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Le roban dinero y joyas a la nieta de Amalita Fortabat

Ladrones vaciaron tres cajas de seguridad en las que había 330 mil dólares y gran cantidad de alhajas.

La casa de la nieta de Amalia Lacroze de Fortabat en el barrio porteño de Belgrano fue escruchada por delincuentes que robaron tres cajas de seguridad con unos 330.000 dólares y gran cantidad de joyas, informaron fuentes judiciales y policiales.

Los investigadores sospechan que existió un entregador porque lo único que robaron fueron las dos cajas fuertes móviles, y ahora analizan las cámaras de seguridad que enfocan la puerta de acceso a la casa en busca de las imágenes que puedan aportar detalles sobre el episodio.

El hecho ocurrió durante el fin de semana largo por las fiestas de Pascuas en una casa de la calle Juramento 1041, entre Cazadores y Húsares, a sólo 150 metros de la comisaría 51ª y a tres cuadras del Campo Municipal de Polo.

Según consta en la denuncia, Inés Bárbara Bengolea, nieta de Fortabat, su marido Esteban María Ferrari y sus tres hijos menores de edad no se encontraban en el lugar cuando ocurrió el robo, ya que habían viajado a Uruguay el jueves de la semana pasada y regresaron a la casa anteayer por la tarde.

Puerta abierta.

Al ingresar descubrieron que había quedado abierta una ventana de la planta baja de la casa que da al parque, lo que les llamó la atención.

El matrimonio Ferrari subió a la habitación principal y descubrió el faltante de las tres cajas fuertes móviles, es decir que no estaban empotradas.

“Dos de las cajas estaban escondidas dentro del vestidor, una con una suma cercana a los doscientos cincuenta mil dólares y la otra con unos ochenta mil dólares, y la restante estaba sobre un estante de uno de los placares y estaba llena de joyas y alhajas”, explicó a la agencia Télam un investigador.

Al descubrir el faltante, el dueño de la vivienda avisó de lo ocurrido al policía de consigna que está las 24 horas frente a la casa y, luego, alertó a la comisaría 51ª.

“La casa, a pesar de ser de tres plantas y en apariencia muy lujosa, no tiene alarmas. Lo que sí tiene son cámaras de seguridad que apuntan al acceso a la casa, y ahora se secuestraron las cintas para determinar si las imágenes muestran los movimientos realizados por los delincuentes”, dijo un pesquisa.

Los investigadores intentan establecer cómo llegaron los delincuentes hasta los fondos de la casa, y la principal sospecha apunta a una obra en construcción que se levanta en la misma cuadra pero a tres casas de la del matrimonio asaltado.

“Es una obra en construcción desde la cual pudieron haber trepado a los techos de la casa lindera, y luego pudieron haber pasado de techo en techo hasta la casa asaltada”, explicó un jefe policial que participa de la investigación.

Un escruche.

“Acá no hubo boqueteros, no hay ninguna pared rota”, dijo a Télam un investigador, quien aclaró que la única pared rota que hay está en la obra en construcción, pero que posiblemente sea un boquete propio de los trabajos que realizan allí los albañiles.

La denuncia fue realizada por Ferrari, quien contó a los efectivos de la comisaría 51ª que si, bien hay varios empleados suyos que trabajan en el lugar, el fin de semana largo no había quedado nadie dentro de la casa.

Ante este relato, los investigadores judiciales y policiales comenzaron a investigar a todos los trabajadores que tenían acceso a la casa, entre ellos las cuatro empleadas de tareas domésticas y niñeras.

Peritos en rastros trabajaron dentro de la vivienda durante varias horas anteanoche mismo en busca de huellas dactilares y ayer continuaron con los peritajes. 

El hecho es investigado por personal de la comisaría 51ª que trabaja bajo las órdenes del fiscal de instrucción de Saavedra, José María Campagnoli, quien caratuló la causa como “N.N. sobre hurto calificado”.

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