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Las antorchas encendieron la bronca por los tarifazos y seguirán en Rosario

La ciudad de Buenos Aires fue la primera escala de una serie de marchas en rechazo a la política de aumentos constantes que Cambiemos implementa desde el inicio de su gestión. Hubo cánticos y voces de dirigentes que apuntaron a un próximo paro general. El próximo jueves será en la Cuna de la Bandera


Con una multitudinaria marcha de antorchas por las calles de Buenos Aires, y que finalizó en la plaza frente al Congreso, sindicatos, organizaciones políticas y sociales, agrupaciones barriales y de consumidores y en especial ciudadanos que no se embanderaron con ningún espacio iniciaron este jueves una secuencia de protestas en diferentes puntos del país para rechazar los tarifazos anunciados por el gobierno de Cambiemos en la última semana de 2018.

Los organizadores advirtieron que el próximo paso será presentar un amparo para impugnar los últimos aumentos de tarifas, que suman gravedad a los que la actual gestión presidencial aplica desde 2015. Añadieron que denunciarán penalmente a los funcionarios a cargo de la secretaría de Energía y el Ministerio de Transporte.

Variados y enojados


La movilización en el centro de Buenos Aires se dio bajo la consigna “Basta de Tarifazos”. Fue el inicio formal del cronograma de protestas diseñado por el Frente Sindical para el Modelo Nacional, encabezado por Pablo Moyano, la Corriente Federal que lidera el bancario Sergio Palazzo y las dos CTA. También, por entidades de consumidores y organizaciones sociales que conviven a diario con los problemas de los vecinos para afrontar al pago de servicios esenciales

Rosario, próxima escala

La próxima escala de las movilizaciones será Rosario, el jueves que viene (17 de enero). Una semana después será el turno del descontento en Mar del Plata (24 de enero), y le seguirá Mendoza el 31).

La marcha de antorchas convocada por las centrales sindicales y organizaciones sociales escaló la densidad de las protestas que se habían convocado por las redes sociales en los últimos dos viernes. Hubo varias en diferentes esquinas de la ciudad de Buenos Aires pero también en otras localidades del país.

¿Paro?


Algunos dirigentes sindicales dejaron sembrada la idea de que esta serie de marchas pueda ser antesala de un paro general. “Probablemente en marzo convoquemos a un paro nacional”, dijo el secretario general de la CTA, Hugo Yasky. Fue el más enfático al respecto. “No estamos enfocados solamente en los compañeros sindicalizados, estamos convocando a la ciudadanía”, agregó. La idea, por el momento, no prendió en la principal central obrera, la CGT.

La concentración de este jueves comenzó en la intersección de Avenida de Mayo y 9 de Julio con la adhesión de la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma, el Frente Sindical para el Modelo Nacional, las 62 Organizaciones y la Multisectorial 21 de Febrero. Se sumaron las entidades que agrupan a las pymes, organismos de derechos humanos, sociales, organizaciones territoriales y la Red de Multisectoriales.

“Los tarifazos detonan una situación desesperante para las empresas del sector pyme, que además padecen una constante caída de ventas por el deterioro de la demanda en el mercado interno, la paralización del crédito, las importaciones indiscriminadas y el ahogo impositivo”, dijeron desde la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme).

Con la consigna “No al tarifazo”, la movilización cerró frente al Congreso con la lectura de un documento de consenso en rechazo a los aumentos. Las antorchas iluminaron el descontento de los concurrentes. Una mayoría forzó con el cántico de “Paro general”, el reclamo de una medida más contundente mientras en un escenario se leían las adhesiones a la marcha.

En los últimos días de 2018, el gobierno de Mauricio Macri formalizó nuevos aumentos en los servicios públicos y el transporte. Las tarifas de electricidad, por ejemplo, volverán a aumentar para todo el país a partir del 1° de febrero un 34% en promedio. También anunciaron subas en gas y energía eléctrica. Cambiemos apuró los anuncios para no tener que darlos en un año electoral.

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