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Guerra de Malvinas

Londres planeó acción bélica en Tierra del Fuego

El objetivo de la misión era destruir la unidad aérea de Río Grande desde donde partían los aviones que hundieron al Sheffield


Un militar británico reveló que durante la Guerra de Malvinas lideró una misión secreta en Tierra del Fuego, que tenía como objetivo invadir la base aérea de la ciudad fueguina de Río Grande para destruir los misiles Exocet que tanto daño causaron a la flota británica.

El capitán del Servicio Aéreo Especial (SAS) británico Andy Legg reveló los detalles de la denominada operación “Plum Duff”, según publicaron los diarios británicos The Times, Express, Daily Mail y Mirror.

“Yo no creo que fuera muy sensato invadir Argentina pero avanzamos e hicimos lo que nos ordenaron. Fue diferente a cualquier otra tarea que hubiera hecho antes”, señaló Legg.

El militar se mostró arrepentido y enojado por la misión, que fue abortada, al explicar el motivo por el que sacó a la venta sus medallas ganadas durante la guerra y el mapa de Tierra del Fuego que utilizó durante la misión en la que lideró a ocho hombres.

El plan consistía en infiltrarse en el territorio argentino de Tierra del Fuego y dirigirse a la base militar ubicada en la ciudad de Río Grande con el objetivo de destruir los aviones Súper Etendard que eran los portadores de los misiles Exocet con los que contaba la Argentina en ese momento.

La misión se desarrolló luego de que el 10 de mayo de 1982, con uno de esos misiles, fuera hundido el buque destructor británico “Sheffield”.

“Si otro misil Exocet hundía otro portaaviones, Gran Bretaña podría haber perdido la guerra”, especuló uno de los diarios ingleses.

Según el plan, ahora revelado, la unidad de Legg debía atravesar 42 kilómetros hacia la base argentina y reunir información de inteligencia de cara al ataque.

Sin embargo, el helicóptero en el que se trasladaron el 15 de mayo habría sido detectado por radares argentinos por lo que no lograron aterrizar en el punto previsto y debieron hacerlo más lejos, en territorio chileno, a unos 65 kilómetros del objetivo.

La misión falló por la falta de alimento, mal planeamiento y mal tiempo, según se indicó el británico.

La situación obligó a Legg a abortar la misión a los ocho días de comenzada: desde entonces había permanecido en secreto.

Los militares fueron rescatados en territorio chileno por las fuerzas británicas y llevados a Santiago de Chile desde donde regresaron a Gran Bretaña.

La operación fue la única incursión armada en territorio continental argentino, por fuera de la zona de exclusión de las islas del Atlántico Sur.

“No se me culpó (por el fracaso de la misión) pero dentro mío me sentí mal porque nuestros colegas habían muerto en el Atlántico Sur y a nosotros no nos pasó nada”, dijo Legg

Atacar y huir a Chile

El plan tenía dos variables, en la primera, debían volar hasta la base naval de Río Grande, en Tierra del Fuego, donde estaban los misiles. Aterrizar, destruir los aviones Súper Etendard y sus misiles, matar a los pilotos y refugiarse en Chile, “territorio neutral” con la excusa de un desperfecto técnico.

La segunda variable era desembarcar desde un submarino, atacar los objetivos y trasladarse luego a Chile donde serían recibidos y protegidos.