Un hombre de 29 años fue acribillado en la mañana de ayer a metros de la peatonal Córdoba, en un hecho que causó pánico entre los numerosos comerciantes de la zona que presenciaron o escucharon la escena. El violento ataque ocurrió dentro de una playa de estacionamiento ubicada en Maipú al 800, al lado de un boliche que los vecinos tildan como “antro” y que ya fue escenario de otras peleas que terminaron a los tiros. Gustavo Serra recibió ocho disparos minutos después de salir del local nocturno Zom, cerca de las 9.30 de ayer. Sus agresores se fugaron a bordo de un Chevrolet Astra rojo a toda velocidad.
“La única hipótesis que descartamos es robo”, dijo un vocero policial que no brindó mayores datos aunque precisó que la víctima había estado hasta media mañana de ayer dentro del boliche Zom junto con al menos dos amigas. Según esa versión, las jóvenes salieron del boliche con Serra para encontrarse con el hermano de una de ellas que las había ido a buscar a bordo de un Peugeot 307. Mientras ellas subieron al vehículo, Serra entró a pie al estacionamiento, donde fue agredido por los ocupantes de un Chevrolet Astra rojo.
“El Chevrolet ingresó al estacionamiento y se acomodó en la cochera 2, que está destinada a discapacitados y casi al lado de la garita (en el ingreso). Pero enseguida volvió a salir y se acomodó en la entrada como para retomar la calle, después sonaron los disparos”, dijo un comerciante de la zona.
Otra versión recolectada en la cuadra dice que el agresor, luego de disparar muchas veces, volvió a entrar al boliche.
Voceros policiales dijeron que el playero que atendía el estacionamiento no brindó mayores datos porque cuando comenzaron los disparos se refugió debajo de la mesa de la garita. Parte de la escena quedó registrada en las cámaras de seguridad, aunque los pesquisas no dieron información sobre su contenido.
Serra tenía ocho impactos de bala, cinco en los miembros inferiores y los tres restantes en el mentón, la ingle y la espalda. El hombre que lo había ido a buscar, de 35 años y conductor del Peugeot 307, fue quien le brindó los primeros auxilios y luego lo trasladó al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde falleció a las 14.40 de ayer tras ser sometido a una cirugía.
El conductor del 307 es una de las tres personas allegadas a la víctima que fueron demoradas por la Policía y cuyos domicilios iban a ser allanados al cierre de esta edición.
En el lugar del crimen, la Policía incautó diez vainas servidas, cinco de ellas calibre 9 milímetros con las que fue asesinado Serra, y otras de calibre 40. Los pesquisas presumen que la diferencia de calibre se debe a que amigos o allegados del fallecido pudieron haber contestado la agresión de los ocupantes del Astra rojo. Una de las balas provocó el estallido de uno de los vehículos estacionados y otra, en un colectivo del transporte urbano que pasaba por calle Maipú.
“Había mucha gente porque fue a la hora que todos abrimos los locales”, dijo una mujer que trabaja en la Galería del Paseo, que tiene una de sus entradas a metros del lugar donde ocurrió la balacera.
“Estaba en el baño y escuché unos ruidos fuertísimos. Cuando salí, vi que mucha gente que entraba gritando para refugiarse en la galería”, apuntó otra comerciante, quien agregó: “Estamos acostumbrados a los desmanes en el bar de al lado; siempre se quedan hasta cualquier hora, es un antro”.
“Le disparó a menos de un metro”, comentó un joven tras agregar que la víctima caminaba tocándose la cintura, como si también estuviese armada. Otra persona dijo que al estacionamiento ingresó Serra junto a otras personas y que discutió e incluso pateó el auto de su matador.
En la tarde de ayer, tres personas allegadas a la víctima habían sido demoradas por efectivos de la seccional 1ª, que tiene jurisdicción en la zona, a fin de esclarecer el homicidio. Al parecer, ninguno de los integrantes del trío dijo saber cuál fue el móvil del sangriento episodio.
Zom es un local nocturno que funciona hasta las 5.30 como boliche, y luego cierra y vuelve a abrir como after hasta las 10. Varios vecinos que viven en los alrededores dijeron que están cansados de los ruidos y disturbios que se provocan en la puerta los fines de semana hasta bien entrada la mañana.
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