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Las balas que terminaron con la vida del remisero no eran para él, dijo Fiscalía

En declaraciones a la prensa, el fiscal adrián Spelta reconstruyó la secuencia que acabó con la vida de Romero, el chofer asesinado a balazos en la zona sudoeste. "El caso está esclarecido", dijo.


“Tenemos esclarecido el hecho”, dijo el fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta sobre el crimen del remisero César Fernando Romero, quien murió asesinado a balazos el pasado 11 de diciembre. Para el fiscal, las balas que acabaron con la vida del chofer ese lunes por la mañana en Doctor Riva al 2600 no eran para él, sino que el hombre tuvo la mala suerte cruzarse en la mira de la pistola de Adrián Gastón P., el detenido, a quien le atribuyen abrir fuego sobre otro muchacho con el cual tenía problemas de vieja data y, en esa secuencia, acabar con la vida de Romero.

En el momento y lugar equivocado. La hipótesis de Fiscalía es que Romero, de 49 años, salía a trabajar y a metros de su casa se topó con dos hombres enfrascados en una reyerta. Camino a buscar su remís a una estación de servicio, Romero quedó en la línea de la 9 mm de Adrián Gastón P., que se aprestaba a disparar sobre su antagonista desde una motocicleta. Éste buscó refugió y quedó detrás del cuerpo Romero que, como un escudo humano, acabó acribillado por al menos seis plomos.

De acuerdo con fuentes policiales, Adrián P., de 27 años, cayó en las inmediaciones de su casa, en Pueyrredón y bulevar Segui, luego de las investigaciones libradas sobre la base de los testigos del crimen. Antes de irrumpir en la vivienda, los investigadores lo vieron en moto y lo detuvieron; dentro de la casa secuestraron una campera y un casco, apuntadas como la vestimenta y accesorios que llevaba el homicida al momento del crimen, señalaron voceros del caso. Todavía no hay rastros de la pistola que se presume dio muerte a Romero.

Por el misterio que rodeó el crimen, desde un primer momento no se descartó ninguna hipótesis, incluida la de homicidio en ocasión de robo y hasta una posible venganza contra Romero, versión que deslizó una fuente policial. Lo cierto es que, para Fiscalía, Romero se llevó la peor parte en un conflicto en el que él no estaba involucrado. El disputa que arrastraban los dos antagonistas del caso era “era una pelea en una fiesta de hace un año” que se prolongó hasta el presente, dijo el fiscal Spelta en declaraciones a la prensa. Y agregó que uno de los principales testigo de la causa es, justamente, el muchacho a quien estaban dirigidos los disparos.

Este viernes Adrián P. será sometido a una audiencia imputativa en la que Spelta le endilgará el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Se prevé que quede detenido de forma preventiva hasta el juicio, ya que para Spelta, el caso “está esclarecido”. Aún no está confirmado, pero el fiscal presume que el acusado tenía antecedentes.