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Liberan a dos de los presos por crímenes de ancianos

La jueza Pérez Vara dictó la falta de mérito para el hermano menor del principal sospechoso y un ex policía.

El menor de los hermanos Santoro fue liberado luego de recibir el dictado de falta de mérito por la jueza de Instrucción 5ª María Luisa Pérez Vara en los homicidios de los ancianos Susana Beatriz García de Giménez, Néstor José Savini y Concepción Lavore ocurridos entre febrero y mayo del año pasado. El joven, que había sido detenido a principios de octubre, había quedado involucrado en los hechos a partir del testimonio de uno de los coimputados, aunque luego no surgieron otros indicios o algún material objetivo que implicara al acusado en los hechos, refirió la jueza en su fallo. Otro de los acusados que obtuvo falta de mérito por encubrimiento agravado fue el ex policía Víctor V., quien luego de permanecer prófugo durante varios meses se presentó espontáneamente y declaró que los objetos secuestrados en su vivienda pertenecían a un negocio que tenía con otro de los acusados. En este caso, la magistrada sostuvo que más allá de los dichos de Martín Santoro –detenido y procesado por los tres homicidios–, quien lo vinculó en una supuesta participación en los robos de pertenencias a los ancianos, no surgen elementos que permitan determinar que hubiera encubierto alguna conducta de otra índole.

Gustavo Santoro tiene 23 años y a diferencia de sus hermanos no había sido vinculado a la causa conocida como los crímenes de barrio Parque. Aunque a comienzos de octubre pasado la magistrada a cargo del caso consideró necesaria su detención a partir de los dichos del coimputado Pablo R., a lo que se sumó una comunicación telefónica anónima recibida en la seccional 5ª que sostenía que el día de la muerte de Susana García vieron a Gustavo y Martín Santoro ingresar en la vivienda de la víctima.

Durante su indagatoria, Pablo R. –quien luego obtuvo falta de mérito por encubrimiento agravado– sostuvo que desde un primer momento colaboró con la investigación y aportó una serie de datos que ayudaron a la detención de Martín Santoro y agregó que el mayor de los hermanos verduleros le dijo que los crímenes los cometía con su hermano, a quien conocía pero no recordaba su nombre. Posteriormente se realizó una rueda de reconocimiento en la que participó Pablo R., que arrojó resultado positivo.

Al analizar la situación procesal de Gustavo Santoro, la magistrada explicó en la resolución que las afirmaciones aludidas por Pablo R. en principio aparecían de interés para la investigación, pero “no existió otro elemento material objetivo que lo vincule a los hechos”. La jueza sostuvo que “no puede considerarse el contenido del anónimo recibido en la comisaría y que no hay ningún secuestro de objetos de las víctimas que lo vinculen a los hechos y tampoco fue nombrado por su hermano Martín. Los dichos de Pablo R., si bien permitieron fundar la sospecha, no resultaron idóneos para fundar un juicio de probabilidad cierto. Con estos fundamentos el sospechoso fue beneficiado con un falta de merito en los homicidios criminis causa de los ancianos”, sostiene la jueza Pérez Vara.

Otro acusado que logró la falta de mérito fue el ex policía Víctor V., quien luego de permanecer varios meses prófugo se presentó a declarar y recuperó la libertad. Ahora la magistrada le dictó falta de mérito por el delito de encubrimiento agravado. El ex uniformado había quedado involucrado luego de que Martín Santoro afirmara que participaba en los robos a los ancianos y en su domicilio se encontraran electrodomésticos de la marca Gafa y un charango que se presume pertenecía a una de las víctimas. Al resolver su situación procesal la jueza tuvo en cuenta que Santoro sólo lo identificó con el nombre de pila y que no lo vinculó con los homicidios, que el charango no fue reconocido por familiares de Savini y que más allá de la vinculación que le achacara Santoro “no existen otros elementos que lo vinculen a la causa”.

Muertes en barrio Parque

El cuerpo sin vida de Concepción Lavore fue hallado el 19 de febrero del año pasado en su domicilio de Suipacha 2124. Había sido asfixiada con una bolsa en la cabeza unos diez días antes del hallazgo del cadáver. Tenía 73 años. El 27 de mayo siguiente encontraron estrangulada a Susana García de Jiménez, de 75 años, en su casa de Riobamba 3036, también dentro de barrio Parque. Además, el 13 del mismo mes, en la localidad de Zavalla, ubicada a20 kilómetrosde Rosario, había sido hallado el cadáver de José Ramón Savini, de 74 años y domiciliado en Dorrego 2338 de esa ciudad.

En los tres asesinatos se investigó el robo como móvil y fueron parte de los objetos sustraídos en las casas de las víctimas los que aparecieron en los domicilios de los imputados lo que unificó las causas, ya que hubo más homicidios de ancianos en barrio Parque que no se pudieron vincular con esta saga.

Entre ellos se encuentran los asesinatos de María Inés Gómez, de 78 años, hallada sin vida en su casa de pasaje Coffin 3033 el 20 de enero de 2009; el homicidio de Alfredo Ciro Nasurdi, de 78 años, asesinado de más de 10 puñaladas en su casa de Moreno al 2100, y el de de Olga Osello, de 88 años y muerta en su casa de Viamonte al 1500 el 2 de junio del año pasado.

Las miradas sobre los verduleros surgieron, hace más de un año, a partir de una llamada anónima a la seccional 5ª que brindó información sobre el homicidio de Susana García y que sindicaba a Martín Santoro como sospechoso porque entraba a la casa de la mujer a llevarle mercadería, indicaban fuentes del caso.

El mayor de los hermanos verduleros, Martín Santoro, está procesado como autor material de los tres primeros crímenes. Sus otros dos hermanos, Federico y Cristian, detenidos a mediados del año pasado junto con Martín, también recibieron la falta de mérito, y otras dos mujeres (una vecina del barrio y una empleada del negocio de Martín), fueron desligadas del caso por falta de pruebas. Dos hombres, identificados como Matías M. y José M., fueron procesados por encubrimiento. Otras dos mujeres, Alicia P., vecina del barrio y Natalia L., empleada de una de las verdulerías del procesado, fueron desligadas del caso por falta de pruebas. Mientras que Pablo R. recibió la falta de mérito a mediados del mes pasado.

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