Policiales

Sin mediar palabra

Llegaron a una casa, tocaron la puerta y acribillaron a un adolescente en Empalme Graneros

La víctima, de 16 años, recibió cinco tiros, dos de ellos en el pecho, dos en el abdomen y uno en una mano. Fue en avenida Génova al 2600, entre Olavarría y Cabal, informaron fuentes policiales


Un adolescente, de 16 años, recibió cinco impactos este lunes por noche cuando dos atacantes se presentaron en una vivienda, tocaron la puerta y abrieron fuego en Génova al 2600, de barrio Empalme Graneros. Hace dos años, esa misma cuadra tiene el doloroso antecedente del triple crimen que tuvo como víctimas a Christofer Albornoz, su pareja Florencia Corbalán y la hija de ambos, de casi dos años.

De acuerdo con voceros policiales y judiciales, esta nueva víctima fatal fue identificada como Brian Ismael Sperling, de 16 años. El crimen lo cometieron dos varones que este lunes pasadas las 20 llegaron en un vehículo, se bajaron y llamaron a la puerta de una casa en la cuadra de Génova entre Cabal y Olavarría, en el noroeste.

Brian abrió y le dispararon sin media palabras. La víctima, quien estaba de visita en ese domicilio y vivía en el barrio, recibió cinco impactos: dos en tórax, dos en el abdomen y el restante en una mano. A los minutos de las detonaciones, los vecinos salieron, se encontraron con el chico malherido y llamaron al 911.

El personal de Comando Radioeléctrico llegó junto a los médicos del Sies, quienes trasladaron a Brian hasta el Hospital Alberdi. El adolescente no resistió y falleció en el camino, indicaron las fuentes relacionadas al caso.

La investigación quedó a cargo del fiscal Patricio Saldutti, quien ordenó medidas al personal del Gabinete Criminalístico como el relevamiento de la escena del hecho, pericias fotográficas, croquis, planimetría, toma de testimonios a personas que puedan aportar datos y levantamiento de rastros. En tanto, los uniformados de la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) lleva a cabo tareas tendientes a establecer tanto el móvil como la identidad de los agresores.

Según testimonios de los habitantes de la zona al noticiero local Telenoche (de Canal Tres), los dos tiradores habían arribado en moto.

Sin códigos ni piedad, el triple crimen  

El 16 de febrero de 2020 pasadas las 20,  Christofer Albornoz, su pareja Florencia Corbalán –ambos de 21 años– y su hija Adelain Chelsi, de casi dos años, iban en moto por Génova al 2600. Al llegar al cruce con Cabal, el conductor de un Ford Focus negro con dos acompañantes los alcanzó. El automovilista se posicionó a la par de la motocicleta y su acompañante comenzó a disparar con una ametralladora. Christofer perdió el equilibrio y cayó junto a su familia.

En ese momento, uno de los atacantes bajó del coche y disparó contra la niña que se encontraba junto a sus padres heridos. Las víctimas fueron trasladadas al Hospital Alberdi y la pequeña al Hospital de Niños zona Norte pero a las pocas horas todos murieron como consecuencia de las lesiones sufridas por los plomos de grueso calibre que recibieron, contó la fiscal Marisol Fabbro en la imputativa a los dos sospechosos del asesinato. Matías O., de 20 años, fue detenido en marzo de ese año y quedó en prisión sindicado como el conductor y por la amenazas que sufrió luego la familia Albornoz mientras que a los cuatro meses cayó Cristian “Salteño” V., de 23, el cual fue acusado como el que disparó la ametralladora contra las víctimas.

El 9 de septiembre pasado, Miguel “Caracú” Albornoz, padre de Christofer, sufrió una balacera en su humilde casa de Cullen al 1100 bis donde cumple una prisión domiciliaria por una causa de infracción a la ley de drogas de la Justicia federal. En esa oportunidad, dos en moto llegaron, uno se bajó, lo llamó por su nombre y cuando Caracú atendió, abrió fuego. El hombre, de 74 años, recibió dos impactos en sus piernas y salvó su vida de milagro.

En ese momento, la víctima volvió a insistir sobre su inocencia en la causa en la Justicia Federal como lo hizo desde un principio y pidió por el esclarecimiento del triple crimen. “No tengo nada que ver, mi hijo era una excelente persona. No sé por qué ponen esas cosas. Pregunten en el barrio. Soy servicial con todos los vecinos. Soy buena persona”, dijo en una entrevista a Telefé Rosario.

 

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