Espectáculos

Tiempo de cambio

Lorena Astudillo se multiplica y se reinventa con el lanzamiento de “Crisálida”

La cantante y compositora, unas de las voces más resonantes de la música popular argentina y latinoamericana de este tiempo, dio a conocer su séptimo disco, integrado en su totalidad por canciones propias de géneros diversos, atravesadas por la búsqueda y la transformación


La cantante y compositora Lorena Astudillo, unas de las voces más resonantes de la música popular argentina y latinoamericana de este tiempo, lanzó su séptimo disco, Crisálida, integrado en su totalidad por canciones propias, atravesadas por la búsqueda y la transformación, y en las que la artista condensa más de veinte años de trayectoria.

En este trabajo, Astudillo se afianza en el camino de la composición y a partir de una sonoridad emparentada con el jazz, rasgo que identifica su propuesta desde sus inicios, combina con soltura diferentes géneros como la cumbia, el candombe, el rock, la baguala y otros ritmos folclóricos, siempre con su voz como hilo conductor.

En canciones como “La Tiburona” o “Crisálida”, corte que da nombre al disco, aparecen, entre otras cuestiones, la idea de la libertad, del constante movimiento, de transformación y el aprendizaje para afrontar la vida.

“Siempre procuré ir en busca de nuevos caminos y para eso cada vez tuve que replegarme un poco tipo crisálida, refugiarme en un silencio, abrir una pausa para encontrar qué quiero decir, descubrir mi deseo, dar tiempo para la transformación, para poder salir luego con nuevos sonidos, nuevos decires, nuevas alas”, expresó Lorena Astudillo en charla con la agencia de noticias Télam.

Ganadora de dos premios Gardel y de un premio Konex, los días de Astudillo se reparten entre los conciertos y su actividad como docente en sus talleres vivenciales de canto y expresión, donde plasma sus saberes y experiencias como docente y psicóloga.

Lorena presentará oficialmente Crisálida el sábado 21 de noviembre por streaming desde el porteño Café Vinilo, don la participación de la banda que la acompañó en la grabación del disco, integrada por Constanza Meinero (piano, arreglos, coros, dirección y producción musical), Sebastián Castro (guitarra y coros), Lucas Homer (contrabajo, bajo eléctrico y coros) y Gaspar Tytelman (percusión y coros).

Crisálida representa en la carrera de Astudillo y al mismo tiempo en su vida personal un gran cambio. “Este disco significa una profunda transformación tanto en mi vida como en mi camino como artista; tanto es así que elegí para nombrarlo el estado que la naturaleza nos ofrece como el proceso de metamorfosis más asombroso que existe, la crisálida, donde una oruga desaparece para renacer como mariposa. Muchas veces no puedo discriminar entre mi vida y mi trabajo; ambas cosas se me mezclan y se determinan mutuamente, algo que vivo se vuelve canción, algo que escribo abre la puerta para modificar algo de mi vida, o lo que es bastante frecuente para mí, lo vivo mucho después de haberlo escrito en una canción”.

Se trata del primer disco de la reconocida artista conformado íntegramente por canciones de su autoría, otro de los cambios en su carrera que implicó la edición del material. “Hago canciones porque necesito hacerlas, esto es irrefrenable cuando aparece en mi vida. Mi pulso como compositora aparece de un modo misterioso, con ciertas condiciones, si sucede algo que no puedo tramitar, un dolor que no puedo contener, una adversidad que no puedo elaborar, una duda existencial, ya no me alcanza sólo con cantar sino que necesito crear algo nuevo y de este modo esas situaciones inmanejables, esas emociones, empiezan a tener un ritmo, una frase, una melodía y se van volviendo canción. Ya en 2013 hice un disco casi todo de canciones propias. Se llamó Un mar de flores, y fue un paso necesario para poder hacer hoy este nuevo disco”.

La artista habló también acerca de cómo vive la experiencia de lanzarse con esta propuesta tan personal, en la que recorre distintos estilos musicales con singular naturalidad. “La diversidad de géneros o estilos musicales que utilizo es una libertad que me otorgo a la hora de componer para poder decir mejor tal o cual cosa que quiero transmitir. Hay letras de canciones que van mucho mejor, por ejemplo, con una milonga que con un vals, o mejor con una cumbia que con una chacarera. Para mí los géneros musicales portan energías e improntas muy diversas y es maravilloso poder utilizarlos sin prejuicios porque definitivamente favorecen la expresión y la comunicación”.

Hace poco se cumplieron los 100 años del nacimiento del Cuchi Leguizamón, a quien se la vincula. En ese sentido, la artista expresó qué significó en su carrera el hecho de haber cantado parte de la obra de uno de los mayores referentes de la música popular en la Argentina. “El otro día justamente estaba cayendo en la cuenta de que con el primer disco que produje sobre la maravillosa obra del Cuchi Leguizamón en 1999 (Lorena canta al Cuchi) entré en el mundo del folclore; fue como plantar el primer árbol e iniciar mi camino profesional. Y luego del segundo disco que produje sobre su obra vinculándola con la música académica en 2017 (El Cuchi de cámara) entré de lleno en el universo compositivo. El Cuchi es un gran maestro para mí, aprendí muchísimo al cantarlo y me inspiró con su modo absolutamente apasionado y amoroso de componer a crear mis propias canciones”.

La destacada voz de Astudillo refleja un gran momento a nivel vocal y expresivo. “Cantar me hace inmensamente feliz, con los años aprendí a no complicar mi canto, sino a disfrutarlo compartiéndolo con la gente adecuada, las amistades, las compañías hermosas; aprendí a elegir como compañeras y compañeros a gente que ama lo que hace con lo cual todo fluye con facilidad. Estoy muy dedicada a la difusión de todo este material. No tengo manager, ni productores, ni representantes ni nada, soy mi propia productora, con lo cual estoy trabajando con muchísima gente, tomando miles de decisiones”, expresó.

Y finalmente habló de los proyectos inmediatos de cara al lanzamiento oficial de su nuevo disco: “Voy paso a paso, en estas condiciones siento que voy contra viento y marea pero con muchísima esperanza, mi norte inmediato es dar un concierto lleno de amor y entrega el 21 de noviembre para presentar Crisálida. Será una inmensísima emoción volver a tocar con mi querido grupo. Ya tocar en vivo, aunque sin público en la sala, es una felicidad indescriptible, ya es recuperar un poco lo que tanto perdimos”.

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