Tras superar el desafío de las Paso, Marcelo Lewandowski confía en disputarle mano a mano la senaduría del departamento Rosario a Mónica Fein como candidato del Frente Juntos. En diálogo con El Ciudadano, manifestó sus expectativas para poner en marcha proyectos vinculados fundamentalmente a la producción y a la inclusión social.
El candidato a senador consideró fundamental mantener lazos con actores de la sociedad civil que trabajan habitualmente en los barrios, para darles el apoyo en la contención. Por otra parte, enfocó sus proyectos más ambiciosos en la industria y la producción a través de “propuestas desde la cuestión impositiva, tarifas diferenciadas, y de ayuda al comercio y la industria para revitalizarlos”.
Sostuvo que la gestión del Frente Progresista en la provincia “piensa sólo en los servicios y en estos años le ha dado poca importancia a la pequeña y mediana empresa”. A poco de las elecciones generales, confió en que es “la única alternativa válida para derrotar a la candidata del oficialismo”.
—¿El Frente Juntos es la alternativa al Frente Progresista en Santa Fe?
—Yo veo una recepción muy buena, siento que la gente en las Paso ha dicho basta al proyecto socialista. Javkin no es el núcleo central del socialismo, que ha tenido una derrota clara en Rosario. Eso quiere decir basta con una política en la provincia de Santa Fe que le ha errado en lo productivo y en la seguridad. Hoy soy la única alternativa válida para derrotar a la candidata del oficialismo. Yo no quisiera que ella traslade lo que vivimos en Rosario al resto del departamento, porque hoy en Rosario vivimos exclusión en los barrios e inseguridad en toda la ciudad.
—¿Qué cuestiones nuevas surgieron tras estos meses en la recorrida de campaña?
—Lo que ratifico cada vez que camino por las ciudades es que el senador debe ser una figura preponderante en el armado social del departamento. Tiene que ser el facilitador. Si estás cerca del presidente comunal, o del intendente, estás cerca del ciudadano. La tarea social que hoy hay que hacer es muy grande, por eso hay que ayudar con cada comedor o con cada vecinal. En cada barrio te vas a encontrar con alguien que ya conoce el territorio, sabe cómo ayudar a los vecinos y por eso hay que apoyarlo. El Estado hoy está ausente en los lugares más vulnerables, y lo que hay que hacer es ayudar a quienes sí están presentes, hay que acercarse para ver lo que falta.
—¿Por dónde hay que empezar a trabajar?
—Tiene que haber un re ordenamiento del área metropolitana en el Gran Rosario. Hay que ponerse a pensar cómo elaborar un proyecto en común. Hay que pensarla como si fuera una mini provincia, donde, por ejemplo, si llevás un loteo tiene que haber agua, cloaca, gas y pavimento, y tenés que ver como llevás el transporte. Porque si no tenés el caso de Funes, con un crecimiento exponencial demográfico, donde no hay desarrollo de todas esa infraestructura, y después cuesta muchísimo. Las obras de infraestructura en ese sentido tienen que ver con una acción social para mejorarle la calidad de vida a la gente.
—¿Se puede morigerar la crisis con herramientas desde la región?
—Hay una condición nacional que complica, pero hay que empezar a revertirla con proyectos desde acá. Uno tiene que tener una variedad de ofertas, hoy nosotros nos quedamos con una provincia que piensa sólo en los servicios y en estos años le ha dado poca importancia a la pequeña y mediana empresa. El fortalecimiento de la mediana empresa te va a dar la mayor cantidad de salida laboral. Hay cuestiones que se pueden hacer desde la provincia, tenemos una provincia rica, con recursos propios para tratar de morigerar ese embate nacional.
—¿Cuáles son las herramientas disponibles y destinadas a qué sectores?
—Tiene que haber propuestas desde la cuestión impositiva, tarifas diferenciadas, para tratar de ayudar al comercio y la industria y revitalizarlos. Tenemos un cordón industrial afectado por las importaciones, entonces juntemos a los legisladores que nos representan a nivel nacional, juntemos las Cámaras, pongamos al ministro de Producción al frente y defendamos lo industrial, porque cada puesto que se pierde es una familia más que entra en el circuito lógico de desesperación. No hemos visto que en estos años cierren fábricas y que alguien a nivel local se preocupe.
—¿Esa situación impacta en el tema seguridad?
—En el tema seguridad lo que se puede trabajar mucho, además del ordenamiento de las fuerzas de seguridad, es el tema de la inclusión. Hay que buscar la manera de que chicos y chicas de los barrios estén en un club, en escuelas, que no estén en las calles y que estén contenidos. Hoy estamos viviendo una crisis de alimentos, falta comida, entonces hoy hay que ir por lo urgente, para llevar esa asistencia que es imperiosa, pero también hay que proyectar.
—¿Por dónde se empieza?
—Hay que revisar los planes educativos para que la escuela revierta los contenidos, y que le de proyección para una salida laboral a los jóvenes. Que no sea una escuela que va por un lado y la realidad laboral por el otro, hay que sentarse y planificar. Hay cosas que son inmediatas, y hay cosas que van a llevar más tiempo pero hay que sentarse a hacerlas.
—¿Se puede trabajar desde el territorio en esas cuestiones?
—Hay mucha gente que trabaja en cuestiones que están invisibilizadas, hay mucha gente que trabaja con los vecinos en los barrios y puede ayudar a tejer ese entramado que necesitamos en los barrios. Hoy estar dentro de un club de barrio es un trabajo que requiere de un compromiso social muy importante. Hay vecinos que trabajan allí y significan el segundo padre o madre para los chicos.
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