Un suboficial de la Policía provincial de 36 años quedó imputado ayer por exceso en la legítima defensa en la causa que lo investiga por el homicidio de un joven de 23 años que ocurrió anteayer por la mañana en medio de un supuesto robo tras dejar a su hijo en una parada de colectivos, en el barrio de la Carne. A pesar de la imputación en contra del uniformado Alejandro C., el juez Javier Beltramone decidió que permanezca en libertad mientras se sustancia el proceso.
El hecho ocurrió anteayer alrededor de las 6.30 cuando el suboficial, que trabaja en la oficina de Sumarios Administrativos de la Unidad Regional II, regresaba de dejar a su hijo en la parada de colectivos de Batlle y Ordóñez y Arteaga. El uniformado dijo haber tomado por Arteaga y al llegar a la altura del 6300, esquina Patricios, dos muchachos en bicicleta lo apuntaron con un arma de fuego y le exigieron que entregara sus pertenencias. El hombre entregó su billetera y la moto, contó. En ese momento, hubo una situación confusa en la que los presuntos asaltantes lo apuntaron de nuevo debido a que se dieron cuenta de su condición de policía, lo que derivó en dos detonaciones, según manifestó el suboficial. Éste agregó que contestó la agresión con disparos. Los sospechosos escaparon, uno en la moto del policía, y el otro en la bicicleta rodado 26, siempre según esta versión.
Pasaron unos minutos y en Buenos Aires y Alzugaray –a unas tres cuadras donde se produjo el supuesto enfrentamiento–, cayó sin vida el ciclista, identificado como Jonathan Facundo Moyano, de 23 años, producto de un disparo en la nuca. El personal policial arribó y se incautó de la bicicleta y también dejó asentado haber hallado entre las ropas del fallecido la billetera del suboficial, pero no encontraron arma de fuego alguna, especificaron los investigadores para agregar que se incautaron de diez vainas calibres 9 milímetros en Arteaga al 6300.
Exceso
Fue en base a la declaración del policía, en la cual adujo que uno de los dos ladrones le disparó (aunque la existencia del arma sólo surge de su versión de los hechos), que el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Luis Schiappa Pietra lo acusó ayer al mediodía por exceso en la legítima defensa en la instancia presidida por el juez Javier Beltramone y, como medida cautelar, pidió que cumpliera detención domiciliaria, según fuentes judiciales. El magistrado aceptó la imputación, pero decidió que el uniformado permanezca en libertad mientras dura el proceso.
“El exceso se debe a que, al no encontrarse la otra arma, el suboficial no tuvo una reacción acorde con la proporcionalidad del ataque. En la legítima defensa se debe tener en cuenta una coherencia de la defensa con el nivel de la agresión”, explicó un vocero judicial.
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