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“Las mujeres sienten piedad por Gabriela”

Lo dice Laura Novoa sobre la mujer despechada que interpreta en la novela “Dulce amor”.


La actriz Laura Novoa asume dos aristas de la feminidad al componer a un par de mujeres enamoradas en diferente grado, por un lado en la tira Dulce amor que cada noche se aprecia en Telefé y por otro en el inminente estreno de la pieza teatral La mujer del domingo.

“Gabriela, de Dulce amor, siente un amor desmedidamente equivocado por su marido, mientras que Georgia de La mujer del domingo revela otro tipo de personalidad: ella quiere robar un marido, no retenerlo”, dijo Novoa en una entrevista con Télam.

Esos dos trabajos suponen para la intérprete un presente laboral intenso como la villana de telenovela cuyas malévolas escenas alcanzan popularidad en las redes sociales y como protagonista, junto a Claudio García Satur, de la pieza de Ted Willis que llega al porteño teatro Apolo.

Novoa deviene Gabriela en la telenovela de Telefé todas las noches, a quien la actriz define como “una mujer especial, tiene una repercusión enorme en la calle, es una persona que hace de todo por retener a su marido Julián (Juan Darthés), incluso barbaridades, pero igual resulta querible”, dijo Novoa.

La ausencia de “la malvada” en las recientes emisiones de la telenovela se deben a que “estaba ensayando la obra La mujer del domingo. Pero Gaby volverá con todo y su historia cada vez se va a poner más psiquiátrica”, según anunció quien, de la mano de este personaje, suele ser tópico en las redes sociales Twitter y Facebook.

Haciendo referencia a la pieza teatral que, dirigida por Daniel Suárez Marzal, también protagonizan Virginia Lago, Felipe Colombo y Laura Bove, la actriz señaló: “Mi personaje es muy diferente al que hago en la tele; allí soy Georgia, una compañera de trabajo, muy enamorada de Preston (García Satur) que tratará de conquistarlo y alejarlo de su matrimonio con Amy (Lago) en un texto precioso”.

La pieza transcurre en una Londres de posguerra, durante la década del 50; muestra una suerte de viñetas de la vida familiar en apariencia tranquila de los Preston, “aborda la cuestión siempre vigente de los vínculos humanos y de qué manera –indicó la actriz– el amor impacta sobre ellos, pasan los años y estas obras ya devienen clásicos”.

El texto de Willis tuvo su primera y exitosa versión en el país a fines de la década del 50 y el triángulo amoroso estaba protagonizado por Rosa Rosen, Norma Aleandro y Arturo Puig.

Según dijo Novoa en relación con la vuelta a las tablas y la posibilidad de trabajar con García Satur, “los gustos hay que dárselos en vida”, aunque asegura que las maldades pasionales que su televisiva Gaby realiza en la pantalla chica la seducen a diario.

“Es una malvada atípica y sus conductas no son nada lineales; así, por momentos, lleva adelante cosas que indignan, pero en otras ocasiones muestra un fuerte grado de vulnerabilidad y a veces hasta puede rozar el ridículo al intentar retener a Julián, cuando sus maldades caen en lo patético”, describe.

“En un punto, las mujeres sienten piedad por Gabriela, ella encarna todo lo que una puede fantasear con llegar a hacerle a un hombre, pero no lleva a la práctica, porque hace cosas que nadie hace pero que todas quisieran hacer, como agarrar de los pelos a la amante o meterle una mano encima al pobre hombre amado”, afirma.

La actriz supo trajinar los escenarios del off y de los teatros oficiales, y detalla: “Hacer teatro comercial es una oportunidad que buscaba, porque la cartelera presenta diferentes y ricas propuestas”.

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