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Justicia

Le metió 3 tiros a vecino y lo dejó parapléjico: condenado a 9 años

Un hombre fue condenado ayer a 9 años de cárcel por intentar matar a su vecino, a quien le metió tres tiros y dejó parapléjico, acusándolo de ser responsable de un secuestro virtual sufrido por su madre.


Un hombre fue condenado ayer a 9 años de cárcel por intentar matar a su vecino, a quien le metió tres tiros y dejó parapléjico, acusándolo de ser responsable de un secuestro virtual sufrido por su madre. El fiscal Adrián Spelta había pedido 20 años de cárcel bajo la figura de tentativa de homicidio, mientras que la defensa propuso lesiones gravísimas, tipo penal que el tribunal tomó para dictar su sentencia.

El tribunal a cargo del debate estuvo compuesto por Hebe Marcogliese en la presidencia y sus pares Alejandra Rodenas y Juan José Alarcón. Ayer, tras jornadas de debate que se iniciaron el pasado 24 de noviembre, los magistrados decidieron penar a Pablo Buscemi, de 38 años, por lesiones gravísimas causadas a Matías Comiso, quien tenía 23 al momento del ataque, ocurrido el 19 de diciembre de 2014. Aquel día, la víctima terminó su turno laboral y caminaba a la casa de sus padres ubicada en Montevideo al 6000. Cuando le faltaban algunos metros para llegar a la vivienda, saludó a su vecino y, antes de pisar la vereda de su propiedad, recibió dos disparos calibre 38. Cuando iba cayendo, un último disparo le ingresó por las costillas y le produjo una lesión irreversible en la médula, según dijo el propio Comiso en el juicio.

En su declaración ante el tribunal, el muchacho no pudo contener su llanto al relatar cómo es su vida actual: perdió a su concubina y no tiene ningún tipo de sensibilidad de la cintura para abajo, lo que implica la falta de control de esfínteres. Describió que estuvo tres meses internado en el Heca, dos de los cuales estuvo en coma, y le aseguraron que no volverá a caminar: “No entiendo por qué me pegó tres tiros, porque no hice nada. Este hijo de puta me cagó la vida para siempre y lo que sé es que yo estaba laburando, no sé de un secuestro” virtual, dijo.

Buscemi, tras lamentarse por el sufrimiento de Matías y su familia, sostuvo que no pensó en matarlo. Explicó que desde 2010 sufre una adicción al alcohol y desde entonces inició tratamientos para superarlo; durante ese tiempo tuvo dos relaciones sentimentales que terminaron por su problema. Afirmó que fue medicado y si bien había tenido recaídas se mantenía al margen del alcohol. Explicó que el 10 de diciembre de ese año estaba con su pareja cuando su madre de 75 años lo llamó llorando diciendo que le habían robado. Cuando llegó a su casa, la mujer había sufrido un secuestro virtual y había entregado los ahorros de la familia. Una cámara de seguridad de un vecino grabó cuando un joven fue a buscar el botín que la anciana le entregó por la mirilla de la puerta. Buscemi pensó que esa persona era muy parecida a un amigo de su vecino. Así que cuando lo vio pasar decidió encararlo para hacerlo hablar: quería saber dónde estaba la plata. El hombre, quien fue asistido por los defensores públicos Mariano Bufarini y Celia Pascuali, admitió la ejecución de los disparos, aunque sostuvo que no fue su intención matarlo.

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