José Odisio
El 22 de julio de 2017 Newell’s cayó ante Central en cinco de los seis partidos de inferiores de AFA, y el restante fue empate. El golpe paras la inferiores que estaba reconstruyendo Martín Mackey fue duro. El Director Deportivo envió un mail a todos los entrenadores y asistentes dándoles apoyo, pero las críticas sobre su proceso de cambio no tardaron en llegar y fueron despiadadas.
Un año más tarde, en agosto de 2018, Mackey presentó su renuncia. “Puede cambiar el líder pero no el proyecto”, escribió el ex Puma en una carta de despedida. Y eso entendió la dirigencia. Había cuestiones que había impuesto Mackey que no estaban mal, tal vez la metodología impuesta escapaba un poco a los parámetros de otros clubes en el trabajo de juveniles, pero la organización impuesta por Mackey, la profesionalización de áreas como captación, las mejoras en los controles físicos, de nutrición, médicos, se mantuvieron. Y llegó Enrique Borrelli, con un currículum más que interesante y con un discurso mucho más compatible con un club futbolero como Newell’s.
Dos años después de aquella jornada negra en inferiores, la Lepra tuvo su revancha. El fin de semana se quedó con la jornada de Clásicos de juveniles de AFA. Fueron 3 triunfos, 2 empates y sólo una derrota. Y además, como frutilla del postre, ganó en el Gigante el partido de reserva por 2-1.
Para redondear un fin de semana familiar de ensueño, la cuarta que dirige Petete Rodríguez ganó 1-0 y es líder de su grupo junto a Talleres. También fue victoria de la sexta, por 2-0, con un gol de penal de Juani Sforza, capitán del seleccionado argentino Sub 17, y el equipo marcha tercero detrás de Argentinos y Banfield. Y la tercera victoria fue de la séptima que dirige Diego Mateo, finalista en el primer semestre, y hoy peleando con Argentinos y Talleres la chance de volver a jugar el partido decisivo. La octava y novena empataron en Granadero Baigorria, y para la categoría de los más chiquitos le permitió seguir siendo líder en su grupo, con cuatro puntos de ventaja sobre Estudiantes.
No hay dudas que la llegada de Borrelli potenció lo que había iniciado Mackey. Y lo mejoró. Tomó lo bueno, modificó lo que veía mal e impuso sus condiciones.
“Hay que acostumbrase a ganar”, fue un primer mensaje del coordinador que pegó fuerte, más en un ámbito como inferiores donde se habla mucho de que lo importante es la formación. Claro que hay otras cuestiones que también sorprenden, como la deserción escolar cero, ya que Borrelli obliga a que los jugadores de inferiores cumplan con sus estudios secundarios en el Cienob. Y ni hablar del cuidado de los chicos de las pensiones, que quedó demostrado con la rápida respuesta de toda la estructura ante el caso de Grooming del ex árbitro Martín Bustos.
“El fin de semana nos fue muy bien, estamos contento con eso, pero también con el crecimiento de los jugadores”, destacó Borrelli. Y enseguida reiteró el mensaje: “Es grave que los jugadores se acostumbren a perder. Cuando el futbolista pierde la confianza en sí mismo o en el conductor es muy difícil”.
“Es importante la forma de encarar el fútbol infantil. Trabajamos para que se acostumbren a ganar, pero también para que sepan perder”, agrega.
Borrelli no está solo. Juan Cruz Anselmi es su mano derecha, Fabián Garfagnoli se sumó para colaborar y el año pasado llegó Jorge Bernardo Griffa, ni más ni menos. “Teniendo a Griffa como asesor en inferiores no podemos fallar”, declaró con sinceridad Borrelli.
Obviamente las mejoras en el predio Bella Vista, que van más allá de hotel donado por Marcelo Bielsa, ayuda. “Noto una unión muy grande en el club y eso ayuda”, confió.
Newell’s disfruta de un buen momento en inferiores. La venta de Enzo Barrenechea en 2,5 millones de euros es una señal de que jugadores aparecen y así las arcas del club se alivian. Y en la tabla acumulada, esa que tiene que ver con los resultados como explica Borrelli, la Lepra está cuarta, apenas por debajo de Vélez, Lanús y Argentinos. Y encima de clubes con mayor inversión como Boca, River, San Lorenzo e incluso Talleres.
No hay dudas que hay un cambio positivo, que ayuda en los económico y también con el aporte de jugadores a Primera, como Jerónimo Cacciabue, los mellizos Rodríguez, Facundo Nadalín, Aníbal Moreno o Panchito González. Y si el equipo de Kudelka sigue por el buen camino, seguramente potenciar lo de abajo será más factible. Sino de poco servirá el trabajo de Borrelli, Griffa y compañía.
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