Ciudad

Los barrios que no están en los mapas

Vecinos de Tango, Floresta y Unidos piden un semáforo y seguridad pública.

Por Santiago Baraldi.- “Acá nosotros no figuramos ni en el mapa, se apagaron las luces del Mundial de Hockey y no viene nadie más”, dijo molesto Eugenio Fernández, responsable del Centro Comunitario El Esfuerzo, ubicado en el extremo oeste de Rosario. En el límite urbano, a metros del arroyo Ludueña, los vecinos de los barrios Floresta, Tango y Unidos reclaman por un semáforo “antes de que ocurra una tragedia”. Junto a la cancha mundialista de hockey, funciona la Escuela Primaria Nº 1.390 del Parque Habitacional Ludueña, en San José de Calasanz entre Siunda y Migliateris (Mendoza al 10.000), y también el Centro de Salud José Ugarte. “Casi 200 chicos vienen a la escuela, además de las mamás que acuden al dispensario; esta zona creció notablemente, pero en materia de seguridad estamos aislados, necesitamos semáforos o lomos de burro porque la gente que va o viene de Funes pasa muy rápido”, describió Fernández.

El viernes de la semana pasada un muchacho quedó gravemente herido luego de un accidente con su moto frente a la escuela. “Llamamos a la seccional sub 22ª y nos dijeron que no tenían móviles y la ambulancia llegó dos horas después… se salvó de milagro”, agregó el vecino. “Al final siempre nos salva Funes, porque cuando ocurre algo ellos nos mandan un patrullero o una ambulancia, parece que para Rosario no existimos”, se quejó.

Uno de los trabajadores encargado de la seguridad del estadio de hockey aseguró que “aquí vienen todos los días a entrenar distintos equipos de la ciudad, de 17 a 24, esto está lleno de autos; el fin de semana ni hablar, y no viene nadie de la Municipalidad, ni de Tránsito, ni de la Guardia Urbana, ni nadie a ordenar el caos”. A la escuela, que linda con la cancha donde las Leonas levantaron el trofeo mundial, asisten chicos de los barrios Floresta, Unidos, Tango, Fisherton R y Solidaridad. “Parece que están esperando una desgracia para ocuparse de nosotros, no queremos llegar a tener que hacer un corte de calle para ser escuchados, pero nos están obligando a que tomemos una medida”, dijo Ramón Berchera, otro de los vecinos preocupados.

En tanto, Miguel Paladín, chofer de la empresa Las Rosas, se sumó al pedido de seguridad: “Cuando ingresamos a calle Calasanz (prolongación de Mendoza desde la rotonda de Wilde hasta la curva que lleva a Funes) es tierra de nadie, nos rompen los vidrios, tiran proyectiles a los coches, nos roban permanentemente y sólo contamos con un personal de vigilancia que viene en un colectivo, se baja y se sube al que viene de frente, entonces está un rato en cada uno. Pero los chorros tienen estudiado el movimiento y siempre roban al que viene sin seguridad a bordo. Ya no sabemos a quién recurrir”.

Eugenio Fernández vive desde 1999 frente a la escuela –inaugurada este año– y desde el Centro Comunitario logró, junto a los vecinos, que la línea 116 de colectivos llegara hasta la calle Siunda, rodeara el estadio mundialista y regresara al centro de Rosario por Calasanz. “El crecimiento de la ciudad tiene que estar acompañado de infraestructura: pusieron la escuela y el dispensario, pero por la cantidad de vehículos y a la alta velocidad que pasan ahora necesitamos un semáforo como mínimo; también lomas de burro o badenes, tanto por Calasanz como por Siunda, ya que por esa calle se ingresa a la escuela y al estadio”, explicó.

La mamá de una pequeña que asiste al preescolar apuntó: “A la escuela la inauguraron y se fueron, no había bancos, los nenes comparten la sillita y gracias a los papás que nos movilizamos conseguimos mobiliario e incluso atendemos un quiosco para que los chicos tengan una merienda. Aquí no hay copa de leche, compramos la yerba y el azúcar nosotras para que los chicos tengan algo”.

Los vecinos consiguen las cosas a fuerza de golpear las puertas y acudir a los medios. A través del Centro Comunitario, Fernández obtuvo chapas, tirantes y muebles para una familia que perdió todo en un incendio. “Viajé a Buenos Aires y conseguí que la ministra Alicia Kirchner nos diera el terreno donde hicimos la plaza –frente a la escuela–, a la que con mucho esfuerzo le pusimos los juegos, pero las hamacas las tengo que descolgar y guardarlas en el Centro Comunitario porque se las roban. A la noche, muchas chicas finalizan la prácticas de hockey y esperan el colectivo bajo una garita precaria, sin luz, por eso le pedimos a las autoridades que nos tomen en cuenta y no esperen a que ocurra algo feo”, finalizó Fernández, quien espera que con el próximo Champions Trophy que Las Leonas disputarán en enero de 2012 lleguen las respuestas para la populosa zona que “no figura en el mapa”.

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