Hace seis años, Fabio Antonio Vega era la máxima autoridad en la cárcel de la Alcaldía de Policías, que entre otros albergaba a Carlos Manuel Fiordellino Celis, un narco rosarino, hijo de un policía retirado que acumuló más de 40 causas penales. Hace seis años, una madrugada de junio, el policía Vega entró al pabellón 3 donde estaba Fiordellino, lo hizo salir y caminó a su lado ordenando la apertura de cada reja hasta la salida del penal, en avenida Francia al 5200. Ese 6 de junio de 2011, Fiordellino se convirtió en uno de los diez hombres más buscados del país (la Nación llegó a ofrecer 100 mil pesos de recompensa) y Vega quedó sospechado de hacerlo escapar a cambio de dinero. En abril de este año, el policía fue condenado a tres años de prisión condicional e inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos por facilitamiento de evasión y cohecho. Pero ayer, la Cámara Penal le atenuó la pena. Consideró que aunque sea indiscutible que facilitó la fuga (quedó filmada) las bolsas de nylon con dinero halladas en el auto del policía ese mismo día no eran prueba suficiente para demostrar que el uniformado cobró para dejarlo ir.
A esa conclusión llegó este lunes el juez de Cámara Gustavo Salvador (opinión que compartieron los magistrados Carlos Carbone y Carolina Hernández) que resolvió reducir la pena al policía de 49 años a dos años de condicional y estipuló que su inhabilitación para ejercer cargos públicos sea sólo por seis años.
De no apelarse el fallo, el proceso judicial contra Vega duró seis años y cuatro meses, más tiempo que el que Fiordellino estuvo prófugo. Tras su sencilla fuga en junio de 2011 del penal rosarino, el narco local que lideró la lista de los diez más buscados del país cayó preso cinco años después, en julio de 2016, en la ciudad bonaerense de Escobar. Conducía un BMW de alta gama donde llevaba cerca de 300 mil pesos en efectivo, un kilo de marihuana, un fusil de asalto M4 calibre 223 y una pistola Bersa con silenciador. Según los policías bonaerenses, Fiordellino les ofreció dinero para que lo dejen seguir: “Conmigo te sacaste la lotería”, le habría dicho a un comisario al que le ofreció un millón de pesos por su libertad.
Inocente
La versión que dio Vega sobre la escandalosa fuga de Fiordellino no convenció ni a la jueza de Sentencia de primera instancia ni a los Camaristas. En su defensa, el policía había dicho que acompañó caminando al recluso porque estaba muy intranquilo, que lo había sacado a comprar cigarrillos para que se calme. Luego, en la indagatoria, agregó que lo hizo porque el detenido lo había amenazado con dañar a su familia mostrándole un papel con sus datos personales. Y en otra ampliación declaró que además el recluso le había mostrado una “chuza”. Su defensor argumentó también que el policía padecía problemas psiquiátricos y ataques de pánico. Nada de eso resultó creíble.
Al igual que la jueza de Sentencia Nª 2 María Isabel Más Varela, para los jueces de Cámara el accionar de Vega no puede justificarse “ni como un estado de necesidad ni como una legítima defensa de terceros”. Por eso confirmaron el delito de facilitamiento doloso de evasión. Sin embargo, no compartieron opinión sobre el cohecho.
Para la Fiscalía, la requisa que ordenó un comisario inspector sobre todo el personal que estaba el día de la fuga fue crucial, porque en el Renault 12 de Vega hallaron dos bolsas de nylon con 2.200 y 2.400 pesos en efectivo cada una, en una época donde el salario del policía rondaba los 9.000 mil, pero de bolsillo sólo percibía 2.600 mensuales.
La Fiscalía resaltó además que los argumentos de Vega, que dijo que el dinero lo tenía para cambiar el auto, no fueron demostrados de ninguna manera. No brindó ni el nombre del vendedor, ni el modelo de auto que quería comprar, ni ninguna supuesta operación comercial en tratativas.
“La sola prueba del hallazgo de dinero en el Renault 12 de Vega, aun relacionada con su responsabilidad en la evasión de Fiordellino, no puede constituirse por si sola en fundamento de una sentencia condenatoria”, reza el fallo del juez Salvador que entendió que había que reducir la pena a dos años de prisión condicional y seis años de inhabilitación especial.