Ezequiel Nieva
En su último discurso ante la Asamblea Legislativa, el gobernador Miguel Lifschitz hizo un repaso de su gestión, insistió con la reforma de la Constitución provincial y no dejó de lado la cuestión electoral, aunque no fue el tema predominante. También se refirió a la situación económica bajo el gobierno de Cambiemos, en términos muy críticos. Y volvió a reclamar el pago de la deuda que mantiene la Nación con la provincia por descuentos indebidos sobre la coparticipación federal.
Tres días después de las elecciones primarias, el gobernador encabezó el acto de apertura del 137º período de sesiones ordinarias en la Legislatura. Fue un balance de su gestión (“hicimos mucho en estos cuatro años y vamos a seguir dándole forma y contenido al futuro”) pero también de los casi 12 años que lleva el Frente Progresista en la provincia: “Le pusimos un broche a las gestiones de Hermes Binner y Antonio Bonfatti, demostramos que las obras se terminan, que no son sólo maquetas y que las promesas se cumplen”.
Como cada 1º de mayo, como establece la Constitución, el gobernador dejó inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias en la Legislatura. Esta vez el acto tuvo un condimento especial, por realizarse solo 72 horas después de las elecciones primarias. Dos de los tres candidatos que quedaron en carrera para suceder a Lifschitz participaron del acto: el socialista Antonio Bonfatti, por ser el actual presidente de la Cámara de Diputados, y el radical de Cambiemos José Corral, invitado en su carácter de intendente de la ciudad de Santa Fe. El senador nacional Omar Perotti, vencedor de la interna del PJ y candidato a la Casa Gris, esta vez no participó del acto.
Ante los diputados y los senadores provinciales, Lifschitz planteó los proyectos legislativos que considera prioritarios para el tramo final de su mandato: entre ellos, la creación de un banco público provincial, la puesta en marcha de un fondo de garantías para potenciar a las pymes y un fideicomiso productivo para financiar en el corto y mediano plazo a los sectores productivos. Se trata de un paquete de leyes anunciado en febrero, que aun no fue tratado por las cámaras legislativas.
Último discurso: Lifschitz abrió período ordinario en la Legislatura de Santa Fe
Balance de gestión
“Estamos convencidos de que el Estado debe estar al servicio del desarrollo”, subrayó el gobernador. “Nuestra gestión ha estado guiada por la búsqueda de un modelo de desarrollo equilibrado, que produzca resultados en la actualidad y, a la vez, que garantice su sustentabilidad para el porvenir. Impulsamos un modelo de desarrollo equitativo y justo, que pueda hacer de la nuestra una provincia próspera, con una sociedad inclusiva”.
Lifschitz remarcó que esas tareas fueron posibles a pesar del “contexto nacional complejo” que le tocó en suerte, en alusión al gobierno de Mauricio Macri. Y aprovechó para reiterar su reclamo por la deuda de la coparticipación, al señalar que seguirá litigando “para cobrar la deuda que el Estado Nacional mantiene con nuestra provincia, intentando sortear las condiciones económicas adversas que han incrementado los niveles de pobreza y destruido fuentes de trabajo, deteriorando los salarios”.
“Hicimos mucho en estos cuatro años”, siguió el mandatario socialista. “Somos una coalición de gobierno exitosa en la gestión del Estado y no sólo un frente electoral. Hemos sabido rectificar errores y reconocer nuestros límites con humildad, pero también rescatamos nuestros logros. Por eso, hoy trabajamos para que Santa Fe tome fuerza y acelere el paso. La política santafesina tiene mucho por hacer todavía para poner a la provincia en el lugar en que debe estar”.
La reforma que no fue
La reforma de la Constitución provincial es la gran materia pendiente de la gestión de Lifschitz. El gobernador la había planteado apenas asumió en la Casa Gris. A diferencia de sus antecesores, que también propusieron la reforma pero no pudieron avanzar sobre el tema, el actual mandatario remitió un proyecto que quedó cajoneado en agosto del año pasado, ante la falta de acuerdo político con la oposición.
Si bien los tiempos institucionales y la composición de la Legislatura tornaron inviable la reforma, al menos en el actual período, el gobernador igual dejó hecho el reclamo: “Todo lo que le prometimos a los santafesinos desde diciembre de 2015 se ha cumplido; si algo ha quedado inconcluso, ha sido la reforma constitucional”. Y luego, en un mensaje dirigido a los futuros legisladores, remató: “No sería bueno que guardemos en un cajón el proyecto de la reforma constitucional”.
Aunque el mecanismo fue objetado por la oposición, el mandatario santafesino confirmó que junto a las elecciones generales del 16 de junio se realizará una consulta popular para que la ciudadanía se exprese sobre la necesidad de actualizar la Carta Magna: “Será una consulta popular no vinculante, coincidente con el próximo turno de las elecciones generales de junio, para que el pueblo opine libremente”, sintetizó Lifschitz.
La tarifa de la EPE
Entre los pocos anuncios realizados por el gobernador, se desataca uno vinculado a la tarifa energética. En relación al anuncio de la Nación de congelamiento tarifario, para frenar la inflación, el mandatario socialista dijo que “Santa Fe ya había tomado una decisión similar meses atrás, sin embargo en estos días el gobierno nacional ha impuesto un nuevo incremento de energía mayorista de aproximadamente un 3% para aplicar al sector industrial y comercial. En la provincia de Santa Fe, coordinando acciones con las provincias de Córdoba y de Entre Ríos, en el marco de la Región Centro, hemos acordado no trasladar esos aumentos al sector productivo, atentos a la profunda crisis económica que estamos atravesando”.
Seguridad y territorio
No fue el eje ni el tema central del discurso, pero Lischitz no eludió la cuestión de la inseguridad, una de las preocupaciones principales de la ciudadanía junto con la situación económica.
“No creemos en la militarización de la lucha contra el delito y el narcotráfico”, definió el gobernador, en franco desafío a las propuestas de los candidatos opositores. “No dio resultado en ninguna parte del mundo. Sí creemos en la firmeza de los gobiernos, el profesionalismo de las fuerzas de seguridad, la legalidad y la integralidad de las políticas de seguridad en vinculación con políticas de empleo, educativa y social”.
En ese sentido, el mandatario remarcó que se puso en marcha “un plan de seguridad pensado de manera integral y abarcativo de los múltiples aspectos del problema”. Y agregó: “Un primer objetivo era profundizar la reforma policial, asumiendo la responsabilidad de ejercer el gobierno y control político de la fuerza y de la política de seguridad desde una perspectiva multidisciplinaria para la prevención, represión e investigación del delito y la violencia”.
Luego enumeró: “Impulsamos junto al Ministerio Público de la Acusación y los gobiernos locales de Rosario, Santa Fe y Rafaela el Dispositivo de Intervención Multiagencial para el Abordaje Territorial de las Violencias, con notable éxito en el objetivo de pacificar los territorios más afectados por la violencia. Hemos priorizando el trabajo sobre los barrios más cruzados por la violencia. La intervención social más impactante por su despliegue territorial es el Plan Abre. Empezó en 33 barrios y hoy amplió su escala a 69 barrios de los grandes centros urbanos de la provincia”.
Además, mencionó que “más de 15 mil jóvenes participan todos los años del programa Nueva Oportunidad y otros 45 mil, en este periodo (2015-2019), volvieron a la escuela porque fuimos a sus casas a ayudarlos para regresar al estudio”.
Obras de infraestructura
Durante su discurso, Lifschitz enumeró las obras viales y de infraestructura que llevó adelante su gestión: “Llevamos adelante un plan vial con fondos propios y financiamiento externo que comprende la construcción de 240 kilómetros de nuevas rutas pavimentadas, 1030 kilómetros de repavimentaciones y 2400 kilómetros de reparaciones integrales, además de 250 kilómetros de accesos y caminos enripiados”.
“Recuperamos para la gestión pública la autopista Rosario-Santa Fe, después de varias experiencias de concesión que no tuvieron un buen resultado y estamos encarando un plan ambicioso de repavimentación y de modernización de la principal vía de comunicación de la provincia de Santa Fe”.
“Las obras hídricas –siguió el gobernador– son una prioridad, con el objeto de proteger las zonas urbanas de todas las localidades de la provincia y disminuir los impactos de las inundaciones sobre las zonas productivas. Ejecutamos desagües urbanos en localidades como nunca antes se habían hecho. Firmamos 95 Convenios con Comités de Cuenca. Entregamos maquinarias nuevas y cedimos equipos existentes. Licitamos canalizaciones, defensas y puentes”.
Luego se refirió al plan de acueductos para llevar agua potable a toda la provincia: “Inauguramos el Acueducto del Norte. Pusimos en funcionamiento la primera etapa del Desvío Arijón, llevando agua potable a Desvío Arijón, Sauce Viejo y Santo Tomé y estamos ejecutando la segunda etapa, para llegar a Rafaela y otras localidades de dos departamentos. Inauguramos la primera etapa del Acueducto de La Costa, que brinda servicio a los habitantes de San José del Rincón. Se encuentra habilitado el Acueducto Reconquista, para proveer a 24 localidades del norte de la provincia con una inversión de 6 mil millones de pesos. Y estamos avanzando en la II etapa del Acueducto Gran Rosario y la ampliación de la planta potabilizadora de la ciudad de Santa Fe que ya están licitados. Y hemos proyectado junto a Córdoba el Acueducto Biprovincial Coronda/San Francisco para abastecer de agua a más de 30 localidades de nuestra provincia y 38 en Córdoba en una primera etapa”.
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