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Lo buscaban por doble crimen y cae por balear a tres jóvenes

Por Negui Delbianco.- Le dicen Moco, tiene 33 años y fue apresado tras tirotearse con policías en un pasillo de Ayacucho al 4100.


“Dijeron que dejemos de molestar porque iban a tirar a quien sea, chico, grande, mujeres. Son los de la banda de Centeno (por Centeno y Ayacucho, zona conocida como “la U”). Vinieron por el pasillo a los tiros un ratito después de que terminara el partido de Argentina y Chile. Los chicos estaban adentro jugando al truco cuando se aparecieron 6 tipos y les dieron con una metra. Fue una locura porque en la casa también había una chica con un bebé de 9 meses. Son unos asesinos”, describieron los habitantes de la zona sobre el ataque que sucedió anteanoche, cuando seis jóvenes balearon a tres adolescentes que estaban reunidos en una de las 15 viviendas que hay en el pasillo de Ayacucho al 4300. Tras el ataque, los chicos fueron derivados al hospital Roque Sáenz Peña y la Policía –previo enfrentamiento en uno de los laberintos de Ayacucho al 4100– detuvo a un hombre de 33 años, conocido en el barrio como Moco, quien resultó herido en el brazo izquierdo, sospechado de participar en el doble homicidio ocurrido el domingo pasado en Ayacucho al 4800.

“Esto viene desde hace mucho. Es una pelea entre bandas por lo de Caio, pero nosotros no tenemos nada que ver. Como tampoco tenía nada que ver Leandro y la hijita. Ahora nos amenazaron y nos mandaron a decir que si seguimos hablando van a venir a matarnos a todos y no les va a importar que haya pibes. No sabemos qué hacer. Tampoco podemos mandar a los chicos a la escuela”, se quejaron las mujeres del barrio.

Al mencionar a Caio recordaron el caso de Claudio Colli, asesinado 21 de septiembre de 2011 apenas subió a un colectivo de la línea 143 bandera roja en 1º de Mayo y Centeno. Por este crimen fue señalado como autor un adolescente de 16 años, hermano del muchacho asesinado el domingo.

“La noche que mataron a la nena y al papá, iban tres en la moto: el Moco (detenido anteanoche), uno de los Monedita (que se entregó en Tribunales y quedó imputado por el doble homicidio) y el Gordo Pastel (prófugo). Después que pasó todo (por el doble crimen), el Gordo pasaba en la motocicleta y aceleraba como para reírse de la muerte de Leandro y la nena. Igual que el día del velorio: los de la banda de Centeno tiraron cuetes y fuegos artificiales mientras la familia lloraba a la criatura”, contaron indignadas las vecinas.

De acuerdo con la investigación, el hecho se conoció cerca de las 0.40 de anteanoche cuando personal del hospital Roque Sáenz Peña comunicó el ingreso, desde la zona de Ayacucho al 4300, de Ángel C., de 17 años, Nicolás A. y Brian C., ambos de 15, con heridas de arma de fuego. Ante eso, personal del Comando Radioeléctrico fue al lugar y al llegar a un pasillo de Ayacucho al 4100 (y Centeno) advirtió la presencia de un hombre armado sobre el techo de una casa, explicaron los voceros.

“El muchacho armado empezó a disparar contra el personal policial, quien contestó la agresión. Producto del enfrentamiento, el atacante recibió un impacto en el brazo izquierdo y fue detenido”, prosiguieron los voceros.

Una vez en la seccional 11ª, el apresado fue identificado como Juan Marcelo A., de 33 años, quien está señalado como uno de los homicidas de Leandro Ojeda y de su hija Triana, de 4 años, indicaron los investigadores.

Laberinto en Ayacucho al 4300

En el pasillo de Ayacucho al 4300 donde al menos 6 personas abrieron fuego contra una de las viviendas y balearon a los tres adolescentes, las familias no están tranquilas y pidieron con desesperación que alguna autoridad les asegure una noche de sueño en paz. La puerta que quedó con el recuerdo de al menos 10 impactos está ubicada al fondo del camino que simula ser la continuación de pasaje Esperanto. A simple vista, el pasillo termina en la casa blanca que fue baleada. Sin embargo, una vez en el lugar se pueden descubrir al menos otros tres caminos angostos. Los vecinos contaron que por todos los caminos se llega a Ayacucho y Centeno. Incluso especificaron que anteanoche la media docena de atacantes llegó hasta donde estaban los chicos por el pasaje más ancho.

“Todos los pasillos terminan en Centeno. Vienen, hacen sus cosas y se vuelven a meter ahí. ¿Quién se va a meter? Si tienen mejores armas que la Policía. Anoche vinieron con una metra (por una ametralladora) y con una 11.25”, contaron las familias para luego reclamar la apertura de Ayacucho y Centeno.

“En ese lugar están todos los quioscos (de droga) y se esconden todos ahí”, protestaron los habitantes mientras insistían que a partir de las 17 todos los chicos son obligados a quedarse dentro de sus casas por miedo a que alguno de la banda de Centeno aparezca en el pasillo.

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