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Ajuste

Las cinco centrales obreras juntas en contra del gobierno

El sindicalismo se unirá en pleno el 29 de abril para una movilización que tendrá como banderas el reclamo por una ley de emergencia ocupacional.

Mauricio Macri logró lo que parecía imposible: el sindicalismo se unirá en pleno el 29 de abril para una movilización que tendrá como banderas el reclamo por una ley de emergencia ocupacional que dificulte los despidos, la modificación inmediata e integral del impuesto a las Ganancias y una mejora para las jubilaciones, entre otros puntos. El acto contará con las tres versiones de la CGT y las dos de la CTA –algo inédito en historia contemporánea– y discursos de sus líderes, Hugo Moyano, Antonio Caló, Luis Barrionuevo, Hugo Yasky y Pablo Micheli. Hasta última hora del miércoles había consenso mayoritario para realizarlo frente al Congreso.

La iniciativa, prevista originalmente con la participación de las tres CGT y con una movilización acotada, frente al Monumento al Trabajo, terminó por extenderse y ser más ambiciosa a partir de los diálogos que mantuvieron en los últimos días los referentes de cada central y sobre todo del agravamiento de las condiciones económicas y sociales por la inflación, los tarifazos y la ola de despidos. Los detalles de la convocatoria quedarán resueltos el lunes en una reunión de la denominada mesa de unidad en el gremio de Dragado y Balizamiento.

Para el gobierno, implica una señal de alarma, la más preocupante desde el sindicalismo. Si ya había inquietado a los funcionarios el proceso de fusión de la central mayoritaria, pautado para octubre próximo, la incorporación de las dos CTA a un criterio de “unidad en la acción” representa la amenaza principal para los planes del equipo de Macri de encarrilar las negociaciones paritarias en una pauta de aumentos por debajo del 30 por ciento y, sobre todo, garantizarse un clima de paz para implementar sus políticas económicas más duras.

Moyano fue el impulsor de la convocatoria. Le transmitió la idea a Micheli, líder de la CTA Autónoma, que a su vez convenció a Hugo Yasky, de la otra versión de esa central obrera, con quien hubo acercamientos que prenuncian otra reunificación en paralelo con la de la CGT. El obstáculo principal fueron los “gordos” de los grandes gremios de servicios y los “independientes” de la CGT, que renegaban de una abierta confrontación con el Ejecutivo. Con esos sectores, que representan a las organizaciones con más cantidad de afiliados, será la discusión decisiva del lunes. Sus dirigentes, sin embargo, ya dieron a entender que no habrá problemas en acordar. Fue clave que la mayor parte de los gremialistas interpretara que la única manera de atenuar el ajuste es con una demostración masiva de fuerza, inicialmente un acto con la excusa del Día del Trabajador.

Las consignas serán las mismas que las cinco centrales llevaron a Diputados la semana pasada y al Senado este miércoles. En la Cámara alta, se llevaron el compromiso del peronismo de impulsar la emergencia, con mayores indemnizaciones para los casos de despidos.

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