Dos hombres secuestraron a un hombre cuando en la mañana de ayer salía de su vivienda de calle Viamonte al 1700, y le robaron dos autos. El hecho ocurrió mientras la víctima, de 57 años, sacaba a la calle el automóvil de otro miembro de su familia para disponer del suyo, que había quedado en primer lugar en el garaje. Cuando los dos vehículos estaban estacionados, un par de asaltantes increparon al vecino y a punta de pistola se hicieron de los rodados, pero además lo obligaron a sentarse en el asiento del acompañante de uno de los coches. Así circularon víctima y victimarios por diversos sectores de la ciudad, hasta que el rehén aprovechó la luz roja de un semáforo para arrojarse a la vía pública y escapar de sus captores. Los ladrones se dieron a la fuga, llevándose un Chevrolet Astra azul, dominio EJV438, y un Peugeot 307 negro, con numeración GXK957, que al cierre de esta edición no habían aparecido. Hasta ese momento, tampoco había detenidos por el caso.
El asalto ocurrió a las 8.15 de ayer. “Mi marido salía para el trabajo y su auto estaba en el garaje, atrás del de mi hijo, así que tuvo que sacar los dos. Cuando ya los había retirado y se preparaba para irse, lo agarraron dos muchachos. Estas personas lo amenazaron con un revólver y lo obligaron a entregar las llaves de los coches, mientras lo subían a uno de ellos. No nos queda muy claro para qué”, señaló Alicia, la esposa del principal damnificado.
“Los ladrones le exigían dinero en efectivo, y él les tuvo que aclarar varias veces que sólo llevaba consigo 150 pesos. Le seguían pidiendo plata, pero él no tenía mucho. Incluso le revisaron los bolsillos, la guantera del auto, el portafolios. Apenas tenía unos pocos pesos y los choros no le creían”, relató otro allegado a la víctima.
Fuentes de la causa indicaron que durante el forzado recorrido el hombre intentó hacer señas a un grupo de transeúntes para que alerten a la Policía sobre su situación. Pero esa acción nó pasó desapercibida para uno de sus captores, que estaba al volante y en respuesta le propinó un fuerte golpe en la nariz con el arma de fuego que portaba. “Como manejaba el choro, el pobre hombre intentó pedir ayuda a la gente que le pasaba cerca. Cuando el ladrón lo vio, le metió un culatazo, que le dejó varios cortes”, reconstruyó un pesquisa.
Luego de largo rato deambulando por las calles de la ciudad, Rubén Horacio D. logró zafarse de su secuestrador arrojándose al asfalto. “Cuando estaban en la esquina de Virasoro y Entre Ríos, los ladrones, quienes transitaban uno delante del otro en los dos autos robados, tuvieron que parar porque los agarró el semáforo. En ese momento, mi marido se tiró y salió corriendo hasta el Hospital Italiano, donde pidió ayuda. Tenía miedo de que lo lleven para villa La Lata”, contó Alicia en declaraciones radiales.
Al cierre de esta edición, fuentes policiales señalaron que hasta ese momento no habían sido localizados los automóviles sustraídos, y que los ladrones continuaban prófugos.
La investigación del caso quedó a cargo del Juzgado de Instrucción en turno, junto al personal de la comisaría 5ª que actuó por razones de jurisdicción.
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