Ciudad

Por Mónica Polidoro

Las madres que rompen paradigmas y siguen pariendo sueños

Somos las madres que escapamos de la abnegación y heroísmo que los mandatos sociales nos impusieron. Somos las madres que pudimos saltar barreras, romper estructuras, perder y ganar batallas


Por Mónica Polidoro

Somos las madres que escapamos de la abnegación y heroísmo que los mandatos sociales nos impusieron.

Somos las madres que criamos a nuestres hijes convencidas de que esa tarea era sólo nuestra, en medio de horarios laborales, quehaceres domésticos, sueños interrumpidos, militancia, arte y lectura.

Somos las madres que hoy vemos con alegría como nuestros pibes cambian pañales y articulan horarios con sus compañeras para mandar a nuestres nietes a los jardines maternales y colegios, y como nuestras pibas llevan el pañuelo verde colgado en su mochila.

Somos las madres que abortamos sin permiso cuando entre sangre y dolor huíamos de las sombras de la muerte que sin piedad se quedaba con la vida de otras madres, otras mujeres.

Somos las madres que descubrimos que otro mundo es posible rompiendo paradigmas que nos ubicaron en otros espacios, con cadenas invisibles atadas a conceptos y costumbres plagadas de una profunda hipocresía.

Somos las madres de los orgasmos tardíos, descubriendo amores a destiempo, pero capaces de amar hasta que la piel se rompa en mil pedazos agradecidas por haberlo vivido.

Somos las madres que después de parir encontramos ese amor inconmensurable en el rostro, el cuerpo y el olor de otra mujer queriendo compartir ese sentir por el resto de la vida.

Somos las madres solteras maltratadas y envilecidas por no cumplir con lo estipulado por la sociedad patriarcal que no nos perdonó por haber violado las reglas.

Somos las madres que luchan contra el glifosato y también las que quieren cultivar cannabis para aliviar el dolor de nuestres hijes.

Somos las madres que se divorciaron, sosteniendo en sus espaldas las preguntas y los por qué, las culpas y las deudas.

Somos las madres rurales, que defendemos nuestra soberanía alimentaria y estamos en busca de nuestros propios ingresos económicos.

Somos las madres que pudimos saltar barreras, romper estructuras, perder y ganar batallas, somos madres, no somos heroínas, somos madres, no somos abnegadas.

Somos las madres que pudimos elegir tener a nuestres hijes del amor, único e irreemplazable sentimiento que inunda de fortaleza este maravilloso camino de la vida.

Somos las madres que seguimos pariendo sueños.

 

 

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