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Lo golpearon y está grave

Se trata de un joven de 22 años y hermano de un policía, que ayer fue encontrado gravemente herido en la cabeza en la zona de Pasco y Beruti. Se investigaban distintas hipótesis sobre el motivo del ataque.

Ana Laura Piccolo / Negui Delbianco

Anteanoche Huguito rompió con su rutina. En vez de quedarse atendiendo su granja de barrio República de la Sexta hasta la medianoche, le pidió a su hermano Ema que lo cubriera, porque tenía que ir hasta el hospital a ver a su mujer, que desde hace unos días está internada con neumonía. Pasadas las 12, después de realizar la visita, se comunicó con su papá y con su hermano Rubén –un policía que trabaja como custodio en la residencia del jefe de Policía de Santa Fe, Osvaldo Toledo–, para avisarles que estaba un poco demorado, ya que lo estaban esperando para cenar todos juntos.  Diez minutos después, Rubén encontró a Huguito, de 22 años, tendido en la esquina de su casa con sangre en los oídos e inconciente. Los vecinos dijeron que el muchacho había sido atacado a golpes de puño y con un casco, por dos personas que se desplazaban en una moto roja. Los investigadores barajaban varias hipótesis: un robo, un ajuste de cuentas, o un mensaje para su hermano.

Ayer a la tarde, la madre y cuatro hermanas de Miguel Hugo O., más conocido en su entrono como Huguito, esperaban que los médicos del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez dieran el parte de salud del joven de 22 años que, hasta el cierre de esta edición, permanecía internado en la sala de terapia intensiva. “Está en estado gravísimo con respirador artificial”, dijeron los familiares a El Ciudadano.

Nadie supo decir qué había ocurrido con Huguito. Sólo los relatos de algunos vecinos a la familia hablan de que el joven había sido abordado en la esquina de Pasco y Chacabuco, a metros de su comercio, por dos personas que descendieron de una moto roja tipo enduro y comenzaron a golpearlo: uno por delante y con los puños, y el otro desde atrás con el casco. Luego, cuando el muchacho cayó al piso, siguieron pegándole por unos instantes, hasta que huyeron del lugar.

Su hermano Rubén, que salió a la puerta para ver si lo veía llegar, lo vio tirado en la esquina y se acercó a socorrerlo al mismo tiempo que su hermana Roxana, que vive a la vuelta y fue alertada por medio de un llamado telefónico de lo que estaba ocurriendo.

Anteayer no fue el día típico para Huguito. Es que por lo general se quedaba atendiendo su granjita, que funciona en la parte de adelante de su casa, en Pasco al 1800, hasta la medianoche. Pero el martes le pidió a su hermano Ema que le hiciera el favor de atenderlo desde las 22, porque debía ir al hospital Italiano a ver cómo evolucionaba su mujer, que desde hacía unos días estaba internada con neumonía. “Como ella está enferma se tiene que ocupar del negocio y del bebé de cinco meses que tienen”, contó uno de los hermanos O.

“Me pidió que le atienda el negocio hasta las 12 que él volvía, pero como se pasó la hora y no llegaba, lo cerré”, contó Ema.

Después de ver a su mujer, Huguito se tomó un taxi desde el hospital –ubicado en Virasoro al 1200–hasta su casa, en Beruti y Pasco.

“A las 12 de la noche me llamó y me dijo que estaba demorado en un control policial en 27 de Febrero y Laprida”, contó Rubén a El Ciudadano. “Aguantame que ya llego”, le dijo.

“A las 12.10 le manda un mensaje a mi papá que decía «ya voy a comer», y a las 12.15 Ema cerró la granjita”, detalló. Es por esta cronología que suponen que el ataque no puede haber durado más de cuatro minutos, porque fue a las 12.20 cuando lo encontraron inconciente en la esquina.

 Desconcierto y muchas hipótesis

 Fuentes policiales indicaron que pasada la medianoche una persona llamó a la seccional 4º, con jurisdicción en la zona, para informar que un joven había sido “baleado”. Pero cuando los policías llegaron al lugar, el muchacho ya estaba siendo asistido por personal médico, que determinó que la herida se había producido con un objeto contundente. El joven fue trasladado primero al hospital Provincial y luego al Heca, adonde quedó internado.

Ahora los investigadores intentaban dar con el chofer del taxi que llevó al joven y que, según los voceros, dejó al muchacho dos cuadras antes de su destino por tratarse de una zona “peligrosa” a la que no ingresan los conductores del servicio público de pasajeros.

La Policía no descartaba ninguna hipótesis sobre el móvil de la agresión. La línea investigativa más fuerte es que los agresores podrían ser vecinos de Huguito, por la negativa del joven a vender bebidas a los “borrachines” del barrio.

“Los que vieron el ataque dicen que cuando Huguito vio a los que le pegaron no se defendió, por lo que los debe haber conocido”, dijo un hermano de diego a El Ciudadano.

Otra versión que circula en voz baja es que su parentesco con un oficial de la Policía podría ser motivo de represalias en el barrio. Sin embargo, Rubén dijo que no tenía problemas con nadie del barrio, por lo que descarta esa versión.

Por otra parte, también se investiga si la agresión fue el resultado de un “robo al voleo”, dijo una fuente policial. En ese sentido, todavía no se pudo establecer si al muchacho le faltaba algún objeto personal, como el celular o la billetera.

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