Ciudad

Llovió lo menos pensado

Un caño que cayó de altura rompió el techo de un telecentro de la Terminal de Ómnibus. Con el correr de las horas la caída de orina y materia fecal empeoró la situación.


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Pablo Chaparro jamás imaginó la seguidilla de infortunios que iba a tener que pasar tras el fin de semana. Primero sufrió la caída de un caño desde una altura considerable que le rompió el techo del telecentro que tiene en la Terminal de Ómnibus, en el marco de las obras de remodelación y ampliación que se están realizando en la estación desde hace años. El accidente, ocurrido el lunes último, le destrozó parte del cielorraso y afortunadamente no hubo que lamentar víctimas. Pero la cuestión no terminó allí. Al día siguiente, a la mañana, comenzó a notar olor a orina y vio que la misma caía por el hueco del techo. Por si fuera poco, a la noche de ese mismo día comenzaron a “llover” restos de materia fecal, lo que convirtió al local en un peligroso foco infeccioso para clientes y trabajadores. “El negocio, por sus características, está lleno de gente todo el día, lo que pasamos fue inaudito”, contó a este diario.

“Todo esto se da, para colmo, en una situación de innumerables irregularidades que venimos sufriendo en la terminal de ómnibus. Nosotros tenemos un local donde hemos invertido mucho dinero para hacer las refacciones. Hace tan solo dos meses que estamos en el local que nos corresponde. Hemos vivido innumerables situaciones con inundaciones dentro del local, humedad y hasta aquí nadie se hizo cargo de nada”, se quejó.

El propietario del telecentro relató que “para completar esta situación, hace tres días cayó un caño al techo del local, desde más de 20 metros de altura”. “Estamos hablando de un caño de desagüe de más de un metro de largo que se nos vino encima mientras la gente de Pecam, que es la empresa que está haciendo los trabajos dentro de la terminal, estaba haciendo su trabajo. Agradezco que el cielorraso estaba colocado porque si no podría haber matado tranquilamente a una persona. Imaginate el peso que tiene, a esa altura, cayendo sobre el local”, añadió.

“Ayer (anteayer) a la mañana empecé a notar olor a orina. Cuando levanté la vista vi cómo gotas de orina caían desde el techo. Y para completar, anoche (anteanoche) directamente caía materia fecal dentro del local. Estamos hablando de un local que está en la terminal de ómnibus por donde pasan 40 mil personas diariamente, un negocio de atención al público”, agregó.

Todavía asombrado explicó que estuvo hasta la una de la mañana sacando todo el material fétido que cayó. “Esto con toda la gente adentro, acá siempre está lleno porque tenemos cabinas públicas y es permanente el ingreso de la gente. Y esto se convirtió en un foco infeccioso para todos”, continuó.

El comerciante cargó contra la administración de la terminal, la empresa Pecam e inclusive contra parte de los miembros del mantenimiento al señalar que se está ante una situación de “desidia”. “Al principio nadie se hizo cargo, ni siquiera nos han dado una mano para sacar los restos dentro del local. Hablamos con (las secretarías de) Obras Públicas, con Planeamiento y nadie se hace cargo y mientras tanto yo tengo ese agujero en el techo”, explicó.

“Yo creo que ni ellos mismos saben de dónde vienen las cañerías, no tienen certezas, y me lo han dejado así. En este momento está el local lleno y con este problema es un foco infeccioso que tengo acá adentro y no sé de qué manera actuar”, concluyó.

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