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Lodo rojo: detuvieron a gerente empresarial

Las autoridades húngaras interrogarán al responsable de la fábrica de aluminio.

La policía húngara detuvo ayer a Zoltan Bakonyi, director general de MAL, la sociedad propietaria de la fábrica de aluminio que originó el grave accidente químico, el más grande de la historia en ese país, cuando cedió un dique de contención de líquidos que causó siete muertos y una catástrofe ecológica. Bakonyi es el hijo de uno de los propietarios de la empresa.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, anunció que la policía había arrestado a un dirigente de la empresa “e inició un procedimiento de detención preventiva”, durante una sesión plenaria del parlamento húngaro ayer en Budapest.

“La sociedad responsable de la catástrofe de lodo rojo debe ser puesta bajo el control del Estado”, añadió el jefe del gobierno, que dispuso la intervención de la compañía, responsable del desastre ambiental que afecta al país con una inundación de vertidos tóxicos.

Orban ratificó ante el parlamento que el accidente fue provocado por conductas negligentes por las cuales deben responder los “propietarios millonarios” de la empresa, sin posibilidad de atribución a una catástrofe natural.

El gobierno presentó una ley para crear el cargo de comisario especial para catástrofes, con mandato para gestionar por un período la empresa de aluminio.

Orban sostuvo que las tareas del futuro comisario serán gestionar las indemnizaciones a los damnificados, reabrir lo antes posible la producción de la empresa, evitar la pérdida de puestos laborales e impedir nuevas situaciones de vertido tóxico.

En este sentido, dijo que las indemnizaciones deberán ser abonadas por los propietarios de la empresa y consideró posible una renacionalización de la compañía.

En tanto, la policía sigue investigando las causas del derrame el pasado 4 de octubre de lodo rojo tóxico proveniente de un depósito fisurado de la fábrica de aluminio de Ajka.

Por otra parte, se agilizaba ayer la construcción de una presa de emergencia ante la posibilidad de que se produzcan nuevas fugas de lodos rojos de aluminio.

Según el portavoz gubernamental Peter Szijjarto, cuatro mil personas trabajan en torno al dique de contención de residuos tóxicos que se rompió el lunes pasado y provocó  una catástrofe ambiental histórica.

“Hacemos todo lo posible para evitar otra tragedia”, aseveró Szijjarto, quien precisó que esperan terminar hoy el reforzamiento de la presa en las proximidades de la fábrica de alúmina de Ajka.

El nuevo dique, de 600 metros de largo y 30 de espesor, es construido a toda velocidad por el riesgo de que ocurra un nuevo vertido de barros residuales de la producción de aluminio, altamente alcalinos.

Siete muertos, un desaparecido, 123 heridos y la contaminación de varios ríos, incluido el Danubio, es el saldo del derrame de unos 700 mil metros cúbicos de lodo rojo ocurrido hace una semana.

Los habitantes de la localidad de Kolontar, cerca de Ajka, fueron evacuados el sábado pasado tras confirmarse el hallazgo de una fisura en otra tubería de barro de la planta de aluminio.

En respuesta a una demanda del gobierno de Budapest, la Unión Europea envió un equipo de expertos en contaminación para que determinen la magnitud de los daños al medio ambiente.

Los especialistas diseñarán soluciones para la descontaminación en las áreas urbanas y agrícolas y ofrecerán asesoramiento para evitar incidentes similares en el futuro.

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