Director de arte y también de cine, Daniel Gimelberg estrenó el jueves últimos en los cines argentinos Los Adoptantes, película que cuenta la historia de dos hombres, uno presentador de televisión y el otro ingeniero, que conviven como pareja estable desde hace tiempo y piensan que para darle una nueva dinámica a su vida y a su relación tienen que adoptar un bebé.
En ese mismo instante comenzará para ambos un itinerario con personajes y situaciones que son parte del cotidiano de quienes los rodean, algunos con iguales inquietudes, y es así como surge la pregunta de por qué su deseo es más grande que cualquier obstáculo que se interponga en el camino con tal de llegar a ser padres alguna vez.
Gimelberg es recordado por su primera película, Hotel Room, estrenada en 1993, en sociedad con el realizador catalán Cesc Gay, rodada en España, y por su primera incursión en solitario y en la Argentina, con el largometraje Antes, estrenado en el país en 2013.
El guión de Los Adoptantes fue escrito por el mismo director junto con Andi Nachon, según una idea original del primero y Cesc Gay, y tiene como figuras centrales al actor, dramaturgo y director teatral Rafael Spregelburd, y Diego Gentile, recordado por su trabajo en el último episodio de Relatos salvajes, acompañados por Florencia Peña, Soledad Silveyra, Agustín Aristaran, Marina Bellati, Valeria Lois, Guillermo Arengo, Mario Alarcón, Lalo Rotaveria y Juan Otero.
Respecto del tiempo que pasó entre su film anterior y el reciente estreno, Gimelberg dijo en una charla que mantuvo con la agencia de noticias Télam: “Pasaron seis años y durante este tiempo también trabajé en arte en películas ajenas. Alterné eso con el desarrollo de Los Adoptantes. En verdad, la película nació un par de semanas después del estreno de Hotel Room hace muchos años, fue el desarrollo de una idea original que hicimos con mi amigo Cesc, que fue quien trajo el germen”, expresó el realizador. Y continuó: “Pero es verdad que fueron varios años de ir escribiendo con Andi Nachon la historia de este encuentro entre diferentes historias de adopción, la principal la que llevan adelante los personajes de Leonardo y Martín representados por Rafael y Daniel, que después se cruzan con otras historias acerca del deseo de tener hijos, como pasa con la pareja formada por Lalo Rotaveria y Flor Peña, y Vicky y Beto que también tienen muchas ganas de tener hijos pero de otra manera, de un modo un poquito más radical”.
El director habló también acerca de su particular interés por la problemática de la adopción, que sigue generando polémica y encendidos debates. “Creo que el tema de la adopción no es simple y en todo el mundo aún genera polémica por los tiempos, la burocracia que lo rodea, y eso convierte a esta historia en una comedia dramática. Pero además, no creo que para la comedia haya un tema prohibido, porque la comedia es una forma de ver la vida y de contar las historias que nos interesan. A mí me pareció que la mejor manera era ésta, que la comedia y el drama vayan avanzando o retrocediendo en la medida que sea necesario”.
Según lo indican las estadísticas, las clases medias de buen pasar son las que tienen la posibilidad de pensar con más soltura en este tipo de alternativas vinculadas con la adopción, porque tienen superados algunos problemas que son primordiales, sobre todo los económicos. De todos modos, el director dijo no estar de acuerdo con esa afirmación. “No estoy muy de acuerdo con esa interpretación. Me parece que estos personajes son así, que tienen un pasado bastante acomodado y sus problemas en este caso no pasan por un ajuste económico. Pero creo que eso no significa que sólo puede ser vista por gente que no tenga problemas en su pasar económico”.
El film se destaca por una cuidada dirección de arte, con una estética singular que pinta un mundo. “En verdad, en un principio yo también me dediqué a la dirección de arte. Sin embargo, en esta película me ocupé sólo de la dirección general, dejando ese aspecto estético a Romina del Prete; preferí dedicarme a todo lo demás que ya fue bastante entretenido”, dijo el director respecto de las complejidades que acarrea filmar en la Argentina.
Esa dirección de arte dialoga con un cuidado casting que mezcla actores del mainstream con otros menos conocidos. “El casting estuvo a cargo de María Laura Berch; fue un largo proceso en el cual hablamos y pensamos mucho. No nos pareció que fuera importante que ninguno de los dos actores fuera o no fuera gay en sus vidas reales. No pasaba por ahí, y tal vez esa poca importancia que le dimos, hizo que no fueran personajes estereotipados, ni menos ni más amanerados, sino de la misma forma que cualquiera de mis amigos o yo mismo tenemos. La idea fue que no fueran estereotipados, que no fueran unos gays de los años 80. En ese sentido también se movió el guión sin recursos o desenlaces estereotipados. Queríamos que fuese una historia de amor entre hombres, ni más ni menos que eso”, evaluó el realizador.
Con relación a cómo se acomoda su futuro en la dirección cinematográfica y si habrá que esperar otros seis años para volver a ver un film suyo en la cartelera nacional, el director expresó finalmente y a modo de adelanto: “Esperemos que no sea así. Ahora con Andi estamos pensando en la historia de dos detectives, también dos hombres, que probablemente se enamoren, no que ya estén enamorados desde el comienzo. Al comenzar la historia será una pareja de detectives tratando de resolver un caso particular en el sur del país”.
Para agendar
El film Los Adoptantes, del realizador Daniel Gimelberg, se puede ver desde el jueves últimos en el complejo local Hoyts
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