, y en la medida de nuestras posibilidades, en el mundo, porque entender algunas cosas que suceden acá estando aislados del mundo es muy difícil.

—El programa estará atravesado por una agenda electoral muy decisiva para el gobierno nacional…

—Será un año complicado donde lo importante será tratar de arrimarle a la gente reflexiones y la mayor cantidad de información posible con los protagonistas que se hagan cargo naturalmente de sus propias responsabilidades y de poner sobre la mesa todo lo que está ocurriendo. Será un año caracterizado por las elecciones, donde naturalmente el gobierno nacional tiene mucho en juego y creo que eso se notará. Se tensarán y extremarán posiciones y habrá que estar ahí para contarlo.

—“Parte de la acción discursiva del oficialismo es renovar permanentemente la agenda y generar titulares que aporten a su estrategia argumentativa mientras se desvía la atención sobre otras cuestiones más difíciles y escabrosas para el Gobierno” escribió Washington Uranga en “Página/12”. ¿Creés que seguirá funcionando la grieta como estrategia?

—La grieta en la historia Argentina está desde la Primera Junta, entre Saavedra y Moreno. Lo que pasa es que ahora asumió un protagonismo funcional a quienes tratan de justificar sus carencias o posiciones a partir de esa situación. Es una consecuencia, no es una causa. Algunos errores, que no creo que sean errores sino estrategias, sirven para generar un estado de ánimo, deliberación y discusión en la población mientras ocurren otras cosas que prácticamente no se discuten. Hay cuestiones que parecen exabruptos y no son más que partes de una estrategia, donde el señor Duran Barba tiene un altísimo nivel de participación. Es un modo de hacer política; no es el que más me gusta pero estamos frente a eso.

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