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Las lluvias jaquean las huertas

Las continuas precipitaciones provocan múltiples inconvenientes a los emprendedores que viven de los cultivos a nivel local. Los terrenos saturados de agua están afectando la producción y dificultan su posterior comercialización.


Las lluvias –algunas intensas– que vienen afectando a la ciudad desde hace más de quince días están trayendo inconvenientes en las huertas locales tanto por la saturación de los terrenos como por la dificultad para acceder a las mismas ya que los caminos, muchos de tierra, se tornaron intransitables inclusive para los vehículos preparados. El secretario de Economía Social del municipio, Nicolás Gianelloni, dijo ayer que se está monitoreando de cerca la situación de los huerteros que venden sus productos en el marco de la red de economía solidaria ya que son emprendedores que “viven al día” y la situación climática les está trayendo problemas tanto con los cultivos y su posterior comercialización.

“Estamos haciendo un relevamiento y un contacto cotidiano con los huerteros que trabajan en las huertas municipales, siguiendo sus actividades día a día. Hay que tener en cuenta que las verduras que producen se terminan vendiendo en un porcentaje muy alto en las ferias y ya tuvimos que suspender las actividades por el tema del clima, lo que está trayendo inconvenientes”, resaltó.

Los menos afectados por la caída del agua son los que trabajan con los viveros por contar con techos aunque en general poder llegar a ellos también se hace sumamente dificultoso. “Los cultivos que más están sufriendo son los de hoja verde porque son los que menos resisten el exceso de agua. Lo positivo es que la mayoría de las huertas están trabajando en terrenos que han sido nivelados, por lo que las consecuencias podrían ser peores”, añadió.

“Si el clima sigue así estamos evaluando hacer ferias en lugares cerrados porque no solamente hay problemas en la producción sino también a la hora de vender porque no pueden hacerse por estar al aire libre. Estamos hablando de unas 2 mil personas que tienen organizada su economía y su sustento, una cantidad no menor, que trabajan en las 25 hectáreas productivas del programa municipal”, siguió.

“Otro punto es que se dificulta mucho el ingreso de los tractores y de la maquinaria especializada. El municipio está siguiendo muy de cerca y sondeando la situación social”, remarcó.

Según destaca el municipio, los parques y jardines huerta “son la forma de aprovechar una experiencia social y productiva”. Su formación surge de la intervención de vacíos urbanos sobre los accesos viales a la ciudad, los bordes de los arroyos o espacios en tierras fiscales remanentes o sin programa de uso. Como objetivos de estos espacios, se busca mejorar los ingresos de los huerteros al facilitar el acceso a un espacio de mayor superficie de trabajo y a mejores condiciones productivas. También recuperar espacios públicos con fines sociales y mejorar la salud de la población (productores y consumidores), mientras se desarrollan capacidades productivas en los actores asociados.

La agricultura urbana se instala en Rosario como política pública municipal en 2002, con el objetivo de promover un proceso de construcción de desarrollo endógeno, a partir de estrategias participativas y solidarias de producción, transformación, comercialización y consumo de alimentos sanos.

A partir de la producción de verduras de alto valor biológico y nutricional se promueve la revitalización de actividades económicas. Se crean ferias de verduras libres de agroquímicos y productos artesanales, donde se comercializa lo producido en las huertas y jardines de aromáticas y medicinales. Además, se establecen las agroindustrias urbanas sociales para transformar las verduras y las aromáticas en productos elaborados. También se crean y consolidan los parques huerta, elementos territoriales que son una expresión concreta de la construcción de espacios públicos multifuncionales.