A una semana de las elecciones, los cinco candidatos a diputado nacional más votados en las Paso aumentaron el voltaje a la discusión en el debate que se realizó anoche. Televisado por los tres canales de aire de la provincia, el hashtag #SantaFeDebate fue trending topic en Twitter, superando al partido de Boca y Patronato y a los programas políticos porteños. A nivel mundial, la etiqueta santafesina se ubicó quinta.
A diferencia del anterior debate realizado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNR, estuvo presente el candidato de Cambiemos, Albor Cantard, quien se encargó de defender las políticas del gobierno nacional ante las fuertes críticas de Luis Contigiani (Frente Progresista), Agustín Rossi (Frente Justicialista) y Diego Giuliano (1ProyectoSantafesino). Boasso también se puso la camiseta amarilla.
Tras el saludo a las madres en su día de cada uno de los candidatos, comenzaron los chispazos. Contigiani fue el más efusivo del debate moderado por los periodistas Guillermo Zysman, Sergio Roulier, Sonia Marchesi y María Luengo. El postulante del gobierno provincial y un equilibrado Rossi fueron los encargados de atender a Cantard por las políticas económicas de Mauricio Macri. El ex rector de la UNL las defendió en todo momento con Boasso como ladero. De a ratos, Giuliano también se sumó a las críticas.
El debate se dividió en cuatro ejes: coparticipación, cuentas y obras públicas; seguridad ciudadana; salud, educación y desarrollo social; y economía, empleo y producción.
En el primero de los temas, Contigiani –como en toda la campaña– volvió a reclamar el pago de la deuda que Nación tiene con Santa Fe. Rossi bancó el reclamo, pero fue cuestionado por Cantard y Boasso al recordarle que fue el kirchnerismo el que generó esa deuda.
Siempre leyendo su machete, Cantard enumeró las obras que el gobierno nacional realiza en Santa Fe. A su turno, Boasso mostró una foto del ex ministro de Planificación durante el kirchnerismo, Julio De Vido, a quien acusó de ser la cara de la corrupción en la obra pública. La respuesta de Contigiani no se hizo esperar: sacó a relucir que Santa Fe recibe 3,5 pesos por habitante en un año, en Buenos Aires recibe hasta cuatro veces más y la media nacional duplica a Santa Fe.
El Chivo Rossi advirtió que el gobierno nacional viene por la caja de jubilaciones de la provincia y por el 82% móvil. Giuliano dijo que lo único federal que quedó es el folklore.
La seguridad tuvo al gobierno provincial como principal destinatario de las críticas. Pero Contigiani supo capearla con datos, afirmando que la tasa de homicidios dolosos se redujo un 45%.
En materia económica, las importaciones estuvieron en el centro del debate. Rossi coló también el crecimiento de la deuda externa. Cantard sólo se limitó a hablar de la herencia kirchnerista. Giuliano y Boasso hicieron hincapié en una reforma impositiva que favorezca a las pymes.
La crítica de Contigiani a las importaciones fue la más elocuente: “El país es un colador”. Tanto el candidato del Frente Progresista, como Rossi y Giuliano adelantaron que no votarán ninguna reforma laboral que perjudique a los trabajadores.
La pobreza también tuvo su lugar. Giuliano consideró que es la deuda más grande que tiene la Argentina y criticó el modelo nacional para reducirla, al considerar que la problemática no se resuelve con timba financiera ni aumentando los planes sociales, sino con industrialización. La industrialización también fue defendida por Contigiani, mientras que Rossi señaló que el Gobierno de Macri “hace que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres”.
Cantard defendió la política económica de Macri y señaló que la inversión, el consumo, la industria y el empleo están creciendo. Boasso, que va por Unite pero apoya a Cambiemos, recordó la ampliación de la Asignación Universal por Hijo realizada por el gobierno nacional e ironizó: “Si el que hace esto es un gobierno de derecha, se explica por qué la izquierda se hunde en el fango en todo el mundo”.
