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clásico en el parque

Lo empezó a perder antes de jugarlo


“El responsable de la derrota soy yo, por los nombres que puse en cancha”. La autocrítica de Diego Osella tras la derrota sirve de poco de cara a una derrota clásica que comenzó a gestarse antes del partido, cuando el entrenador no se animó a “corregir” con cambios previos los errores que había visto ante Independiente.

Newell’s volvió a mostrar falencias notorias en todas sus líneas, pero lo que es aún peor, el entrenador supo leer estos defectos antes del partido, pero le faltó decisión para modificar los “nombres” que él mismo entendía debían dejar el equipo.

Independiente había dejado claro que Quignon, de bajísimo nivel desde hace varios partidos, necesitaba un cinco con más dinámica para ayudarlo o Central le podía “comer” el medio. Pensó en Jalil Elías, quien había tenido una gran tarea en el último Clásico jugado en el Parque, pero al final ni siquiera lo puso en el banco y le ratificó la confianza a Sills. Error de Osella, que se potenció con la pelota perdida por Quignon en el primer gol de Central.

Tampoco resiste demasiado análisis la continuidad en el equipo de Joel Amoroso. El DT pensó en Mansilla, pero la presencia de Menosse lo tentó en mantener a Amoroso. Y el ex Olimpo no estuvo a la altura del partido. Perdió casi siempre, y cuando vulneró la línea del defensor, mostró su peor faceta: la imprecisión para encontrar la jugada correcta cerca del área. Pensó tanto Osella en atacar por derecha y explotar esa debilidad del rival, que el equipo pareció carecer de otro plan en ataque, más allá de un par de jugadas individuales de Mauro Formica que “rompieron” líneas y provocaron al menos algo distinto.

Los cambios tampoco ayudaron. Es cierto que el DT carece de alternativas potables en el banco para dar vuelta un partido, pero los ingresos de Figueroa y Fertoli por Sills y Paz fueron manotazos de ahogado que sólo pusieron en cancha jugadores con características ofensivas, pero no significaron tener un equipo mejor plantado en ataque. Por el contrario, el final fue empuje y desorden.

La pifió Osella por no animarse a cambiar. Y lamentarse no cambiará el resultado del Clásico, pero todavía tiene tiempo para meter un volantazo y no quedarse sin nada.

Se quedó sin margen

La derrota ante Central es un golpe duro desde lo anímico, pero además dejó a Newell’s en una posición incómoda de cara al partido con Boca del próximo domingo a las 18. La Lepra sigue a cuatro puntos del líder, pero fue superado por San Lorenzo, y además lo alcanzaron en puntos River (tiene un partido menos) y Banfield, mientras que Racing, Estudiantes, Colón e Independiente siguen de cerca.

Hoy se mantiene en zona de Libertadores, pero no tiene margen. De aquellos cinco puntos que tenía de colchón hace algunas fechas no queda nada. Y en esta recta final de seis partidos deberá sumar una buena cosecha porque podría quedarse sin el premio de ingresar al máximo certamen continental.

En la pelea por el título, se quedó sin margen

La derrota ante Central es un golpe duro desde lo anímico, pero además dejó a Newell’s en una posición incómoda de cara al partido con Boca del próximo domingo a las 18. La Lepra sigue a cuatro puntos del líder, pero fue superado por San Lorenzo, y además lo alcanzaron en puntos River (tiene un partido menos) y Banfield, mientras que Racing, Estudiantes, Colón e Independiente siguen de cerca.

Hoy se mantiene en zona de Libertadores, pero no tiene margen. De aquellos cinco puntos que tenía de colchón hace algunas fechas no queda nada. Y en esta recta final de seis partidos deberá sumar una buena cosecha porque podría quedarse sin el premio de ingresar al máximo certamen continental.

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