La cúpula militar de los rebeldes libios afirmó hoy que la OTAN los decepcionó. El general Abdelfatah Yunes, jefe de los rebeldes, brindó una conferencia de prensa en Bengazi en la que acusó a la alianza de dejar morir cada día a los habitantes de Misurata, la tercera ciudad del país norafricano asediada desde hace más de mes por las tropas del Gobierno de Muammar Gaddafi.
“La OTAN nos ha decepcionado, no nos ha ofrecido lo que necesitábamos y está dejando a las fuerzas de Gaddafi matar a los libios”, dijo Yunes en Bengazi, el bastión rebelde en el este de Libia.
Yunes explicó que su equipo ha estado en contacto con “los enviados de la OTAN” para dirigir los ataques aliados hacia objetivos que protejan a la población civil pero que, hasta ahora, la alianza no les ha “proporcionado” lo que necesitan.
“Si la OTAN espera otra semana más no habrá ya nada más en Misurata, será un crimen que la alianza deberá cargar sobre sus espaldas”, estimó el máximo dirigente militar de la insurgencia libia, que dimitió de su cargo como ministro de Interior del gobierno de Gaddafi a los pocos días de iniciarse la revuelta el 14 de febrero.
Según Yunes, la OTAN “está bombardeando solamente algunas zonas definidas aquí y allá” mientras los habitantes de Misurata “están amenazados” de exterminio, informó la agencia de noticias Europa Press.
El jefe militar rebelde aseguró que esta ciudad se encuentra al borde del “colapso total”, sin agua, sin electricidad y sin comida para los niños.
“Esto lleva así 40 días, con bombardeos diarios de artillería pesada sobre objetivos civiles como edificios, hospitales y mezquitas “, remarcó Yunes y agregó: “Ninguna población ha sufrido algo parecido”.
Por su parte, la OTAN afirmó hoy desde Bruselas que la defensa de la población civil de Misurata es su “prioridad número uno” y que desde ayer lanzaron 14 operaciones, principalmente en los alrededores de esa ciudad.
Con anterioridad, otras fuentes habían denunciado que los ataques de la OTAN habían provocado víctimas civiles en Trípoli.
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