Este jueves, Maite, la chica que sufrió quemaduras tras una discusión en su casa de Pérez, fue operada por cuarta vez, y se recupera de a poco. Su pareja fue imputada en Tribunales, acusada de haberla prendido fuego tras rociarla con alcohol y luego amenazarla para que no hable.
En la audiencia pasado el mediodía, el fiscal de la Unidad especial de Violencia de Género Álvaro Campos le achacó a Nicolas V., de 28 años, un delito tipificado como lesiones graves agravadas por la relación preexistente y por mediar en un contexto de violencia de género, a lo que sumó amenazas coactivas en calidad de autor. Pese a que el juez Carlos Leiva admitió la acusación, solicitó que V. espere el juicio en su casa por 60 días, y negó así el pedido de prisión preventiva sin plazo solicitado por Fiscalía. Además, se le prohibió el contacto físico, electrónico o de cualquier tipo con la víctima.
V. negó las acusaciones, desligó su responsabilidad y se mantuvo firme en su versión de un accidente doméstico, según un vocero de Fiscalía. Contó que la discusión surgió por un secador de pelo roto y dobló la apuesta: dijo que la víctima se roció a sí misma con alcohol, pero aclaró que “no sabe cómo se prendió fuego”.
Su versión no convenció. “La experiencia indica que nadie se va a tirar alcohol en la cara y el cuerpo para perjudicar a otra persona”, precisó un vocero fiscal. Además, los testimonios de las trabajadoras sociales que asistieron a la víctima y el relato del núcleo familiar ratificaron el cuadro de violencia de género. El imputado ya tenía denuncias de febrero y junio de 2016, en cuya investigación no se avanzó, pero que ahora Fiscalía uso para determinar el contexto de violencia.
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