El Ciudadano Global

Alianza necesaria y promisoria

Las provincias argentinas refuerzan promisorios lazos de cooperación alrededor del globo

Desde el inicio de la pandemia, ciudades de varias partes del mundo establecieron una línea de acción clave de iniciativas locales que abarcan la prevención, contención y mitigación del virus en el marco de acuerdos de cooperación, entre ellas Santa Fe con la provincia china de Jiangsu


*Hebe Lis Navarro 

**Carolina Passet

La cooperación internacional para el desarrollo se configuró durante el período de Guerra Fría como una relación de carácter desigual entre el norte desarrollado y el sur en desarrollo, en donde las partes cooperantes se identificaban como donantes y receptores.

Si bien la brecha norte-sur sigue dando sentido a las prácticas de la cooperación internacional en la actualidad y motivando algunos de sus principales debates, cada vez cobran más fuerza aquellos argumentos que sostienen que esta concepción ya no se adecua, del todo, a los propósitos y al entramado de relaciones que determinan el contexto actual.

Aun así, muchos de sus elementos siguen presentes, construyendo imaginarios y reafirmando conceptos que podrían estar obstaculizando la operacionalización de la cooperación a partir de otros criterios estructurantes del debate basados en relaciones recíprocas y equitativas de gobernanza global.

La Cooperación Descentralizada (CD) fue impulsada, en un primer momento, por un conjunto de regiones y localidades europeas como modo de reafirmación de su autonomía.

En ese sentido, crearon marcos normativos y redes de colaboración que facilitaron la asociación entre unidades subestatales de diferentes confines del mundo. Esta modalidad de cooperación internacional se vuelve promisoria en tanto supone la posibilidad de construir un verdadero sentido de colaboración entre los participantes.

Debido a que las relaciones entre unidades subestatales se encuentran supeditadas a la decisión voluntaria de los gobiernos locales que deciden cooperar con sus pares a partir de objetivos afincados en la procura del desarrollo territorial; por lo tanto, tienden a ser participativas y a estar fundamentadas en las necesidades y potencialidades del territorio y la ciudadanía local.

La aparición de la CD es la respuesta a las nuevas realidades del contexto mundial donde convergen los procesos de descentralización y de democratización. En Argentina, la actividad internacional de los actores no centrales se profundizó a partir del retorno de la democracia en 1983 y del proceso de descentralización del Estado Nacional ocurrido en los años 90.

Dicho proceso fue plasmado en la reforma constitucional de 1994, en la cual se incorpora el art. 124 que otorga nuevos márgenes de autonomía a las provincias.

Redes transnacionales de apoyo

¿Cómo se valora esta evolución en el actual contexto de crisis sanitaria y socioeconómica por la que atraviesa el país? Por un lado, se activaron las redes transnacionales de apoyo de las que forman parte algunas ciudades argentinas, comprobando su trascendencia y eficacia.

Por otro, se reforzaron las relaciones bilaterales en el marco de acuerdos de cooperación y hermanamientos que mantienen las provincias del país con sus homónimas, en algunos casos, desde larga data.

Así, desde el inicio de la pandemia por coronavirus, las ciudades establecieron una línea de acción clave de iniciativas locales que abarcan la prevención, contención y mitigación del virus.

A nivel global, ciudades y gobiernos locales unidos, en conjunto con ONU Hábitat, lanzaron una experiencia de aprendizaje con gobiernos locales y regionales fomentando la preservación de los bienes comunes y promoviendo los derechos humanos frente a la actual situación de pandemia.

En el contexto sudamericano, Mercociudades puso a disposición la herramienta Mercociudades responde al covid-19, cuyo objetivo principal es ofrecer orientación para que los gobiernos locales y regionales puedan responder de manera eficiente a la gestión de la crisis y, a su vez, puedan compartir las soluciones adoptadas con otros gobiernos locales.

Otro accionar conjunto fue el llevado adelante por el Comité para el Desarrollo de la Cuenca del Río Uruguay, integrado por ciudades de Argentina, Brasil y Uruguay, el cual comenzó a monitorear la evolución del brote con base en datos oficiales de manera conjunta y diseñó acciones de intercambio en tratamiento de pacientes.

Reforzar la acción internacional de las unidades locales como política pública

Asimismo, la activación de la CD en el marco de convenios de hermanamientos supuso la colaboración de la provincia china de Guizhou con la provincia de Jujuy, que permitió la llegada de suministros médicos para apoyar su lucha contra el covid-19.

Otro hecho similar aconteció con la ciudad china de Chongqing, la cual donó material sanitario a la provincia de Córdoba como respuesta a una carta enviada por la provincia argentina, solidarizándose y poniéndose a disposición de las autoridades del gobierno de Chongqing.

En lo que respecta a la provincia de Santa Fe, la misma cuenta con lazos de amistad con la provincia oriental china de Jiangsu desde 2001. En este marco, realizaron una videoconferencia sobre prevención, control, diagnóstico y tratamiento del covid-19. Asimismo, Madrid le envió a Buenos Aires la normativa utilizada para decretar el aislamiento.

A su vez, la capital argentina compartió sus protocolos con la ciudad de San Pablo generando redes de contacto y distribución de información. Parte importante del trabajo diario en muchas jurisdicciones locales estuvo cimentado en el rastreo de políticas de respuesta a la crisis, implementadas por las principales ciudades a escala global.

Ante la crisis que atravesamos en la actualidad, quedó de manifiesto que las alianzas entre ciudades cobran un papel importante como espacios de representación para abordar los temas prioritarios para la ciudadanía desde un frente común.

En ese sentido, es imprescindible avanzar hacia la mejora de los marcos normativos e institucionales que permitan consolidar esta forma de colaboración.

El objetivo, finalmente, debiera fundarse en la idea de reforzar la acción internacional de las unidades locales como política pública y, por lo tanto, avanzar hacia su capacidad operativa para consolidar la tendencia hacia una gobernanza global.

*Licenciada en Relaciones Internacionales (FCPOLIT-UNR). Maestranda en Relaciones Internacionales y en Cooperación Internacional (EPyG-UNSAM). 

** Estudiante de la licenciatura en Relaciones Internacionales (FCPOLIT-UNR).

Las autoras integran el Observatorio de Política Exterior Argentina, Escuela de Relaciones Internacionales, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales UNR

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