Policiales

Lo creyeron muerto y revivió en el Cullen

Asaltó a dos chicas que esperaban el colectivo en la ciudad de Santa Fe. Escapó en bicicleta, se dio un porrazo y casi se mata.

Dramáticos momentos vivieron hoy dos jovencitas que fueron víctimas de un asalto callejero.

El grave suceso ocurrió esta mañana, minutos después de las 8, en la esquina de Mitre y Javier de la Rosa (en pleno barrio de Guadalupe) donde las chicas aguardaban por un colectivo que las transporte hasta la facultad.

Pero en un momento dado apareció en escena un sujeto que se conducía en bicicleta. Se trataba de un muchacho de unos 17 años, vestido con ropas oscuras y que cubría su rostro a medias con una gorra.

Sin vacilar el sujeto arremetió contra una de las estudiantes a quien le ordenó que le entregue la cartera. La joven intentó resistir el atraco, aunque su esfuerzo rápidamente se diluyó cuando el rufián amenazó con hacer uso de un arma de fuego.

Lo que siguió fue un breve forcejeo que culminó con el ladrón llevándose su “objeto de deseo”. Con la misma velocidad con la que apareció, montó otra vez en su bicicleta e inició la fuga.

Contra el cordón

Pero la historia iba a tomar otro curso gracias a la intervención de un hombre, que pasaba por el lugar y advirtió el robo a las chicas.

Al observar que el malviviente escapaba este hombre se interpuso en su camino, lo que obligó al caco a realizar una brusca maniobra. En dicha circunstancia el malviviente cayó al suelo y golpeó fuertemente su cabeza contra el cordón de la calle.

Tan violenta fue su caída que el sujeto quedó inerte en el piso sin evidenciar reacción alguna.

A partir de entonces muchas personas fueron en auxilio de las víctimas y comenzaron los llamados a la policía y a los servicios de emergencias.

Minutos después el sector se pobló de patrulleros y peritos que comenzaron con los trámites de rigor. Trabajaron además agentes de la seccional 8va., en simultáneo con los jefes a cargo de la 4ta. Zona de Inspección.

“Está vivo”

Durante largo rato se mantuvo la incertidumbre en cuanto a la suerte corrida por el rufián. El malestar se incrementó cuando al lugar del suceso arribaron allegados al jovencito, los que comenzaron a vociferar al sospechar lo peor.

Todo se aclaró recién cuando arribó una unidad del Dipaes y el médico tomó cartas en el asunto. A poco de revisar el cuerpo el profesional lanzó su sentencia: “está vivo”, dijo.

Con la premura del caso se ordenó el traslado del involucrado hasta el hospital José M. Cullen donde se le diagnosticó traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento. No obstante una vez que se recuperó se ordenó que quede detenido y a disposición del Juzgado de Menores en turno.

Por su parte los vecinos de la zona reiteraron sus quejas por la reiteración de asaltos y arrebatos callejeros que se producen a toda hora.

Fuente: ellitoral.com

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