Jaques Morelenbaum, excelso cellista brasileño, visitará Rosario este domingo junto a su grupo Cellosam3atrio para ofrecer un variopinto setlist que incluirá un homenaje a Tom Jobim. La cita es a las 20.30 en Sala Lavardén.
Morelenbaum fue director artístico de la banda de Caetano Veloso por años. Tocó durante una década con Antonio Carlos Jobim y fue parte del grupo de Egberto Gismonti, entre muchas participaciones.
El cellista compartirá escenario con Lula Galvao en guitarra y Rafael Barata en percusión, a los que se sumará su esposa Paula Morelenbaum, que fue vocalista de Jobim durante años.
El show se compondrá de dos partes, en una el trío tocará las músicas de “Saudade do futuro, futuro da saudade”, y la otra se dedicará a mostrar el material de “Live in Italia”, un disco en vivo grabado en la ciudad de Padua en homenaje a Jobim, con quien Jaques y Paula trabajaron durante 10 años.
“Saudade do futuro…” registra composiciones propias de Morelenbaum y obras de muchos de los grandes maestros con los que el cellista ha colaborado a lo largo de su carrera, mientras que el material sobre Jobim propone standars de la bossa nova como “Corcovado”, “Samba de una sola nota” y “A felicidade” y “Garota de Ipanema”, debidas al gran pianista carioca.
La sonoridad del trío está inspirada el disco de Joao Gilberto de 1973 conocido como “Album Blanco”, donde con apenas su voz, su guitarra y una leve percusión consigue abarcar todo el universo del samba y la bossa; y de lo que aprendió Morelenbaum de Jobim sobre la economía
de información para alcanzar profundidad emocional.
“Nuestros arreglos son muy simples, incorporamos todo el tiempo la improvisación y la libertad. Así, nunca tocamos igual la misma canción, tornando esas experiencias mucho más divertidas y emocionantes para nosotros y para el público”, destacó Morelenbaum sobre los shows que ofrece el trío, que ya se ha presentado en distintas ocasiones en la Argentina.
“El samba es la perfecta simbiosis entre lo sensual e insinuante del sentido rítmico africano y la arquitectura emocional y bella del cancionero ibérico. La bossa nova destila y da un sabor renovado al samba, incorporando la sofisticación de las armonías impresionistas también utilizadas en el jazz”, supo describir Morelenbaum en una ocasión.
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