La OTAN bombardeó posiciones de las fuerzas leales de Muamar Gadafi ubicadas en Brega, donde los rebeldes se alistan para una nueva ofensiva con la intención de recuperar el control de la ciudad clave ubicada a 800 kilómetros de la capital Trípoli.
Aviones de la coalición lanzaron un ataque a 30 kilómetros al este del puerto petrolero de Brega. El bombardeo provocó la destrucción de dos camionetas de las fuerzas proGadafi, que habían realizado una incursión en un sector desértico. Aunque no causó víctimas, ya que los soldados que se hallaban en los vehículos lograron huir.
Por su parte, las fuerzas rebeldes rodean el enclave petrolífero, en torno al que la línea del frente oriental permanece estancada desde hace días, y confían en poder recuperar en breve la localidad, afirmó el portavoz insurgente Mustafá Geriani.
Según Geriani, las tropas de Gadafi no están recibiendo suministro alguno para reponer su armamento y se encuentran desmoralizadas, mientras los rebeldes controlan los accesos al enclave desde tres puntos diferentes.
“Es la primera vez las tropas del régimen no rodean la ciudad y somos nosotros quienes lo hacemos desde tres direcciones”, dijo el portavoz rebelde, que aseguró que “lo que queda en Brega son pequeños grupos de gadafistas desmoralizados y casi sin munición”.
En relación con las supuestas negociaciones que estarían llevando a cabo emisarios del régimen de Trípoli en diferentes países para el abandono del poder por parte de Gadafi y su sucesión por su hijo Seif el Islam, el portavoz rebelde negó cualquier contacto de la parte insurgente y rechazó de plano toda negociación.
“Gadafi, su régimen y sus hijos han perdido hace tiempo toda legitimidad. Seif el Islam quería destruir Bengasi, tienen tanta sangre en sus manos, ¿cómo puedes negociar con un loco que no respeta ninguna de las resoluciones de la ONU?”, se preguntó.
Por último, Geriani explicó que la dirección rebelde en Bengasi intenta ayudar en este sentido a cualquier ciudad libia asediada, entre las que citó Misrata, la tercera urbe del país, y Zenten -ambas en el oeste- donde “se está llevando a cabo un genocidio”, aseveró.
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