Ya dejó atrás el golpe que lo marginó del partido en Junín. Diego Lagos ya está a disposición del cuerpo técnico y para asegurar su presencia en el equipo que el sábado recibirá en el Gigante a Boca Unidos solamente resta que Miguel Ángel Russo lo vuelva a poner en cancha.
“Gracias a Dios estoy para jugar. Fue sólo un susto”, dijo Lagos una vez finalizado el primer turno de entrenamiento de ayer. “Hacía mucho que no me pasaba mirar un partido desde afuera. Pero por suerte se descartó lo que tanto se temía”, declaró más tarde.
Y para que no queden dudas de la molestia causada por el golpe que recibió en la práctica del viernes, el ex Instituto disparó: “El lunes trabajé bien y hoy (por ayer) entrené más fuerte y no tuve ningún problema”.
Más tarde, al ser consultado sobre cómo ve el torneo de la Primera B Nacional, que tiene a Rosario Central en zona de ascenso, el marplatense comentó: “El fin se semana que pasó ganaron los tres equipos que creo que van a pelear con nosotros. Todavía falta mucho y hay que seguir así”.
—Hasta el sábado eras uno de los pocos que había jugado siempre. Por el golpe se te cortó la racha…
—Sí, pero siguió la racha de victorias y eso es lo importante.
—¿Se sufre más estando afuera que adentro de la cancha?
—De afuera no podés aportar mucho. Te da impotencia. Pero estoy muy contento porque se ganó.
—Los dos encuentros que ganaron como visitante fueron muy duros, ¿pensás que al jugar ahora en el Gigante se puede llegar a dar distinto el partido?
—Ojalá que se pueda dar un partido más tranquilo. Sabemos que vamos a enfrentar un rival duro que no nos va a atacar. Por eso tenemos que estar tranquilos y tener paciencia.
—¿Creés que todavía tienen que mejorar o pensás que este equipo ya llegó al techo?
—Siempre hay que corregir cosas. Pero siempre es mejor corregir ganando. Somos conscientes que tenemos que tener más volumen de juego para no sufrir tanto sobre el final.
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