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Lin apareció sano y salvo en la puerta de las TOE

Declaró ante el fiscal que estuvo secuestrado, pero no comentó nada sobre el presunto pago de rescate.

Lin Su Zhun, el joven chino de 25 años que fue secuestrado en la noche del lunes en inmediaciones de su supermercado, ubicado en Riccheri al 1000, apareció en la tarde de ayer sano y salvo y sin dar mayores precisiones sobre el lugar donde estuvo durante gran parte de la semana. Un médico policial constató que no presentaba lesiones y al cierre de esta edición se encontraba prestando declaración testimonial ante el fiscal federal a cargo del caso. Los investigadores aún no pudieron determinar si existió un pago de rescate, y si el mismo se hizo en Rosario, Buenos Aires o China, ya que la propia víctima y sus familiares son muy reacios a aportar información, y aún mantienen sus dudas respecto de la posibilidad de que se haya tratado de un secuestro extorsivo. Aunque voceros policiales indicaron que Lin admitió ante el fiscal federal Mario Gambacorta que había sido secuestrado, que estuvo maniatado y que luego fue liberado.

“Estamos como al principio, sin poder confirmar ni descartar nada”. Ésas fueron las palabras con las que voceros de la pesquisa intentaron explicar el supuesto secuestro extorsivo registrado esta semana en la ciudad de Rosario, el primero desde el retorno de la democracia.

Las versiones son varias, pero todas coinciden en que Lin Su Zhun apareció ayer sano y salvo, sin un rasguño y que durante la mañana hizo una “vida normal, como si nada hubiera sucedido”.

Fuentes del caso mencionaron que declaró haber llegado a su vivienda durante la madrugada y que, luego de un breve saludo a los suyos, se acostó a dormir. Durante la mañana, con su supermercado cerrado, aprovechó para ir a otra sucursal a su cargo, ubicada en barrio Acíndar.

Pasado el mediodía, hizo saber a los investigadores que estaba bien y durante la tarde se presentó junto a su hermana en la sede de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), ubicada en Roullión al 1900.

Lin, conocido como Víctor, oriundo de la localidad de Putian, en la provincia de Fujian (enfrente de la isla de Taiwán), dijo que estaba bien, y luego fue revisado por un médico de las TOE, que comprobó que estaba en perfecto estado de salud. Tras esto, informó que iba a esperar para hablar con el fiscal.

Una fuente policial indicó que Lin dijo informalmente que todo se trató de una interna entre miembros de la comunidad. Luego dijo que había estado secuestrado, que lo tuvieron cautivo y maniatado y encerrado en una habitación, aunque no dio precisiones de horas ni días y que luego lo largaron en una ruta (que tampoco supo decir cuál fue). Que comenzó a caminar hasta que encontró y se tomó un remís, que le cobró 300 pesos para llevarlo hasta Rosario. Sobre el remisero o la empresa que lo trasladó, no dio precisiones, confiaron fuentes del caso.

En tanto, cerca de las 18 de ayer, el ministro de Seguridad de la provincia, Álvaro Gaviola, junto al secretario de Seguridad Pública, Horacio Ghirardi, el jefe de Policía de Provincia y el titular de la Unidad Regional II, entre otros, indicaron durante una conferencia de prensa en la sede las Tropas de Operaciones Especiales que “es un alivio su aparición sano y salvo”, aunque dejaron entrever que iban a esperar su declaración para intentar dilucidar el caso.

Las autoridades afirmaron que “no se descarta ninguna hipótesis” –ni siquiera el autosecuestro– pero aclararon que Lin es considerado “víctima de un hecho”.

El jefe de Policía de la provincia, Osvaldo Toledo manifestó que se está cumpliendo con todos los procedimientos formales y lamentó la “complicación en la investigación por la falta de colaboración de la familia”.

Pese a esto, la Policía continúa buscando pistas en base a distintas versiones, aunque con varias dificultades, entre ellas el idioma, ya que la cantidad de dialectos que tiene la comunidad china tornan muy dificultosa la pesquisa, confiaron fuentes del caso.

Una de las líneas de la investigación está abocada a qué fue lo que pasó con el dinero que fue pedido como rescate para liberar sano y salvo a Lin.

Sobre esto, se investiga el hecho de que el padre del comerciante, que vive en China, se puso al frente de la negociación porque en todo esto habría “negocios cruzados y deudas de dinero”, por lo que no descartan que el pago del rescate se haya hecho en el país asiático.

El comerciante chino fue secuestrado cerca de la medianoche del lunes pasado, cuando caminaba junto a su hija de 3 años a su casa, ubicada en Riccheri y San Juan. Entre dos y tres hombres, que se desplazaban en un utilitario, lo alzaron en ese lugar, dejando a la niña sola en la vereda. Un rato más tarde, el propio Lin se comunicó con su familia y les dijo que juntaran dos millones de pesos.

Al día siguiente se dijo que el padre de Lin, que vive en China, se puso al frente de la negociación y que dialogó con los captores en varias oportunidades, aunque nunca este hecho fue confirmado.

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