Policiales

Cafferata al 3900

Le balearon la casa, pero la amenaza era para un vecino que ya se mudó

Este martes por la madrugada desconocidos balearon un domicilio en barrio Acíndar y dejaron una nota amenazante cuyo destinatario es un ex vecino que vivía a unos metros: ambas casas tienen portones verdes. "Esta gente se equivocó", dijo el dueño de la vivienda


Una familia de barrio Acíndar vivió una situación de terror durante la madrugada de este martes: desconocidos balearon su casa de Cafferata al 3900 y dejaron una nota amenazante cuyo destinatario, explicaron, es un ex vecino. “Javier: las deudas por droga se pagan. Tienen hasta el miércoles para dejar las casas. Con la mafia no se jode”, reza la misiva, escrita de puño y letra sobre un cartón.

El dueño de la vivienda atacada, Carlos Núñez, aclaró que él no es quien figura en la amenaza manuscrita: Dijo que el nombre que pusieron en la amenaza, es un antiguo vecino suyo que vivía a dos casas de distancia, domicilio que, por otra parte, fue baleado hace una semana. Los frentes de las dos direcciones, agregó, comparten como rasgo común sendos portones verdes. Esa coincidencia, especuló el hombre, pudo haber confundido a los agresores y hacerlos equivocar el blanco.

“Fueron ocho tiros, aproximadamente a las 12.40; yo ya estaba dormido, escuché las últimas cuatro detonaciones. La semana pasada dejaron una nota similar, pero el muchacho no vive más ahí. Esta gente se equivocó: yo soy Carlos Núñez y él Javier L.”, describió el hombre, con la esperanza de ahuyentar nuevos aprietes.

“Quiero decirle a esta gente que ojalá me esté viendo y que acá no vive Javier L. Acá yo vivo con mi esposa, mis dos hijos menores, el mayor vive arriba y mi nietita de un año”, insistió en diálogo con Canal 3.

Algunos disparos, contó, atravesaron la ventana y dieron en los muebles de una habitación que da a la calle, la cual supo ser el cuarto de su hija menor. Sólo que, “por la inseguridad de la cuadra”, se encontraba deshabitada: hace un tiempo la chica se mudó a otra pieza por el riesgo que implican los tiroteos en las inmediaciones.

Además del entuerto que sufrieron Núñez y su familia, el hombre dijo pasar un pésimo momento económico: “Yo soy un pobre tipo que no tiene trabajo, tengo una verdulería que apenas subsisto. Prácticamente no comemos y ahora me pasa esto”.

Por último, Núñez interpeló al destinatario de las amenazas: “Javier, pagá la deuda ya que sos tan hombre. Dejá tranquilo a tus vecinos”.

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