Política

Traba administrativa

Las plantas de Vicentin en San Lorenzo y Ricardone están nuevamente al borde de una parálisis

El gobierno nacional retiró al grupo Olio, que opera las fábricas con un contrato de fasón, del registro de operadores por lo que se paralizaron las actividades. Ya no ingresan camiones con granos y estiman que el stock se terminará en los próximos días. Hay preocupación entre los trabajadores


Una decisión administrativa del gobierno nacional dejó al borde de un nuevo parate a las plantas que Vicentin tiene en las localidades de San Lorenzo y Ricardone. El Ministerio de Agricultura eliminó al grupo Olio, que opera las fábricas de la cerealera en default a través de un contrato de fasón, por lo que no puede realizar exportaciones. Desde el viernes no ingresan camiones con materia prima, por lo que las plantas aún operan con el stock que poseen, que se podría agotar en los próximos días si la situación no cambia. Es por ello que un eventual parate de las actividades no solo preocupa a empresas y productores sino también a los trabajadores, y al propio Estado que está perdiendo de recaudar 70 millones de dólares diarios en concepto de retenciones.

Luego de la decisión del Ministerio de Agricultura el viernes pasado, que objetó operaciones que el grupo Olio realiza con Renova (la firma perteneciente a Vicentin y al conglomerado suizo Glencore) y Cofco (la cerealera estatal del gobierno chino), hubo una merma en la entrada de camiones en ambas plantas para llevar materia prima. Solo pudieron acceder aquellos que ya tenían cupos. Por lo que las plantas de San Lorenzo y Ricardone funcionaron durante el fin de semana con el stock de materias primas que les quedaba.

El gobierno retiró del Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (Ruca) a la exportadora Díaz & Forti, perteneciente al grupo Olio, por lo que la suspensión de la matrícula les impide realizar cualquier operación en el mercado de granos.

El grupo Olio fue autorizado por la Justicia a operar las plantas de Vicentin mediante un contrato de fasón. Esto significa que el grupo de capitales argentinos aporta las materias primas y se lleva el producido, pero se opera con el personal laboral y gerencial propias plantas de Vicentin. Las fábricas ya habían estado totalmente paralizadas entre diciembre, mes en el que se declaró el default de la empresa radicada en Avellaneda, y febrero.

 

“Se puede caer todo”

El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (Soea), Pablo Reguera, confirmó la falta de movimiento y se mostró preocupado de que un nuevo parate haga caer el acuerdo para que las plantas sigan funcionando.

El gremialista visitó ayer la planta de San Lorenzo por el caso del operario que falleció el viernes y confirmó la falta de movimiento. “No había camiones, no había nada. Si bien la planta estaba en marcha pero con lo que hay en los depósitos pero no había movimiento de nada. Si no entra semilla esto se va a paralizar en los próximo días”, expresó a El Ciudadano.

“Me preocupa que si no está funcionando, es probable que termine cayéndose todo”, dijo Reguera e indicó que va a comunicarse con funcionarios del gobierno nacional para inmteriorizarse del tema y eventualmente el gremio deberá tomar alguna actitud.

“Estamos preocupados porque la fábrica está sin movimiento, sin entrada de camiones y el poco stock que tiene en muy pocos días se va a consumir. Uno está muy preocupado para saber qué va a pasar en el futuro”, concluyó.

 

“Chicana política”

Fernando Jurado, presidente del grupo Olio, considera que se trata de una “traba administrativa” que se soluciona con “un tilde en una computadora”. “La verdad que esta chicana pequeña que estamos teniendo pero muy cara para toda la cadena productiva está en la línea administrativa y burocrática del Ministerio de Agricultura, tan simple y tan directo como eso”, expresó al portal ámbito.com.

“Para una empresa que quiere apostar al país parecería que es poco dinero y es un montón. El impacto que esto tiene en toda la cadena comercial, desde el viernes y hasta que esto se pueda normalizar son 500 mil de toneladas de sojas, son 200 millones de dólares, que además 70 millones de dólares que son aportes al fisco por retenciones”, dijo sobre las implicancias para la recaudación del Estado argentino.

Según Jurado, 800 camiones diarios están impedidos de ingresar a las plantas y unos 100 productores están esperando poder entregar sus mercaderías y cobrar.

“Un simple tilde en una página de internet hace que nos hayan dado de baja del Registro Único para operaciones agropecuarias”, agregó e indicó que las empresas Cofco y Renova ya “han reconocido su error”, que derivó en la exclusión del Ruca.

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