Policiales

Brutal ataque

Se les acercó al auto y los acribilló: un joven muerto y una chica grave

Eduardo "Chulo" Villegas tenía 28 años y lo encontraron acribillado dentro de un auto. Del lado del acompañante estaba Belén, de 26 años, pareja del asesinado. Ella relató que otro vehículo les cortó el paso y un hombre se bajó y les disparó. La joven fue trasladada al hospital Eva Perón


Crédito de foto: Televisión Regional.

El miércoles a las 22.30 los vecinos de Sargento Cabral y Cayetano Nerbutti, en Puerto General San Martín, escucharon estampidos. Primero pensaron que se trataba de motos tirando corte, pero al salir de sus casas se encontraron con un automóvil detenido en plena calle. Dentro del vehículo, vieron un hombre inconsciente tumbado sobre el volante. Del lado del acompañante, había una joven con la cara destrozada. Pronto llegaron los uniformados, quienes constataron que el conductor había fallecido producto de múltiples disparos. La chica tenía una herida de bala que le atravesó la mejilla. El ataque, de una inusual violencia, sorprendió a los habitantes de esa localidad del Cordón industrial: los peritos encontraron en la escena alrededor de 20 vainas servidas, confiaron fuentes del caso.

La víctima fue identificada como Eduardo Luis Carlos Villegas, tenía 28 años y le decían Chulo, quien estaba acompañado por su pareja Evangelina Belén C., de 26, indicaron fuentes policiales para agregar que la joven alcanzó a decirles que al llegar a Nerbutti y Cabral otro vehículo les cortó el paso. De ese auto, al parecer color gris, bajó un hombre armado, el cual disparó hacia la ventanilla donde estaba sentada la muchacha.

La mayoría de los impactos alcanzaron a Chulo en la cabeza y el pecho, y murió en el acto. Belén, aún con heridas graves –un disparo le atravesó las mejillas–, alcanzó a esbozar una breve descripción del ataque y fue derivada al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria con pronóstico reservado. Su declaración será fundamental para la investigación, confiaron los detectives a cargo de la pesquisa.

Un dato que no pasó desapercibido fue que debajo de la rueda izquierda del vehículo, un Chevrolet Corsa negro, aparecieron 5 bochitas de cocaína. Además, la gran cantidad de disparos sobre la víctima enseguida se tradujo en comentarios que tildaron el crimen como “ajuste de cuenta narco”. En el lugar, los pesquisas recolectaron 20 vainas servidas y algunas versiones dieron cuenta de que era calibre 9 milímetros.

“Por ahora se desconoce a quiénes pertenecían”, dijo una alta fuente de la investigación respecto de la droga incautada. El fiscal de San Lorenzo en turno, Leandro Lucente, quedó a cargo del caso.

En ese marco, familiares de Chulo en diálogo con El Ciudadano negaron los rumores sobre un ajuste de cuentas por narcomenudeo y se mostraron doloridos. “Duele escuchar que digan eso de mi hermano, cuando todo el mundo lo conoce y sabe lo laburante que era. Él levantaba pedidos de gaseosa y vinos, trabajaba en una distribuidora”, contó Maru, una hermana de la víctima. La chica aseguró que su hermano “no tenía deudas”.

Según se supo, Chulo vivía con dos hermanas y su madre en Fray Peña al 2300, de San Lorenzo. Su padre, camionero, se enteró del crimen en medio de un viaje de trabajo que tenía como destino Brasil. Mientras Maru esperaba recibir el cuerpo de Chulo para velarlo, prefirió guardarse sus sospechas de qué pudo haber ocurrido para que su hermano termine acribillado de múltiples balazos. En cambio, optó por recordarlo como “una persona muy querida. Nadie tenía derecho a arrancarle la vida como lo hicieron”, señaló.

En la escena del crimen, el fiscal ordenó las medidas a los policías de la Unidad Regional XVII y a la Brigada de Homicidios de PDI San Lorenzo. Una fuente de la investigación admitió a este diario que la ejecución de Chulo aún está rodeada de misterio y sorprende por su ferocidad. “La verdad es que como la sobreviviente está grave todavía no se la pudo entrevistar, y el lugar tampoco aportó mucho. Los familiares de las víctimas y los vecinos del lugar no brindaron información de interés. Lo que sí llama la atención es la cantidad de disparos, y tampoco se sabe que hacían ellos ahí, ya que son de San Lorenzo. Será fundamental el testimonio de Belén, pero como recibió un disparo en la zona de la cara todavía no podía declarar”, dijo el detective.

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