Cristian Chazarreta tenía 37 años y le decían Huguito. Anteayer al mediodía lo dejaron malherido en un dispensario de Nuevo Alberdi y a la tardecita murió como consecuencia de los tres balazos que le asestaron en el cuerpo.
Los testigos contaron que Huguito se encontraba en una vereda de Nuevo Alberdi cuando pasaron dos muchachos en moto que, sin mediar palabra, le dispararon y siguieron su paso, como si fuera un trámite. Estiman que fue cerca de las 13.30 del miércoles y, instantes después, unos vecinos lo cargaron en un auto y lo llevaron al centro de salud del barrio, que está ubicado en 1333, esquina 1334. Allí el empleado de seguridad, que trabaja en forma privada y no responde a la URII, no les tomó los datos personales a las personas que trasladaron al herido, ni les preguntó desde donde lo traían. Como estaba grave, fue trasladado al hospital Eva Perón donde murió. Tenía dos heridas de arma de fuego: una en el tórax y otra en el abdomen.
Un conocido de la zona
Según los vecinos, Huguito se dedicaba a la venta de ladrillos, aunque algunos lo vinculaban con la venta de droga.
En marzo del año pasado fue detenido de luego de que Brian “El Narigón” B., de por entonces 19 años, fuera baleado en la muñeca y el fémur. Según testigos del hecho, el muchacho estaba en parado en la vereda de José Julián Pérez al 2400, cuando pasó una Pick Up blanca y, desde el interior, el conductor le disparó en varias ocasiones. Huguito cayó preso mientras viajaba en un vehículo similar al descripto por los testigos, en el cual los pesquisas le encontraron una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros.
Allegados a la investigación se mostraron reticentes ante la hipótesis de que Huguito haya sido asesinado por un problema en Nuevo Alberdi. De acuerdo a esta fuente, el hombre tenía un gran peso en la zona y contaba con fuerte apoyo. “Él vivió muchos años acá. La mitad de los vecinos son sus parientes y no tenía enemigos”, explicaron.