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Libia: Gaddafi exige fin de bombardeos aliados

Mientras repele ofensiva rebelde, el líder libio pidió el fin de los ataques de la Coalición Internacional. Mientras tanto, en Londres se reúnen países occidentales y árabes para dar apoyo a la intervención militar. Libia: avanzan las tropas rebeldes y se atrincheran las fuerzas de Gaddafi

El líder libio Muammar Gaddafi exigió hoy el fin de los bombardeos de la coalición internacional contra sus fuerzas. Mientras tanto, repele los ataques rebeldes y su avance hacia el oeste.

Por otra parte, en Londres se realiza una reunión de países occidentales y árabes para dar respaldo político a la intervención militar. De la misma participarán representantes de unos 35 países y de varios organismos internacionales -ONU, OTAN, Unión Europea (UE), Organización de la Conferencia Islámica (OCI) y Liga Árabe- iniciaron la reunión en Londres con promesas de continuar las acciones militares hasta que

Gaddafi cese sus “ataques criminales” y de “ayudar” al pueblo libio a “planear” su futuro después del conflicto.

El primer ministro británico, David Cameron, subrayó que la población de Misrata continuaba “sufriendo ataques criminales por parte del régimen”, que incumple de manera “flagrante” la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Esa resolución abrió la vía de la intervención aliada, al autorizar recurrir a todos los medios necesarios para impedir la matanza de civiles por parte de las fuerzas de Gaddafi en su lucha contra la rebelión.

Sin embargo, Gaddafi ve las cosas de otro modo y denunció una “ofensiva bárbara e injusta contra Libia”, según un comunicado de la agencia oficial Jana. “Dejen Libia a los libios, están llevando a cabo una operación de exterminio contra un pueblo seguro y destruyendo un país en desarrollo”, agregó el coronel Gaddafi, en el poder desde 1969, que desde mediados de febrero enfrenta una rebelión que se hizo con el control de varias zonas del país, sobre todo en el este.

La coalición liderada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña desencadenó el 19 de marzo una campaña de bombardeos que frenó la contraofensiva de las fuerzas de Gaddafi cerca de Bengasi (la capital rebelde, mil kilómetros al este de Trípoli) y permitió a los insurgentes recuperar algunas ciudades y localidades petroleras.

Pero las fuerzas regulares contuvieron a su vez el lunes el avance de sus enemigos, cuando se hallaban a apenas 100 kilómetros de Sirte, la ciudad natal de Gaddafi, y este martes los obligaron a replegarse unos 40 kilómetros, hasta la localidad de Nofilia, bajo el fuego de armas pesadas y morteros.

Dos fuertes explosiones sacudieron el martes Trípoli, en el sector donde se halla la residencia de Gadafi, y otras siete Tayura, en los alrededores al este de la capital.

En medio del bombardeo y los enfrentamientos militares, el presidente estadounidense Barack Obama justificó su decisión de intervenir en Libia alegando que permitió “impedir una masacre”, pero advirtió que una campaña militar para derrocar a Gaddafi podría repetir el baño de sangre y el sufrimiento de Irak.

En el plano político, el Consejo Nacional de Transición (CNT), la autoridad provisional que representa a los rebeldes, prometió “elecciones libres y justas” tras la caída de Gaddafi.

El CNT fue reconocido por Francia y por Qatar y mantiene reuniones con muchas delegaciones que asisten a la conferencia de Londres, aunque no fue invitado a participar en ésta.

En esta reunión se formó un grupo de contacto sobre Libia, que celebrará su primera reunión en Qatar.

Unas 330 mil personas, casi todas de otras nacionalidades, se vieron obligadas a huir de Libia desde el inicio de la rebelión, y unas 9 mil se hallan bloqueadas en las fronteras con Túnez y Egipto, según datos de la ONU.

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