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Las drogas siguen ganando

Un informe del organismo de la ONU dedicado al estudio del fenómeno de las sustancias adictivas indicó que crece en forma alarmante la producción y variedad de los estupefacientes “de diseño”.

La producción de drogas de “diseño”, cuya estructura molecular es modificada para evitar las normativas en vigor, ha alcanzado proporciones preocupantes, advirtió la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife), en su informe anual, divulgado ayer, en el que al mismo tiempo indica que en América del Sur disminuyó por segundo año consecutivo la superficie destinada al cultivo ilícito de coca.

Señaló al respecto que ese objetivo se obtuvo “gracias a la considerable reducción registrada en Colombia” que, no obstante, “sigue siendo el principal país de origen de la cocaína destinada a Europa”.

La Jife, agencia de Naciones Unidas con sede en Viena, recordó en cuanto a las drogas de diseño que su disponibilidad aumenta en cantidad y número porque son fáciles de producir: las instrucciones para fabricar estas sustancias se pueden encontrar en internet, aseguró el organismo.

Estos productos se obtienen gracias a la ligera modificación de la estructura molecular de sustancias ilegales, para generar los mismos efectos, lo que les permite escabullirse a las legislaciones contra las drogas tradicionales.

“En Europa, dieciséis nuevas drogas de diseño son objeto de vigilancia; en Japón, al menos 51”, precisó la Jife, que reveló que el sureste asiático se ha convertido en una de las principales regiones proveedoras de productos químicos para las drogas sintéticas.

El organismo marcó su preocupación por la droga de diseño conocida como “mefedrona”, que tiene efectos análogos a los de la cocaína, la anfetamina y la MDMA (éxtasis), que fue causa de numerosas muertes y pasó a ser una droga de abuso problemática en América del Norte, Asia sudoriental, Europa y Oceanía.

“En vista de los riesgos que acarrea para la salud el consumo de las drogas de diseño instamos a los gobiernos a que adopten las medidas nacionales de control para impedir la fabricación, el tráfico y el consumo de estas sustancias”, declaró en el informe el presidente de la agencia, Hamid Ghodse.

La corrupción es uno de los factores que facilitan el tráfico de drogas, ya que suelen producir beneficios superiores a los recursos de las instituciones públicas, recordó la organización, que instó por ello a que la lucha contra este mal “sea una de las mayores prioridades”.

Al respecto, señaló que “no hay nada más perjudicial para los esfuerzos por frenar el tráfico que los intentos fructíferos de las organizaciones delictivas de intimidar y sobornar a los funcionarios públicos”.

Sube y baja de la cocaína

En su informe, difundido simultáneamente en varias capitales mundiales, entre ellas Buenos Aires, la Jife también precisó que si bien el mercado de la cocaína “se ha contraído en América del Norte (alrededor del 40 por ciento del mercado mundial), sigue aumentando en Europa (con el 30 por ciento)”, se agregó.

“En el Cono Sur de América el consumo se ubica entre el 10 y 20 por ciento, y la región de América Central y el Caribe “sigue siendo una ruta de tráfico importante de drogas ilícitas procedentes de América del Sur con destino a América del Norte y Europa”, detalló el informe.

Si bien se indicó que en Sudamérica disminuyó la superficie dedicada al cultivo de coca, materia base para la producción de cocaína, por otra parte “ha aumentado considerablemente la utilización de embarcaciones semisumergibles para el contrabando de drogas”, dijo, y citó el caso de un submarino incautado en julio pasado en Ecuador con capacidad para trasladar catorce toneladas de sustancias adictivas”.

En otro párrafo del informe se señaló que el permanganato potásico “sigue siendo el principal agente oxidante utilizado para fabricar cocaína en América del Sur”, y precisó que en 2009 se incautaron en Colombia 22,8 toneladas de este producto, una cifra menor a la incautada en años anteriores.

La Jife destacó que en México murieron, desde 2006, más de 28.000 personas en incidentes relacionados con las drogas, y que los carteles mexicanos fortalecieron su posición como proveedores en el este de Estados Unidos, en detrimento de los colombianos.

El informe también añadió que en 2008 se destruyeron alrededor de diez mil laboratorios de elaboración de cocaína en Bolivia, Colombia y Perú, lo cual no parece haber hecho mella en la fabricación y comercialización de la droga.

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