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Viernes en el Anfi

Las Pelotas llega a Rosario con nuevo formato para compartir un mismo latir

Germán Daffunchio contó cómo vivió la histórica banda de rock nacional el aislamiento y la pandemia, y cómo se reinventaron con un sonido acústico plasmado en el disco “Versiones desde casa”, una experiencia que se transformó en un show que este fin de semana llegará a la ciudad


Las Pelotas son sobre los escenarios sinónimo de potencia, de rock, de pogo. La pandemia mantiene a los amantes del género alejados de esa energía. Pero los músicos de esta histórica banda que este viernes por la noche se presenta en el Anfiteatro Municipal de Rosario se fueron, mes a mes de aislamiento y cuarentena, reinventando. El 2020 los había agarrado con la reciente edición de su disco Es así, las presentaciones estaban listas pero el mundo se detuvo. Después de algunos meses sin verse, y analizando que otras formaciones producían, empezaron a grabar. Desde sus casas, probando con audios, con videos, con instrumentos más acústicos, idearon versiones de sus temas que apuntan más a la profundidad que a la potencia. “No conozco a nadie que haya salido inmune de todo esto”, dijo Germán Daffunchio en una extensa charla con El Ciudadano.

“A todos nos pasó de notar un movimiento muy profundo. Después de unos meses empezamos a pensar por qué no probábamos grabar y ver qué onda. Al principio fue muy fácil de hacer. Hicimos una versión de «Personalmente» para el Cosquín Rock y nos quedó eso dando vueltas. Empezamos por una necesidad absolutamente interna de cada uno. Es muy difícil cuando cortás algo que venís haciendo durante toda tu vida. Hicimos un tema, lo publicamos. Salió el segundo y se nos vino la idea de hacer un disco”, relató el vocalista de la banda que completan Sebastián Schachtel (teclados), Gabriela Martínez (bajo y coros), Tomás Sussman (guitarra), Gustavo Jove (batería) y Alejandro Gómez Ferrero (vientos).

Versiones desde casa comenzó a gestarse con la salida de “Hasta que el sol”, que no está en el disco pero que puso la semilla, y continúo con “Nunca te jugaste”. Son versiones acústicas de temas que forman parte de distintas etapas de la banda, algunos muy tocados en vivo y otros que habían quedado afuera por ser más “tranquilos”. “Se nos disparó el desafío de hacer un disco como una forma de estar en acción, juntos, de sentirnos haciendo algo como una ayuda mental”, dijo el vocalista.

“La música fue nuestra medicina. Hubo distintos estados de ánimo, pero en la resultante final nos dimos cuenta que la selección de temas que habíamos hecho nos hacía bien escucharla. Aunque parezca mentira, yo le presto mucha atención a lugar que te manda la música. Y esto, dadas las circunstancias que estábamos viviendo, era muy para que la gente lo escuche en la casa. Está asentado en una situación de encierro, entonces hay toda una parte que tiene que ver con nuestra cosa más sanguínea, más luchadora que preferimos dejar de lado e ir a otro lugar, a un lugar más profundo, más sensible. Canciones tocadas con un cajón, una pandereta y una guitarra”, definió Daffunchio.

De casa al escenario

El verano pasado, el material se trasformó en un show en vivo, una forma de que Las Pelotas se reencuentre con su público que ahora, en vez de estar parados y esperando los momentos enérgicos, están sentados disfrutando del viaje. “Hicimos cuatro fechas en marzo después de un año sin tocar. Nos habíamos quedado fascinados con el formato que habíamos armado, fue un desafío. Las Pelotas siempre fue una banda muy de vivo, de la gente adelante saltando, lo que pasa siempre, y de golpe todo eso había que cortarlo y hacer algo pensando en que la gente nos iba a escuchar sentada. Es algo que realmente nunca habíamos hecho y fue muy hermoso”, confesó el músico.

“Ahora lo ratificamos en Buenos Aires, en el Gran Rex, y nos quedamos con una manija impresionante. Fue un proceso primero el estar separados, después de armar un disco por teléfono y finalmente que eso terminara siendo un show”, dijo el músico sobre el concierto que este viernes se presentará en el Anfiteatro Municipal de Rosario.

Lo bueno de tener una carrera tan larga es ir sumando las veces que se visitan los mismos lugares, y sin dudas Las Pelotas siempre fue una asidua visita en la ciudad. “De hecho, tengo familia viviendo allá”, dijo Daffunchio en relación con Rosario. “Todo lo que uno diga es demagogia, pero es una ciudad que me gusta muchísimo”, agregó.

Un mismo latir

El pogo se extraña, eso está claro. Entre risas por la afirmación, Daffunchio adelantó: “Es tratar de buscar la mejor energía ante una situación tan difícil. El show yo diría que es una especie de terapia grupal grande, se genera mucha emoción, algo que generalmente cuando estas en un formato eléctrico, que es mucho más pogo, mucho más adrenalínico, no se da. Este es un show en el que juegan otros factores que tienen que ver con el sentimiento, con la sensibilidad, está mucho más expuesto musicalmente, es todo mucho más puro. Hemos armado un hermoso viaje, aunque suene raro en tiempos tan oscuros, donde cuesta buscar un horizonte, un poco de luz; por eso digo que es casi terapéutico. No es que hay una luz en el fondo, sino que es un momento en el que podemos compartir un viaje juntos, estar un tiempo en otro lugar compartiendo el mismo latir”, agregó.

Nuevas músicas

Consultado sobre su percepción o recibimiento de las nuevas generaciones de músicos y músicas, que en su mayoría se inclinan hacia otros géneros, Daffunchio apuntó: “Me parece que hoy en día las nuevas generaciones enfrentan, como todos en su momento, un desafío nuevo porque la música, la comercialización de la música, está cambiando. Personalmente, me parece que el artista tiene que estar en contacto con la gente de una manera real; para tocar es importante mirar a los ojos. Obviamente el nuestro es un formato presencial, hoy en día en esta famosa globalización que es, principalmente, comercial, se puede vender música a todo el mundo. Para mí nunca se trató de inventar productos para vender. Las Pelotas siempre tuvo una identidad y pudimos sobrevivir a pesar de todo por nuestra identidad que está un poco alejada de lo que está bien para vender. Ahora, igualmente quiero creer que existen, como existieron en nuestra generación, almas rebeldes; estoy seguro que en las nuevas generaciones hay almas rebeldes e inquietas que van a generar cosas. Si uno se guía por lo que ve o por lo que escucha de la gente, el resultado por ahí no es muy alentador”.

“Uno que siempre estuvo, no en contra del sistema, pero que hay muchas cosas del sistema en las que no coincide o no nos gustaron nunca, me da mucha impresión cómo el sistema se fue metiendo en la gente y cómo nos han transformado en objeto de consumo. Vivimos nada más que para consumir los productos que fabrican; la vida es nada más que eso. Y a los pibes los han enroscado en eso. Cada uno puede hacer lo que quiere, pero cuando empezás a vivir la vida te das cuenta que no es sólo los 20 años y la superficialidad del peinado, el arito o el tatuaje. Son todas cosas que se venden, que consumís. Me impresiona mucho eso del mundo, adonde se va apuntando. El ser humano deja de existir y se transforma en un número que paga impuestos y que consume. Yo no estoy de acuerdo, hace muchos años me vine a vivir a las sierras. Me gusta la vida desde otro lugar. Estoy convencido que la posesión es uno de los principales puntos de conflicto en el ser humano”, opinó.

Y cerró: “Lamentablemente, hay una realidad que va mucho más allá de la estupidez humana que es el estado del planeta. Y verdaderamente, más allá de que hay una moda y de que todo el mundo se quiere transformar en «verde», estamos llevando al mundo a un tiempo que va a ser muy complicado. Será lo que las generaciones tengan que vivir. Pero hablando de lo musical, para mí, la música siempre fue un canal en el cual uno descargaba las cosas que veía. Pensabas en poder vivir haciendo lo que te gusta, pero no estabas pensando en fabricar un producto para vender mucho. En la música, uno proyecta cosas que ve, que siente, que le pasan, y no como una fábrica de dinero. A las nuevas generaciones las veo así, queriendo creer que todavía existen espíritus rebeldes, despiertos, que están tratando de proyectar. Se necesita gente que tire del otro lado de la cuerda, sino nos caemos todos juntos al vacío”.

Para agendar

Las Pelotas tocará este viernes en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito. Las entradas continúan a la venta en la web tuentrada.com y antes del concierto en la boletería del espacio ubicado en el Parque Urquiza que se habilitará a las 18. Según señala el protocolo, a partir de las 18.45, podrán ingresar quienes tengan ubicación en el sector medio, a las 19 el sector alto (ambos por el ingreso de Parque Urquiza) y en el mismo horario, pero por Avenida Belgrano quienes hayan adquirido entradas para el sector bajo. A las 19.15 iniciará su show Matilda, los teloneros, a la espera de que a las 20 Las Pelotas suba al escenario.

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