Ciudad

Diplomados

Leer y escribir es la meta básica

Hoy entregan los diplomas a las casi 300 personas alfabetizadas este año en Rosario mediante el programa cubano “Yo sí puedo” que aplica el municipio. También distinguirán a “facilitadores” que acompañan en el aprendizaje.


Hoy, desde las 19, se realizará en el teatro La Comedia (Mitre 958) el acto de entrega de diplomas a los egresados del programa de alfabetización “Yo sí puedo”. Se graduarán 283 participantes y serán distinguidos por su trayectoria 38 de los 53 facilitadores voluntarios que acompañan a grupos en el proceso de alfabetización. Estos grupos han funcionado en más de 36 organizaciones sociales, nueve casas de familia y más de quince instituciones. El acto contará con la presencia de la intendenta Mónica Fein; el consejero comercial y económico de la embajada de la República de Cuba, Jorge Risquet Valdés Jiménez; el coordinador nacional de la Misión Educativa de Cuba, Jorge Padrón, y el secretario de la fundación Un mundo mejor es posible (Ummep), Diego Gandini.

“Es importante destacar la cantidad de voluntarios que hay en Rosario. Es algo propio de la ciudad, su solidaridad. No se cobra nada. Por otro lado, es importante el esfuerzo que hacen quienes quieren aprender a leer y escribir. Antes costaba mucho más que se acerquen al programa. Pero no termina ahí: quienes se alfabetizan son inscriptos para seguir con su educación en el sector público. Ya hemos sumado 63 personas a la escuela de adultos”, indicó la directora del plan, Elisabet Crettaz.

En los cuatro años que lleva aplicándose el programa en la ciudad, se han graduado más de mil participantes y han contribuido más de 250 facilitadores voluntarios dando clases en 297 organizaciones sociales.

Al alcance de todos

Entre otros espacios donde se desarrolla la tarea, se destacan la Mesa de Encuentro Barrial, el Centro Comunitario Buenos Vecinos, los centros cultural Corazones Alegres y Ralagay Yo Goñi, la comunidad toba No Ogunek y la Cooperativa Vía Honda, entre otras.

Además, el programa tiene sede en 86 instituciones que van desde centros de salud, iglesias, escuelas, vecinales, centros de convivencia barrial y centros integradores comunitarios hasta el hospital Roque Sáenz Peña.

El “Yo sí puedo” es un método de lectoescritura de origen cubano que el municipio y organizaciones locales impulsan en Rosario. Se lleva a cabo gracias a la participación de facilitadores que ofrecen su tiempo y dedicación en forma voluntaria para enseñar a leer y escribir. El acceso a este programa es voluntario y se brinda capacitación a quienes deseen participar del mismo como facilitadores. Una de las claves del programa son los pocos requerimientos de infraestructura: un CD con las clases, cartillas, un cuaderno, lápiz y goma por participante y, obviamente, un facilitador.

Los barrios donde se desarrolla este plan son Empalme Graneros, Ludueña, La Bombacha, 7 de Setiembre, La esperanza, Antártida, Tango, Santa Clara, Los Humitos, Villa Pororó, Gráfico, Villa del Sol, Los Unidos, Casiano Casas, Cristalería, Cerámica, Nuevo Alberdi Oeste, Travesía Norte, Industrial, Vía Honda, Las Flores, Alvear y Bolatti.

Los avances

En diálogo con El Ciudadano, la directora del plan, Elisabet Crettaz, explicó que la dinámica del programa tiene dos variables: las instituciones donde ya funciona y los grupos se renuevan año a año, y el relevamiento puerta a puerta que hace el municipio por distrito. “Todavía no tenemos los datos del último censo de 2010 sobre la cantidad de analfabetos de la ciudad. Por eso, nos ocupamos desde hace años de tomar sectores de la ciudad y entrevistar en una especie de barrido para encontrar personas para alfabetizar”, señaló la funcionaria.

La estrategia fue desplegada en los últimos dos años en el norte de la ciudad y como logro a fin de año, según adelantó la funcionaria, antes de que despunte 2015 estarán en condiciones de declarar a la zona noroeste como libre de analfabetismo.

“La Unesco nos pide que sólo haya un uno por ciento de analfabetos. El año pasado se terminó con el barrio 7 de Septiembre y el Stella Maris. Este año estamos terminando con Empalme Graneros y Ludueña, sectores muy afectados”, indicó Crettaz, y agregó que ahora será el turno del distrito Oeste.

Una institución que hace años es espacio de alfabetización es la Dirección de Tránsito del municipio, en Moreno y 27 de Febrero, donde se enseña a quienes desean sacar la licencia de conducir pero no saben leer ni escribir.

“En tres años, hemos capacitado a ochenta personas, que así pudieron obtener el carné”, destacó la directora del programa.

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