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Lanzaron la Red Nacional por los Humedales con el objetivo de que, esta vez, no cajoneen la ley

Asambleas y organizaciones ambientales, colectivos ciudadanos, referentes científicos y otros actores sociales equilibran la balanza de los lobbies corporativos que hasta ahora consiguieron frenar una norma de protección ambiental. Hay varios integrantes de Santa Fe


Quemas en la Isla del Pele, frente a San Lorenzo. Foto Facebook Brigada Punta de Flecha - Carlos Salazar

Organizaciones de productores agropecuarios y hasta autoridades políticas vienen haciendo presión para que no se apruebe, finalmente, una ley de protección de humedales que resuma varios proyectos de larga data y otros recientes presentados al calor de los incendios en el Delta del Paraná. Hasta ahora, ese lobby surtió efecto porque los sucesivos textos de una norma de ese tenor fueron cajoneados en los escritorios parlamentarios. Pero surgió un contrapeso, por si no fuera suficiente el de la realidad palpable, también irrespirable. Asambleas y organizaciones ambientales, colectivos ciudadanos, referentes científicos y otros actores sociales lanzaron la Red Nacional por los Humedales para equilibrar la balanza en una puja de poder que históricamente reconoce los mismos ganadores.

“Vemos con preocupación que el próximo 20 de noviembre se termina el año parlamentario y aún no existe un dictamen que refrende un texto de ley que fue elaborado de manera rigurosa y participativa tras meses de debate plasmados en una redacción compartida”, inicia el comunicado de la flamante Red que integran varios colectivos e investigadores de Santa Fe y Entre Ríos, las dos jurisdicciones más afectadas por las quemas en las islas del Paraná este 2020.

“Frenar los lobbies extractivistas, mineros, forestales, inmobiliarios, agroindustriales, ganaderos y avanzar en un ordenamiento ambiental que transparente lo que sucede en nuestro territorio, hoy librado a las fuerzas del mercado”

Los incendios en el Delta, pero no sólo en ese ambiente reconocido internacionalmente como reservorio de biodiversidad y prestador de servicios ecológicos, ponen de nuevo en agenda una regulación pública y un protagonismo del Estado que brilló por su ausencia hasta ahora, cuando el brillo de las llamas que consumen flora y fauna reviven la urgencia de una ley de protección y, también, un presupuesto acorde.

No se trata de un reclamo romántico ni de ingenuo amor por la naturaleza. Es político, porque está atravesado por intereses, ganancias privadas a costa de pasivos ambientales públicos y presiones para mantener actividades productivas fuera del alcance de normativas regulatorias. Y así lo expresa el documento: “Nuestra red es fruto de una historia de ocho años en la que se lograron dos sanciones por parte del Senado de la Nación que naufragaron en Diputados. En esta oportunidad, el incendio de miles de hectáreas motivó que se presentaran 14 proyectos de ley por parte de diversas fuerzas políticas. El fuego demostró que la protección de humedales es la agenda más urgente pero el texto que hoy impulsamos refleja un conflicto social y ambiental histórico y prioritario y el Congreso debe tomar una decisión sin más dilaciones”, interpelan los firmantes del texto a los legisladores.

“Diputados y diputadas, la crisis socioecológica ya explotó. Es tiempo de dar una respuesta desde el Congreso”

“Nos agrupamos en esta Red Nacional por los Humedales de todo el país desde los ecosistemas altoandinos hasta los mallines y turberas, desde los esteros hasta el Delta del Paraná para que nuestra voz exprese la urgencia de frenar los lobbies extractivistas, mineros, forestales, inmobiliarios, agroindustriales, ganaderos y avanzar en un ordenamiento ambiental que transparente lo que sucede en nuestro territorio, hoy librado a las fuerzas del mercado que no rinden cuentas ante ningún poder, no tienen control alguno y endican, fumigan, queman, edifican sin ser votados por nadie ni avalados por las poblaciones que sufren las consecuencias de sus negocios particulares”, sigue el documento.

La discusión del proyecto de ley, y sus alrededores, sumaron en el último tiempo aportes de la sociedad civil y especialistas, que incorporan saberes construidos en diferentes ámbitos y trayectos y enfatizan la diversidad de humedales, con sus características particulares, que están bajo amenaza de sustentabilidad en la Argentina.

Los peligros emanan de actividades productivas cuyos impulsores no quieren disminuir sus altas ganancias. “Que legisladores y legisladoras dejen de tener oídos, ojos y manos abiertas ante estos grandes lobbies que disponen de sus despachos con gran eficacia para los intereses privados”, refieren los integrantes de la red.

La interpelación es directa, y urgente: “Diputados y Diputadas, la crisis socioecológica ya explotó. Es tiempo de dar una respuesta desde el Congreso. Les pedimos dictaminar en las comisiones aludidas y dar sanción a una Ley de Humedales YA que implique luego cambios reales y tangibles en el sentido del respeto al valor intrínseco de los humedales y su cultura, del mantenimiento de su integridad ecológica y el reconocimiento prioritario de los servicios ecosistémicos que brindan a la sociedad por sobre el interés particular. No hay justicia social sin justicia ambiental”, resume el texto.

El lanzamiento de la red anticipa una serie de actividades previstas para la semana de los humedales, entre el 14 y el 20 de noviembre, todas con el mismo fin de apurar la sanción de la ley.

Santa Fe y Entre Ríos presente

varios son los firmantes de las dos provincias particularmente afectadas por los incendios desatados desde febrero último en las islas bajo jurisdicción entrerriana.

Entre ellos, El Paraná no se Toca, de Rosario, el grupo autoconvocado “Los bajos no se tocan”, en defensa de los Bajos Submeridionales de Santa Fe, Fridays for future Rosario, Asociación Civil Amigos de la Reserva de Villa Gobernador Gálvez, el santafesino Humedales de la costa, los entrerrianos Vecinos por los Humedales del Río Uruguay, Asamblea X el NO a los Agrotóxicos en San Jose y Colón y Asamblea del Perucho.

También hay numerosos investigadores. Por ejemplo, la licenciada en Genética y doctora en Ciencias Agrarias Graciela Klekailo, docente e investigadora de la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario.

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