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Conmoción política

Lagomarsino fue imputado por facilitar el arma a Nisman

La fiscal Fein evalúa una serie de pruebas para ver hasta dónde “extiende la imputación” al experto en informática.


El ex colaborador de Alberto Nisman, Diego Lagomarsino, fue imputado ayer en la causa por la muerte del fiscal por haberle “facilitado” la pistola Bersa calibre 22 hallada en su departamento, mientras la Justicia aguarda el resultado de varias medidas de prueba claves para intentar desentrañar las causas de su fallecimiento.

Lagomarsino, quien quedó en la mira de la Justicia por haber sido la última persona que vio con vida a Nisman, se convirtió en el primer imputado en la causa por la muerte del fiscal de la causa Amia, por el delito estipulado en el artículo 189 bis, apartado 4 del Código Penal, que señala: “Será reprimido con prisión de un año a seis años el que entregare un arma de fuego por cualquier título a quien no acreditare su condición de legítimo usuario”.

El ex colaborador de Nisman, experto en informática y a quien se le asignó custodia de Gendarmería, había asegurado al declarar en la causa que el fiscal le había pedido la pistola por la seguridad de sus hijas y que, cuando se la llevó a su departamento de Puerto Madero, el sábado por la noche, le dijo que la iba a guardar en la guantera de su automóvil.

De todos modos, a partir de su imputación, la fiscal Viviana Fein estudia ya citarlo como imputado y no como testigo: Lagomarsino le hizo llegar a un matutino porteño una versión que no dijo hasta ahora ante la fiscal y que indica que Nisman le pidió el arma porque el ex agente de inteligencia Antonio “Jaime” Stiuso le había recomendado que se cuidara de su custodia.

Por el momento, la fiscal Fein informó que “está evaluando las pruebas recolectadas y los testimonios para saber hasta dónde podría extenderse la imputación” contra Lagomarsino, quien niega haber sido un enlace de Inteligencia y asegura realizar tareas de backups de archivos, desencriptar y encriptar información para la UFI-Amia, con un sueldo de 40 mil pesos mensuales.

Falencia en los ingresos

Respecto de los peritajes, la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción 45 informó en un comunicado que ya comenzó el trabajo de análisis de todos los registros de video de las cámaras de seguridad del complejo Le Parc de Puerto Madero, donde vivía Nisman.

“Los registros escritos de ingreso y egreso del edificio demuestran falencias, por lo que la fiscal Fein ordenó un análisis profundo de las imágenes”, se informó oficialmente.

Por otro lado, se indicó que la División Apoyo Tecnológico de la Policía Federal Argentina “asiste a la fiscal en el análisis de todo el material incautado, entre ellos celulares y líneas incorporados a la investigación”.

“La fiscal Viviana Fein se encuentra a la espera de los resultados de ADN ordenados sobre el material balístico levantado en el departamento la noche del suceso. Además, para mantener la asepsia de las pruebas, se resguardaron en un sitio de máxima seguridad”, completó el texto oficial.

Ex esposa, preocupada

Durante la jornada, se trasladó a la Fiscalía la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Nisman, para completar su declaración: la magistrada, quien ya había declarado el pasado viernes durante más de ocho horas, afirmó en las últimas horas que “hay algunas cuestiones” de la investigación que le “preocupan” y sostuvo que es un “momento muy desconcertante y doloroso” para su familia.

Las dudas de la mujer, que ya es querellante, son acerca de la teoría del suicidio, que por ahora respalda la fiscal y a la que ella no adhiere, por lo que podría solicitar que se realice una nueva autopsia.

Huella sin identificar

La huella digital encontrada en el pasadizo reservado para los equipos de aire acondicionado en un tercer acceso al departamento del fallecido fiscal Alberto Nisman no pudo ser reconocida. Se trata de una huella encontrada la semana pasada en una baranda de protección interna de ese pasadizo que comunicaba el departamento de Nisman con el de un vecino, extranjero, y que se levantó para analizar a fin de determinar si pudo haber ingresado otra persona a la vivienda la noche de su muerte.

Pero el rastro levantado es incompleto y por eso no puede ser identificado, informaron los peritos a la fiscal Viviana Fein, a cargo de la causa por el fallecimiento de Nisman.

Se conocieron contradicciones en la declaración de dos custodios del fiscal

Los sumariados jefes de la custodia del fiscal federal Alberto Nisman se contradijeron en sus declaraciones ante la Justicia respecto de los horarios y lugares en que se encontraban el día en que falleció el titular de la Unidad Fiscal Especial Amia.

Se trata del suboficial superior Armando Niz y del sargento Luis Miño, quienes estaban a cargo de la custodia de Nisman el día de su muerte y prestaron testimonio el pasado miércoles ante la fiscal federal Viviana Fein.

Al comienzo de sus relatos, ambos coincidieron en que se encontraron en la Fiscalía donde trabajaba Nisman, debido a que allí estaba el auto que emplearían para llevar a cabo sus tareas, y que arribaron a la Torre Le Parc a las 11 del domingo 18, tal cual les había ordenado el fiscal federal.

Asimismo, tanto Niz como Miño señalaron que, al no tener novedades del fiscal, aguardaron hasta las 12.30, hora en la que deciden llamarlo a su celular y a su Nextel.

Hasta ese momento, los relatos son prácticamente idénticos, pero la primera contradicción que existe en las declaraciones, que fueron difundidas por el blog Relaciones Internacionales, es acerca del lugar en el que estacionaron el auto: Miño indicó que permanecieron en el estacionamiento ubicado “en el subsuelo”, mientras que Niz aseguró que lo hicieron “estacionamiento de cortesía” del complejo Le Parc.

Tras ello, también surgen diferencias en los relatos respecto de las acciones que llevaron adelante luego de no poder ubicar telefónicamente al fiscal.

De acuerdo a la declaración de Niz surge que, junto a Miño, se dirigió a la puerta de servicio del departamento de Nisman en dos ocasiones: “pasadas las 14” y “aproximadamente a las 16”.

Entre medio de esos intentos, Niz señaló que su compañero llamó “alrededor de las 15” a la secretaria privada del fiscal, quien les pidió que volvieran a acercarse al departamento de Nisman.

Por su parte, Miño manifestó que, al ver que Nisman no salió de su domicilio a las 11, reiteraron los llamados “cada una hora o 45 minutos aproximadamente” y, más tarde, “a las 17” llamó a la secretaria privada del fiscal.

La mujer, quien intentó ubicar a Nisman al teléfono de línea, llamó a Miño a su celular y le indicó que “le toque timbre al fiscal, pero directamente desde el piso mismo, no desde el portero”, que según el relato del sargento serían las 17.20 del domingo y era, de acuerdo al testimonio del sargento, el primer intento de establecer contacto en la puerta de servicio.

A pesar de las contradicciones, ambos coinciden en que les resultó llamativo que siguiera en el piso, frente a la puerta, un ejemplar del diario que solía leer el fiscal durante la mañana del domingo.

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