Edición Impresa

Los adolescentes tienen la palabra, y la hicieron libro

Por: Hugo Lucero

Un nuevo diccionario que contiene más de 160 vocablos y términos acuñados por adolescentes fue editado por un grupo de alumnos con la coordinación de una profesora de una escuela de Bahía Blanca y la obra será presentada en la Feria del Libro en Buenos Aires.

“En un principio todo surgió como un ejercicio de clase, pero cuando vimos que teníamos una gran cantidad de términos acuñados por adolescentes, pensamos que esto era importante y entonces les propuse a los chicos darle formato de libro”, contó a la agencia Télam la profesora Elena Di Sarli, quien coordinó el trabajo de un grupo de chicos del ex Colegio Nacional de la ciudad del sur bonaerense.

En el Nuevo Diccionario Adolescente y otras yerbas, cuya edición fue solventada con fondos aportados por el Instituto Cultural de Bahía Blanca, trabajaron Facundo Martinese, Daniela Giménez, Sebastián Sáez, Lucía Calmels, Franco Pulgar, Lucía Serra, Andrea De Cascos, Santiago Catalini, Paloma Rodríguez y Franco Melinsky.

Los chicos, alumnos y ex alumnos del establecimiento, trabajaron durante tres años recopilando palabras de su propio vocabulario y su trabajo será presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires el 6 de mayo próximo.

“En el Nuevo Diccionario Adolescente aparecen términos que si no están dentro de un contexto son inentendibles para quienes no son jóvenes. Hay palabras del mundo informático que se usaban y tenían un significado en 1995, pero otro distinto en 2000 como por ejemplo la expresión «tildado»”, explicó la docente.

El diccionario incluye palabras como “chabón”, “rollinga”, “emos”, “góticos”, “bostero”, “botinera”, “fuck you”, “galopa”, “caño” y “faso”, curiosamente mezcladas con otras palabras del lunfardo como “rati”, “gorra”, “visera”.

También están “agreta” (que se enoja fácilmente); “alpedismo” (acción de no hacer nada); “arre” (derivada de la expresión “ah re boludo”); “bardear” (molestar) y hasta neologismos bahienses como “caretódromo”, que se refiere al Paseo de Las Esculturas “donde se reúnen los caretas”.

“Este modesto intento de recopilación del habla adolescente propone ver de qué manera las representaciones y actitudes de los jóvenes frente a las distintas necesidades de comunicación crean, recrean y acompañan constantemente la dinámica social”, se lee en la contratapa del libro.  

Es que, según entiende Di Sarli, el habla adolescente es una lengua efímera de códigos propios que surge en cada generación como una necesidad de excluir de su mundo a los adultos, “que se va renovando cada dos o tres años aproximadamente”.

Desde hace una década, el “español rioplatense viene sufriendo un aluvión de extranjerismos a los que dedicamos gran parte de este diccionario”, dijo la profesora, quien se mostró preocupada por “el empobrecimiento del lenguaje”.

“Si un adulto medio utiliza unos 1.600 vocablos, se estima que los adolescentes llegan a emplear un tercio. De hecho, los diccionarios del chat y SMS consignan apenas unas 200 palabras, lo que refleja claramente la descapitalización del habla”, puntualizó.

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