Espectáculos

Lecturas: Caparrós, Olguín, Zeta Bosio

El periodista Martín Caparrós editó "Lacrónica", el escritor Sergio Olguín publicó la novela "No hay amores felices", y Zeta Bosio repasa su recorrido Stereo en "Yo conozco ese lugar".


Martín Caparrós. Lacrónica

Editorial Sudamericana. 536 páginas.

El periodista argentino presenta Lacrónica, reflexiones sobre la profesión y recopilación de algunos de sus trabajos: “la crónica es el periodismo que sí dice yo”, define con convencimiento.

El libro de casi 600 páginas consta de una selección comentada de lo que he escrito en periodismo a lo largo de 30 años, que por un lado te cuenta cosas sobre el mundo de estos últimos 30 años, y por otro intenta pensar sobre cómo se encuentra el periodismo. El periodista y escritor radicado en Madrid, relato las crónicas que resultaron después de  recorrer el mundo y preguntarse cómo contarlo. Martín Caparrós va de la selva boliviana, donde se cuece la coca, a las playas de Sri Lanka, donde los niños se venden por monedas; de los bombardeos aéreos de Belgrado a la bomba capitalista de Hong Kong, de las transexuales de Juchitán a los jirones de La Habana, del condenado a muerte en su prisión texana al ex dictador Videla en sus paseos matinales, de las guerrillas de Colombia al corazón de Boca Juniors, de la palabra a la palabra.

Perteneciente a un género que el autor llama “Lacrónica” y que ha transformado en una forma fecunda de la literatura para describir la contemporaneidad. El libro cuenta las historias, como grandes reportajes trabajados con las herramientas del relato, de la novela, el ensayo o la poesía para encontrar maneras nuevas de contar el mundo.

Caparrós (Buenos Aires, 1957) se licenció en historia en París, vivió en Madrid, Barcelona y Nueva York, dirigió revistas de libros y revistas de cocina, tradujo a Voltaire, a Shakespeare y a Quevedo, recibió el premio Planeta y el premio Herralde de novela, el premio Rey de España de periodismo, la beca Guggenheim. Posee publicados los libros Larga distancia, La Voluntad (con E. Anguita), Boquita, Amor y anarquía, Argentinismos y El Interior, entre otros ensayos, y las novelas  No velas a tus muertos, La noche anterior, La Historia, Un día en la vida de Dios y Valfierno. Sus últimos libros son la novela “Comí” y el ensayo “El hambre”.

ES MUY PELIGROSO, EN ESTOS DIAS, en Serbia, ser paloma: están muriendo como moscas. Y ni siquiera las matan los ataques enemigos: caen víctimas de los propios serbios. Lo que pasa es que, como la mayoría de los puentes están destruidos por las bombas, el escaso tránsito que queda pasa por carreteras secundarias, pueblos chicos. Las palomas de esos parajes no estaban acostumbradas a semejante agitación, y ahora mueren por docenas, atropelladas por esta avalancha de coches y camiones. En una guerra todo, absolutamente todo cambia, aunque a primera vista no se note.  

Para empezar a leer Lacrónica, en este enlace. 

 

Sergio Olguín. “Hay amores felices”.

Suma de Letras, Alfaguara. Novela policial, 448 páginas.

 

“Creía que era el final de las vacaciones y no sabía que era el final de todo. Faltaban pocos minutos para que terminara de derrumbar su vida, tal como la había conocido hasta ese momento”. La periodista más audaz de la novela policial argentina, Verónica Rosenthal, vuelve a enfrentarse con organizaciones criminales para desnudar una mafia en la que están implicados policías, monjas y médicos.

El novelista argentino Sergio Olguín (Buenos Aires, 1967), retoma el personaje Verónica Rosenthal, que protagonizó “La fragilidad de los cuerpos” (2012) y “Los extranjeros” (2014).

En este nuevo caso, Verónica vive acosada por las pesadillas del pasado y prácticamente ha abandonado su pasión por el periodismo. Darío acaba de perder a su familia en un accidente, pero está convencido de que su hija sobrevivió y se encuentra en algún lado. Federico asiste como fiscal a un operativo policial de Drogas Peligrosas, aunque en lugar de cocaína hallan cuerpos mutilados.

Estas tres historias se entrelazan en una sola en la que la valiente redactora Verónica Rosenthal deberá investigar y enfrentar a varias organizaciones criminales para sacar a la luz la verdad. En el camino, abandona su casa, conoce a dos jóvenes veinteañeros desprejuiciados y encantadores, se hace amiga de una ex monja que toma tanto alcohol como ella, logra hackearle la cuenta de correo a su ex novio Federico, y se infiltra en una orden religiosa persiguiendo la pista de una red de adopciones ilegales y de tráfico de cadáveres.

La nueva novela de Sergio Olguín es un policial vertiginoso que desnuda la trama de complicidades entre políticos, médicos y religiosos. Y es al mismo tiempo una historia sobre las posibilidades del amor, en la que no faltan los celos, el erotismo, el humor y el -quizá demasiado breve- instante de felicidad.

Empezar a leer “No hay amores felices”.

 

 

Zeta Bosio “Yo conozco ese lugar”

Editorial Planeta. 224 páginas.

Integrante el trío de rock más famoso de Latinoamérica, Zeta Bosio escribió su autobiografía, donde revela los hechos y las circunstancias que hicieron de Soda Stereo, la gran banda.

El ritmo de vida que llevábamos, que era básicamente el de las estrellas de rock –con todo lo que eso implica-, se alejaba mucho del de una persona “normal”. No hace falta entrar en detalles y quizás decirlo sea un cliché, pero lo cierto es que éramos demasiado chicos como para darnos cuenta de que eso que nos estaba pasando no era una película. Gustavo ese día estaba mal, callado y visiblemente molesto por algo, y atribuí su fastidio a todas esas cosas que nos afectaban a todos. Pero no, lo que estaba pasando era otra cosa. Estábamos en el lobby del hotel, a punto de subir a los cuartos, cuando Gustavo, con sus llaves en la mano, afirmó delante de todos que el de esa noche sería su último show con Soda. Dicho esto, se fue a la habitación.

Cuando comenzó a vislumbrase el estallido de Soda Stereo, alguien le dijo a Zeta que a partir de ese momento todo cambiaba, “Tu relación con la gente va a ser distinta y no vas a poder decir todo lo que pensás, sino que vas a tener que medir el efecto que eso produce”. Treinta años después, el fundador y bajista de Soda recuerda sus memorias y cuenta cómo fue estar en el ojo de la tormenta.

Gustavo Cerati y Charly Alberti, la amistad y el enojo, los orígenes y las reconciliaciones, el relato de la historia real de una banda que cambió la proyección del rock nacional y derribó fronteras. Grandes composiciones, una puesta innovadora y el éxito rotando por el continente.

“Yo conozco ese lugar donde revientan las estrellas, yo conozco la escalera en espiral hacia la cúpula”, decían los versos de “Lo que sangra, la cúpula, y Zeta seleccionó esa frase inicial para denominar este libro donde derrama su memoria, en una historia que ya fue contada por otras biografías, pero él es protagonista, custodio de la intimidad y los secretos de la convivencia del trío más brillante.

Zeta Bosio (1958) es hoy músico y productor musical. Grabó diez discos con Soda Stereo, fue empresario, conductor de televisión y productor. Además es DJ y posee el grupo Shoot the Radio.

 

 

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